Capítulo 31: Pau al rescate. ( Maratón 4/11 )

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Fui al armario y abrí una de las puertas para ver qué estaba haciendo María José. - Lo siento mucho. - Le dije mientras miraba su cara de pánico.

-Está bien bebé, esto tenía que suceder tarde o temprano. - Me tranquilizó. -¿ Puedes traer mi bolsa aquí? Voy a cambiarme ahora.

Hice lo que me pidió y luego volví a mi cama. Mientras esperaba que terminara, la puerta de mi habitación se abrió y por instinto me apresuré a mi armario y lo cerré de golpe con la esperanza de no haber golpeado a María José. Alguien entró y era Pau. Qué alivio.

-Gracias a Dios Pau tienes que ayudarnos. -Dije, envolviéndola en un abrazo.

-¿Ella sigue ahí? - Preguntó, señalando el armario.

Asentí.

Caminó hacia él y abrió la puerta, pero inmediatamente la cerró de nuevo y se giró hacia mí con las mejillas rosadas. - Ella se está cambiando. - Dijo. Sonriendo pícara.

María José salió poco después evitando mirar a Pau, mientras yo estaba de espaldas a la puerta del dormitorio. Realmente necesitaba bloquear la puerta por si algo ocurría.

-Entonces, ¿Cuál es el plan? - Le pregunté a Pau.

Llevamos 30 minutos de estar planeando cómo sacariamos a María José de la casa, pero al final no tuvimos que hacer nada. Mi papá me avisó de que tenía que ir trabajar de forma inesperada, por lo que... María José podría salir fácilmente.

-Ugh, todo lo que planeamos para nada. - Pau resopló, acostada en mi cama y jugando con su cabello.

-Gracias por venir Pau. - María José sonrió y se inclinó. Luego se dirigió a recoger su bolso, su teléfono que estaba en mi mesita de noche y sus zapatos. - ¿ Puedo hablar contigo afuera un segundo? - Me preguntó. Asentí y caminamos hasta el coche.

Me di cuenta de que estaba algo inquieta y yo estaba preocupada por eso. Esperaba que no se arrepintiera de la noche anterior...

-Esto no puede volver a ocurrir Daniela. - Suspiró. Apoyada en su coche.

-¿Q-qué? - Tartamudeé ¿ella estaba diciendo eso? - ¿Hice lo mal?

-No, es que... si tu padre nos hubiera atrapado...

-Si mi padre te hubiera atrapado, le habría dicho que eras una amiga.

-Bien, entonces ¿qué pasaría si me viera en una Conferencia de padre y maestros? ¿O en la Oficina si te metes en problemas? ¿O en tu graduación?

Traté de hablar, pero no pude¿acaso ella... Está rompiendo conmigo?

-Así que, haces que me enamore perdidamente de ti y luego de un leve peligro quieres dejarme ... - Me atragantado, intentando con todas mis fuerzas no estallar en llanto. Pero su mirada de sorpresa en su rostro me confundió.

-¡ Oh no Dani! ¡Yo no quería decir que de esta manera! - Me abrazó casi al instante, pero estaba demasiado confundida para responder. Entonces me soltó del abrazo, miró alrededor y me dió un beso en los labios. - Chica tonta, m| refería a mí, entiendes, venir por aquí es demasiado peligrosos con tu padre y Mario alrededor.

-Pero...

-Sin embargo, podemos ir a mi casa. Es mucho más seguro Daniela, especialmente ahora que tu padre sabe cómo luce mi coche.

Asentí y una lágrima cayó de mis ojos, todavía estaba conmocionada pensando que Poche iba a poner fin a nuestra relación.

Me dio una sonrisa triste y me estrechó. - Tengo que irme bebé, voy a mandarte un texto con mi dirección ¿de acuerdo? Halloween es la próxima semana. Vas a tener una semana de descanso, así que puedes pasar algún tiempo en mi casa. - Sonrió.

-Suena muy bien. - Ufff, me tomó las cosas muy apresuradas a veces... - Te veré mañana en la clase Señorita Garzón. - Le dijo un guiño. Estaba tan avergonzada, casi rompiendo en frente de ella. ¡¡Dios!! ¡¡Me sentí estúpida!!

Ella juguetonamente abofeteó mi mejilla. - Shhh... espero que venga a clase a tiempo señorita Calle. - Dijo mientras abría la puerta del coche y se sentaba en el interior, pero no cerró la puerta.

-¿O qué? - Sonreí, amando lo cómoda que me sentía al coquetear con ella.

-O te voy a castigar. - Me dio un guiño, cerró la puerta y arrancó el coche para irse. La ví sacar su mano por la ventana y saludar detrás de mí, me giré y ví a Pau agitando su mano hacia ella con una gran sonrisa en su rostro.

-Maldita sea. - Dijo Pau mientras caminábamos de regreso a casa.

-¿Qué? -Le pregunté.

-Me gustaría ser castigada por ella, a cualquier hora y en cualquier día. - Admitió. El comentario me hizo parar en seco y abrí la boca con sorpresa.

Ella se giró hacia mí para ver mi expresión, y se echó a reír a carcajadas. Después, pasó a decirme que María José estaba bastante caliente y sexy.

-No te preocupes, es tuya. Cuando abrí la puerta del armario ella se estaba cambiando... Digamos que, si no has visto su cuerpo y, sin duda lo desearías. - Me guiño un ojo y de nuevo me congelé.

-Eres mala. - Franco el ceño. - Muy mala. - Me empujó juguetonamente y tuve que reír. Yo sabía que eran sólo bromas.
Mi teléfono sonó y abrí el nuevo mensaje, era de María José. Me había enviado la dirección de su casa. Le respondí agradeciéndole y me fui a descansar y a pasar el día con Pau, por supuesto contándole todo lo que pasó anoche.

-¿En serio? - Preguntó sorprendida. - ¿Cómo es que no lo hiciste con ella?

-Yo terminé cansada y ella me dijo que durmiera, estaba a punto de ofrecerme, pero ella me dijo que estaba bien. - Me encogí de hombros.

-Aw eso es dulce... bueno la próxima vez, ella primero. ¿Entendjdl? - Me reí de la seriedad de Pau al hablar de este asunto.

-Sí, señora.

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Espero que les haya gustado, mañana tendrán el próximo capítulo. No se olviden de votar y comentar.

Nos leemos,

-Al.

Lujuria Oculta (Adaptación Caché)Where stories live. Discover now