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Había transcurrido exactamente un año de aquella plática en la sala de su hogar, luego de haber consolado a su Omega, discutir con él y que éste terminara consolandolo a él. Habían pasado 365 días, dos semanas y trece horas desde aquel día y aún se preguntaba si JungKook se daba cuenta de cuánto lo amaba.
Y si su Omega no se daba cuenta por si mismo, él lo ayudaría a qué se diera cuenta.
Ese día era perfecto para aquella sorpresa.
Se acomodó la corbata y tomó el traje que descansaba en el respaldo de su asiento, se encaminó hasta la puerta y salió de su oficina. La sonrisa de su secretaria lo recibió en el pasillo y aprovechó para pedirle amablemente que pospusiera las reuniones de aquel día para el siguiente.

- Como ordene CEO Kim - habló la joven mientras él se dirigía hasta las puertas del ascensor.

Cuando estás se abrieron, lo sorprendió encontrar allí dentro a su socio y mejor amigo Kim SeokJin, un Omega unos años mayor que él, pero con la edad mental de un adolescente y eso era lo que le agradaba de aquel joven, aunque cuando se trataba de negocios su porte inmediatamente se tornaba serio al punto de causarle inquietud a varios Alfas y Omegas. Lo recibió con una gran sonrisa y cuando las puertas se cerraron, éste lo acunó en un gran y cálido abrazo. De inmediato recordó las palabras de su amigo, cuando recién se habían conocido.

«Sabes que esta sociedad aún no está preparada para aceptar que un Omega y un Alfa pueden ser buenos amigos»

Se separó del abrazo del contrario y sonrió mientras sacudía su cabeza en forma de negación.

- ¿Cómo se encuentra el CEO más importante de este lado de Seúl? - preguntó Jin acomodando su traje el cual se había arrugado producto del abrazo.

- No tan bien como tú, mí amigo - contestó TaeHyung presionando el botón del primer piso - hoy fue un día agotador - agregó pasando su mano por entre sus cabellos.

- Debes estar feliz - habló el mayor recostandose en la pared del ascensor - tienes una gran empresa, grandes socios, un Omega que te ama más que nadie y por supuesto - añadió esbozando una sonrisa de ególatra, aunque no lo era para nada - tienes como mejor amigo al Omega más hermoso del mundo - agregó haciendo énfasis en "hermoso" - considerate afortunado ¿Sabes cuántos desearían estar en tú lugar? - preguntó riéndose ante sus propias palabras.

- Tiene razón Hyung - respondió girando su cabeza hacia donde se hallaba el Omega.

- Oye no - le recriminó con una mirada desaprobatoria - ¿Cómo qué Hyung? - preguntó haciéndose el ofendido por la palabra - nos tenemos la suficiente confianza como para tratarnos por nuestros nombres TaeHyungie - agregó separándose solo un poco de la pared del ascensor - ¿Desde cuándo tanta formalidad - cuestionó curioso.

- No lo sé - habló sorprendido hasta de su propia respuesta - creo que temo que malinterpreten nuestra amistad con algo más - agregó enseñando una sonrisa tímida.

Jin lo observó detenidamente analizando cada una de las reacciones de su amigo. Conocía a TaeHyung desde que ambos eran unos niños y podía jurar que lo conocía mejor que su propia madre; la gran empresaria y segunda socia de las empresas Kim; Kim TaeYeon.
Cuando el ascensor llegó al primer piso y las puertas se abrieron lo jaló suavemente del brazo para colocarse a su lado regalándole una tierna pero sincera sonrisa, a lo que sintió bajo su tacto como el Alfa se tensaba, seguramente preocupado por la reacciones de los demás.

- SeokJin, ¿Qué crees que haces? - se atrevió a preguntar con la preocupación a flor de piel - nadie aquí sabe que somos amigos, pueden pensar mal de mí - continuó mientras intentaba quitarse la mano del Omega de su brazo.

Aquella escena lucía más a una discusión entre una pareja más que una reunión entre mejores amigos.

- Creo que es tiempo de que estas personas se enteren que somos mejores amigos - dijo en un tono de voz demasiado elevado para el gusto de TaeHyung.

Aquella no era la manera en que le hubiese gustado que el edificio se enterara que eran amigos, entonces observó curioso como una joven de cabello rubio se acercaba a ellos con una gran sonrisa plasmada en su rostro, de seguro era una Beta si su mente no le fallaba.

- Buenos días CEO ¿Cómo se encuentra? - habló cortésmente la joven - me presento, mí nombre es Hyolyn soy una Omega y desde hoy trabajaré en esta empresa - agregó muy segura de si misma - me alegra saber que tiene como amigo a alguien tan amable y bueno como SeokJin - añadió luego de realizar una reverencia.

- Muchas gracias - respondió con la misma seguridad que la joven parada frente a él, para luego verla partir hacia su área de trabajo.

- Ves - habló el Omega a su lado con una nueva sonrisa - me agrada que poco a poco estén aceptando amistades entre Alfas y Omegas - dijo feliz - ¿Vamos a almorzar? Yo invito - preguntó animado.

- No lo sé SeokJin - repuso pensando un poco la invitación de su mejor amigo - quiero ir a una joyería, quiero comprar algo para JungKook - habló mientras caminaban hacia la puerta del edificio y la abría para cederle el paso a su amigo.

- Una joyería eh - dijo golpeándolo suavemente con el codo de forma juguetona - conozco una que queda a pocos metros de un restaurante buenísimo y tiene las mejores joyas - aconsejó mientras lo miraba con un brillo de emoción en sus ojos - mí padre compra allí la joyería que le regala a mí madre para ocasiones especiales - añadió caminando hacia su auto - te guiaré en mí auto así no te sientes incómodo ¿okay? - concluyó subiéndose en su automóvil.

- Gracias SeokJin, eres un gran amigo - respondió dirigiéndose hasta su auto y abriendo la puerta del conductor para ingresar en el.

Se sentó en el asiento y colocó sus manos en el volante mientras observaba como su amigo encendía su auto.
Se quedó pensando un momento en su amistad con Jin y se sorprendió recordando como su amigo siempre estaba allí para él, mientras que su vida giraba en torno a su trabajo y a preocuparse en como reaccionarian los demás al enterarse de que tenía por mejor amigo a un Omega.
Entonces se cuestionó por un segundo el amar a JungKook y se preguntó a si mismo porque no se había enamorado de Jin, de la misma que lo había echo de JungKook. Pero luego de unos momentos se sacudió aquellos pensamientos y se puso en marcha siguiendo el auto del Omega.

- Te das cuenta - dijo una voz en su oído causandole un fuerte escalofrío.

- No sé de qué me hablas - respondió en un susurro lleno de dolor.

- Claro que lo sabes - habló con malicia - él puede tener un amante y tú debes esperarlo tranquilo en la casa como un Omega obediente - añadió enfatizando alguna de sus palabras.

- Nadie asegura eso - aseguró con dolor luego de perderlos de vista.

Yugyeom se paró frente a él con sus ojos invadidos por un brillo de maldad.

- Abre los ojos Kookie, es obvio que tiene un amante - aseguró con enojo - por algo aún no te ha pedido matrimonio - agregó luego de ver cómo los ojos del Omega se cristalizaban.

Entonces sin pensarlo sus manos rodearon el cuello del Alfa y con desesperación buscó sus labios en un beso sorpresivo.
Aquella acción fue rápidamente correspondida por el contrario y luego tomó una desición totalmente extraña. Abandonaría a aquel Alfa, tal y como él creía que ese joven lo había abandonado.

"Aroma A Cerezos" [Vhope/HopeV] 🍒[Omegaverse]🍒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora