Hoy no estaba de humor por dos razones. Uno, mi coche decidió que no prendía y tuve que tomar un asqueroso autobús. Y dos, Pau estaba siendo una completa perra y no me decía nada acerca de la información que había recogido de la clase que me frustró y no tiene fin.
Hoy estaba decidida a sacarle todo, especialmente desde que tuviera mi sesión de tutoría.
Aceleré todo mi trabajo en clase, y en la hora del almuerzo me había sentado en el lugar de siempre esperando con impaciencia la llegada de Pau. Tan pronto como llegó y se sentó, comenzó el interrogatorio.
-Yah, ¿Por qué has estado evitándome?
-En realidad no lo hago, sólo he estado ocupada.- se encogió de los hombros. Divertido, muy divertido.
-Sí, claro.
Pau abrió la boca para hablar y luego la vi mirando algo detrás de mí. Tan pronto como empecé a voltear a ver lo que era, agarró mi cabeza y me besó. ¡¿Qué mierda?! ¡¿esto es real?! Luché para tirar al cabeza hacia atrás y escuché todos los "Oooohhhhh", "Maldición eso es caliente" de los estudiantes en el fondo. Abrí los ojos y Pau todavía miraba detrás de mí.
-¡¿Qué demonios Pau?!
-Lo siento, tenía que hacerlo.- De nuevo miró detrás de mí ¿qué era tan jodidamente interesante? Me di la vuelta y entonces la vi....
A Maria José, en la fila del almuerzo de profesores, mirando directamente a mí mesa sin ninguna emoción en su rostro.
-¡Mierda! ¿Eso fue tu gran plan?
-Mmm.- Pau sonrió y se lamió los labios, asegurándose de que Maria José la viera.- Ella esconde sus expresiones faciales muy bien.
-¿Eh? ¿Vas a decime lo que sabes, o no?- Ya estaba empezando a sentirme frustrada. Tenía a Maria José en la siguiente clase y lo necesitaba saber.
-Creo que sólo voy a dejar que te des cuenta.- Dijo Pau antes de dejarme en la mesa sola. ¿En serio? ¡¡Vete a la mierda!!
Después del almuerzo entré en el aula de Maria José y me senté entre mis compañeros de clase. Todavía estaban hablando de mi beso con Pau. Urgh sólo cállense, pervertidos.
Maria José entró con una mueca en su cara y dejó caer sus libros fuertemente sobre la mesa. Uhhh alguien estaba de mal humor...
-Buenas tardes. Necesito que lean las páginas 140-210 de sus libros. Sé que apesta, pero es necesario.- No podía ni describir su voz... no era la habitual, suave y aterciopelada voz a la que yo estaba acostumbrada. Tal vez está en su periodo. ¿No?
Debido a su estado de ánimo tan obvio, todo el mundo se quedó en silencio trabajando. Yo no sabía si tenía un trabajo diferente o no, así que iba a averiguarlo. Tentativamente levanté la mano y me lanzó una mirada, nada menos que la Señorita Garzón.
-¿Qué?
-Yo uh... um.
-Haz lo mismo que los demás.- ¡Ouch!
Abrí mi libro y eché un vistazo a Maria José para asegurarme de que no me viera sacar mi teléfono y esconderlo en el libro. Me aseguré de estar en silencio mientras le enviaba un mensaje de texto a Pau.
-Pau, Maria José está de un humor de perros. Ni siquiera estoy bromeando, es aterradora-
Miré de nuevo a Maria José para ver su rabieta y vi que buscaba un libro entre sus cosas, luego me miró. Ella era como Medusa, me convertí en piedra y no podría apartar la mirada.