Nuestras vidas eran las mismas a partir de entonces... Maria José fue a ver a alguien para tratar sus problemas de ira y celos, cada semana asistía pero no se negaba a contarme de lo que hablaban.
Mario siguió intentando conmigo a pesar de que yo lo rechazaba todo el tiempo, Pau me seguía jodiendo en clase, coqueteándole a Maria José caga vez que podía.....¿y yo? Yo era sólo yo, con ganas de sostener la mano de mi novia en público.
Ahora falta una semana para Navidad y yo me preguntaba qué demonios le daría a Maria José. ¡Ella era tan difícil! Cada vez que le preguntaba me decía "nada" o "lo que quieras". Su regalo de la pulsera y el collar era tan increíble y original y cada vez que pensaba en lo que ella le gustaría, mis pensamientos venían de nuevo a ellos, era tan agravante. También apuesto a que ella me haría sentir aún peor cuando le dé un regalo de mierda y ella me de otro regalo perfecto.
-Ughhh.- Gemí mientras miraba la vitrina de la joyería por 50 vez, (hoy decidí salir a curiosear). Casi de inmediato se acercó una chica bonita que parecía con ganas de ayudar.
-Hola, ¿puedo ayudarte en algo?
-Um, sólo estoy mirando, gracias.- Me dio una pequeña sonrisa, asintió y comenzó a alejarse.- ¡Espera!
-¿Sí?- Dijo ella dándose vuelta.
-Yo podría utilizar un poco de tu ayuda, supongo...- Le contesté, bajando un poco la cabeza ante el repentino cambio.
-No hay problema, ¿qué estás buscando? ¿O para quién es el regalo?
-Um, es para... alguien muy especial para mí y que me encanta.- Me sonrojé.
-¿Chico o chica?- Ella preguntó como si no le importara en lo más mínimo. Me gustó eso.
-Chica.
-Cool. Háblame de ella y tal vez encontremos algo que vaya con su personalidad.- Miré la etiqueta en su blusa y encontré que su nombre era Macu.
Procedí a contarle sobre Maria José y yo, dejando de lado nuestros nombres y por supuesto la cosa estudiante-maestro, entonces le mostré el collar que Maria José me había comprado previamente.
-Woah, eso es hermoso, y ¿no sale?
-Sí, pero sólo ella puede desbloquearlo.- Sonrió mientras colocaba su mano sobre su corazón.
-Eso es increíble, guau. Eso debe haber costado mucho, bendicela... Bueno, de todos modos vamos a encontrarle algo.
Miramos alrededor por un tiempo hasta que ella levantó un collar, tenía un corazón de diamantes con incrustaciones hermosas colgando de la cadena y por lo que me dijo Macu era un medallón.
-Usted puede pedir que graben todo lo que quieras en ella, será un recordatorio permanente para tu novia. Me parece que ayuda mucho cada vez que tengan un desacuerdo o una discusión... siempre se puede leer lo que hay dentro y reflexionar ante los malos momentos.
-Me lo llevo, es hermoso.- Sonreí y levanté el collar a la luz, amando la manera en que los diamantes brillaban. Era perfecto.
-Claro que sí, aquí hay una libreta para que anotes tu inscripción, te voy a dar un momento.- Dijo antes de marcharse, Yo no sabía qué escribir y de inmediato me acerqué a Macu que estaba sorprendida de lo rápida que fui.- Muy bien voy a enviar esto hoy y estará de vuelta en la víspera de Navidad. ¿Estamos de acuerdo?
-Sí.- Sonreí.- Sí, lo estamos.
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Navidad... Me encantaba la nieve, la cena de Navidad, los regalos y la compañía. ¿O no? ¡Jummmmm! seguro que sí disfruté de mi familia reunida alrededor de la mesa charlando y todo... pero sólo había una persona en la que pensaba en este momento y esa persona no estaba aquí para disfrutar de la navidad conmigo.
Puse una sonrisa falsa ante mi familia y fuimos a la mesa para compartir la cena, mi padre trató de incluirme en la conversación, pero creo que se rindió después de varios intentos, probablemente se dio cuenta que no estaba de humor para hablar.
Poché, Poché, Poché que diablos me has hecho, ¡¡soy un desastre sin ti!!
Metí la mano en mi bolsillo y sujeté la caja con el regalo de Maria José, yo ya lo había mirado y me enamoré. Tenía la esperanza de que ella le encantaría.
*- La Navidad no es genial sin tí :'(.- Le escribí a Poché, evitando hábilmente los ojos de mi familia.
No pasó mucho tiempo para una respuesta.
*-Dime al respecto, estoy sentada en la mesa de la cena y en lo único que puedo pensar es en una chica llamada Daniela Calle ;)
*-Estoy segura de que ella está pensando en tí también ;) No puedo esperar a verte más tarde xx.- Repliqué.
*-Igual mi bebé, son tres horas a partir de ahora... ¡podemos hacerlo! xx
Sonreí y dejé el teléfono para terminar el resto de mi comida. Mis ojos estaban literalmente pegados al reloj que estaba encima de la chimenea. Tan pronto como mis parientes comenzaron a salir me fui directamente al segundo piso a cambiarme en un bonito vestido, listo para ella.
Pasó otra hora y yo ya andaba por las calles, llegué a una parada fuera de un popular restaurante tailandés. Miré a mi teléfono y vi que estaba justo a tiempo, la sonrisa en mi cara apareció cuando vi el coche de Poché, debió haber sido una foto enmarcada.
Miré en ambos sentidos, comprobando que no hubiera nadie por ahí, entonces entré al coche. Apoyé la mano en el muslo de Maria José y la sensación me puso la piel de gallina...
No la había visto durante ocho días y fue el momento más tortuoso de mi vida. Recordé la pervertida sesión que tuve con ella después de la fiesta de Pau y cómo lo describí, como una ¿tortura? Me tomaría cualquier día, en comparación de no verla en lo absoluto, ni siquiera una mirada... Era horrible.
-Dios... te extrañé mucho.- Ella dijo y arrancó el coche, llevándonos a su casa.
-Creo que yo extrañé más.... mi padre pensó que estaba deprimida.- Me reí.
-Aww bebé, no importa, estamos juntas ahora.- Me dio un guiño y me apretó el muslo.
Nos quedamos en un cómodo silencio y pronto ya estábamos en el camino. Cuando bajábamos del coche, pude oír los ladridos de Tiger y sonreí de forma automática. No había resentimientos entre él y yo, ya estaba ansiosa por ver al pequeño. Cuando Maria José abrió la puesta... yo no podía dejar de reír.
El pobre Tiger estaba allí con un traje de reno, su carita sólo gritaba "Quítame esta mierda". Me arrodillé en la puerta y vi como gruñó enojado con lo que había en su cuerpo... al menos no se haría pis en mí ahora.
-Qué diablo Poché
-Mi hermano pensó que sería divertido.- Maria José respondió y rodó los ojos haciéndome reír.
-Pobrecito, quítaselo.- Maria José hizo lo que le dije e inmediatamente fui bombardeada por su energía. Lo empujé hacia abajo de mis rodillas antes de que pudiera... ya saben qué, y yo seguí a Maria José a la sala de estar --"Oh esto es acogedor"-- Sonreí, mientras miraba el fuego eléctrico y los edredones en el sofá, listos para nuestra noche de cine prevista.
Esto iba a ser genial.
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Bueno espero que les haya gustado, y espero que les guste la dinámica que está teniendo esta historia a la hora de las publicaciones, es decir, actualizaciones casi diarias.
He de avisarles que a lo peor esta semana que viene no podré actualizar tan seguido por que tengo recados importante que hacer, aunque intentaré hacer todo lo que pueda para vosotras.
No se olviden de votar y comentar, no lo digo casi nunca, pero les leo todo lo que comentan.
Nos leemos,
-Al.