49🍒

210 53 23
                                    

No había en el mundo algo que le gustara más que aquella profesión que logró escoger luego de años de prácticas, noches de desvelo, discusiones con su madre, acuerdos con su padre y llantos silenciosos.
Era para él y su lobo una verdadera satisfacción el ver cómo las sonrisas sé dibujaban el el rostro de los demás luego de salir de allí, aunque también tenía momentos realmente dolorosos al saber que por más que lo había dado todo, no podía darles las respuestas que realmente anhelaban escuchar. Así como también le tocaba cargar con aquellas peleas que sabía, no podría ganar aunque lo quisiera.

Él simplemente pudo haber elegido cualquier carrera, escritor, abogado, profesor de literatura, profesor de inglés; o simplemente ayudante inmobiliario, como le había sugerido su ex compañero de piso.
Pero el decidió que aquello era lo mejor.
Su profesión de médico era su vida y su mejor elección.
Hasta aquellos instantes, el estar dentro de las salas, atendiendo y dando de alta a pacientes era una de las cosas que lo hacían más feliz, además de pasar tiempo en museos y junto a su hermana pequeña.
Todo era hermoso, hasta que conoció a ese bello Omega de mirada triste.

— ¿Doctor Kim? — preguntó una joven de cabello colorado parada sobre el umbral de la puerta, sosteniendo una planilla en sus manos.

— Si señorita Min, dígame — habló dándole el permiso a la joven para seguir hablando.

— El paciente de la habitación 120 no deja de repetir que no permitirá que nadie lo diagnostique, a menos que sea usted — dijo la joven mientras le extendía la planilla al joven Alfa.

— ¿Han averiguado algo de él? — preguntó observando detallada información sobre el papel.

— Posee tres costillas rotas, una laceración en el lado izquierdo de su cabeza producto del accidente, dos dedos fracturados en su mano izquierda, y varios moretones en ambas piernas — mencionó la muchacha mientras caminaban hacia el ascensor.

— ¿Algo más? — preguntó luego de presionar el botón del segundo piso — el golpe en la cabeza me preocupa ¿Ha sufrido pérdida de memoria? — cuestionó a la enfermera a su lado.

— No doctor Kim, el joven no posee signos de haber perdido la memoria — mencionó la muchacha observando como las puertas del ascensor se abrían — recuerda la hora del accidente, el lugar del accidente y la discusión que mantenía con el piloto, pero — la voz de la joven se detuvo luego de que ambos ingresaron.

— ¿Pero? — preguntó el joven luego de acomodarse al lado de la muchacha — Yoon Ji, continua por favor — pidió con curiosidad.

— El joven recuerda casi todo lo sucedido, excepto a la persona que conducía el vehículo — dijo con preocupación cuando las puertas se cerraron.

— Ya veo — murmuró el joven volviendo a revisar la planilla en sus manos.

— ¿Doctor? — llamó la muchacha al ver al joven Alfa tan concentrado en la información — Doctor Kim — llamó por segunda vez.

— ¿Eh, qué? — en su mente continuaba la voz de la enfermera indicándole que el joven no recordaba a quien lo aconpañaba.

— Preguntaba si en algún momento, cabe la posibilidad de que acepte el puesto de doctor auxiliar en Seúl — comentó la joven luego de que el ascensor detuvo su marcha.

— No había pensado en eso Yoon Ji — habló con determinación el joven al ver como las puertas se abrían frente a ellos — estoy cómodo aquí en Jeju con ustedes — siguió hablando mientras ambos salían y caminaban por el pasillo buscando la habitación 120 — ¿O es qué acaso ya te quieres deshacer de mí? — preguntó con una sonrisa enseñando sus hoyuelos.

— Claro que no Doctor Kim ¿Cómo cree eso? — habló la joven con una sonrisa igual de bonita — sólo pregunto, por curiosidad — agregó.

— ¿Qué te he dicho de tantas formalidades Yoon Ji? — preguntó colocando una mano en su hombro antes de detenerse frente a la puerta del cuarto — mi nombre es Namjoon o simplemente Nam, no soy el Doctor Kim todo el tiempo — añadió abriendo la puerta.

— Como diga Doct... Digo Namjoon — se corrigió a si misma en un murmullo.

La imagen de un pálido joven con un vendaje en su cabeza, dos tablillas en sus dedos y un tubo de suero en ambos brazos lo hizo comprender que aún no era el momento indicado para abandonar su puesto de trabajo en la isla de Jeju, a pesar de las largas horas de viaje desde Seúl, aquello valía completamente la pena.

— Buenos días joven Choi — saludó Namjoon acercándose a la camilla del paciente quien con el solo sonido de su voz abrió grande sus ojos — ¿Cómo se encuentra hoy?¿Sabe quién soy? — preguntó pasando una pequeña linterna encendida frente a los ojos del paciente.

— Doctor Kim, que alegría me da verlo — murmuró el joven siguiendo la luz con sus pupilas.

— Escuché por ahí que te negaste a ser atendido por otro médico — habló el Alfa colocándose el estetoscopio en los oídos mientras ayudaba al joven a incorporarse sobre la camilla — señorita Min vaya anotando — indicó a la muchacha — el paciente no presenta traumatismo cerebral — fue hablando de manera lenta — ahora necesito que respires profundo Choi ¿Puedes hacerlo? — preguntó mientras colocaba el aparato sobre su espalda a la altura de los pulmones y luego de forma lenta lo trasladaba al pecho, para luego colocarlo sobre su cuello — el joven no posee problemas respiratorios y sus pulmones parecen funcionar de manera correcta — mencionó mientras continuaba con la revisión — ahora me gustaría saber — no pudo terminar la frase cuando sus ojos se nublaron y sus piernas flaquearon hasta el punto de casi caer al suelo.

— ¡Doctor Kim! — gritó la joven, la cual corrió a sujetar su cuerpo antes de que este tocara el suelo — ¡Doctora Jung, necesito asistencia! — llamó la enfermera al ver como los ojos del Alfa perdían su brillo y color.

— Yoon Ji, no es necesario — protestó el Alfa intentando levantarse y cayendo en el procedo.

— Claro que es necesario doctor, por favor — pidió la joven levantándose y yendo hacia el pasillo — Doctora Jung, por favor, preciso su ayuda — habló la muchacha luego de toparse con la mujer.

— Enfermera Min ¿Qué sucede? — preguntó la doctora al verla con aquel grado de preocupación.

— Es el Doctor Kim, no se que le sucede — mencionó la joven al ingresar al cuarto acompañada de la mujer.

— Ayudeme a pararlo joven Min — ordenó la doctora tomando al Alfa por debajo de los brazos mientras ambas lo colocaban sobre una silla que se hallaba en el cuarto — ¿Doctor Kim, me escucha? — habló la doctora Jung revisando los ojos del Alfa — soy la doctora Jung, su compañera de trabajo, dígame ¿Ha desayunado durante la mañana? — continuó recibiendo un asentimiento de parte del Alfa — bien, necesito hacerle algunas preguntas Kim, y debe ser completamente sincero conmigo ¿De acuerdo? — añadió con clara molestia y preocupación.

El Alfa mantenía una mirada desorientada mientras que poco a poco la transpiración comenzó a hacerse presente aumentando la temperatura de su cuerpo y provocando ligeros temblores en el joven.

— Debemos trasladarlo a un cuarto — mencionó la mujer viendo a la muchacha, la cual se veía invadida por el miedo — si no lo hacemos ahora, se desmayará — indicó, saliendo de la habitación.

— Seok... Seokjin — murmuró el Alfa antes de que sus ojos se cerraran, producto del desmayo.

"Aroma A Cerezos" [Vhope/HopeV] 🍒[Omegaverse]🍒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora