"Aroma A Cerezos" [Vhope/HopeV] 🍒[Omegaverse]🍒

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Capítulo dedicado a las bellas: aromymoa_NJ_HV_YS LasMejillasDeHobi gracias por seguir dándole amor a esta bella historia.

Sus ojos se concentraron solamente en la hermosa sonrisa del Alfa frente a él y por algún motivo, quería que aquella sonrisa solo se la dedicará a él por el resto de su vida. Aunque comprendía que aquel pensamiento era bastante egoísta, no quería que nadie más pudiese apreciar lo hermosa que era.

Nuevamente sus ojos pasaron del rostro de aquel joven, al pétalo que sostenía tan delicadamente éste en su mano. Un pétalo de flor de cerezo.

— Es hermoso ¿No lo crees? — habló NamJoon atrayendo su atención. 

— ¿Eh? — preguntó un poco confundido.

— Hablo del pétalo de cerezo — mencionó enseñándole su mano — hace varios días esperaba que el cerezo floreciera — añadió con un tono suave.

— Es extraño que justamente hoy haya florecido — dijo SeokJin con claro desconcierto.

— Floreció durante la mañana en realidad — habló el Alfa, con cierta obviedad — lo que me sorprende es que sus pequeñas flores se hayan abierto a esta hora de la noche, siempre creí que sus flores se cerraban durante la noche para luego mostrar todo su esplendor durante el día — agregó, demostrando que conocía bastante el árbol.

— ¿Te… te gustan los cerezos? — preguntó intentando controlar sus pensamientos, los cuales estaban demasiado alborotados para su gusto.

— Es uno de mis tantos árboles favoritos — respondió el Alfa con completa tranquilidad — no es por sonar como insistente pero… — las palabras del Alfa salían atragantadas de su boca — ¿Realmente no me permitirá que lo acompañe a su hogar? — preguntó con timidez.

SeokJin observó por segunda vez el rostro del Alfa frente a él para luego permanecer unos momentos en silencio. Le agradaba como la postura de aquel joven paso de ser alguien seguro y conocedor de cosas a alguien totalmente tímido al hablar con él. Sonrío con cariño ante la imagen del muchacho y sintió sus latidos acelerarse repentinamente; no podía confiar tan fácil.

Borrando cualquier tipo de alegría o conformidad cercana creada en aquellos momentos, se decidió a hacer lo que creía era lo correcto, tanto para él como para el Alfa que se hallaba aguardando por su respuesta.

Acercando su mano hacia su cuello y sobándolo lentamente se animó a formular unas palabras mientras tendía su mano en señal de saludo.

— Agradezco tu oferta de acompañamiento, pero debo declinarla — habló lo más frío, serio y cortante que podía, sintiendo como su Lobo lloraba en su interior, sin entenderlo del todo.

— Yo… este… ¿He hecho algo mal? — preguntó NamJoon rozando la parte trasera de su reloj con su dedo pulgar; por algún motivo que no entendía su Lobo se sentía herido y demasiado inútil.

— No, no has hecho nada mal — contestó el muchacho aclarando su garganta — pero no por eso quiere decir que debemos tratarnos como si fuéramos conocidos — agregó sonando aún más frío — se está haciendo aún más tarde y si no llego a mí hogar, mí Alfa se enojará conmigo — mintió sintiendo como su Lobo daba un alarido de dolor sin ningún motivo aparente.

— ¿Tú… tú Alfa? — repitió el joven frente a él con la voz cargada de dolor — ¿Tienes un, un Alfa? — por más que lo intentara de mil maneras posibles no lograba salir de su asombro al conocer que aquel joven y tan hermoso Omega estaba marcado; su Lobo se retorció de dolor al conocer la noticia y antes de que pudiese controlarse una mano se dirigió a su corazón apretándolo con fuerza, mientras sus ojos se cristalizaban, anunciando un inminente llanto.

— Si tengo un Alfa — respondió SeokJin con desdén, no queriendo recordar el rostro de “su Alfa”; quería que las palabras salieran aún más firmes para así no atraer más al Alfa frente a él, el cual su lado animal le gritaba que era su destinado, pero estás salían cargadas de tristeza; entonces se animó a hacer algo que jamás había echo antes — ¿Ves esta marca? Es de mí Alfa — mencionó enseñando su hombro y parte de su cuello a NamJoon — su nombre es Kim TaeHyung y soy muy feliz con el — y aquellas palabras fueron las que lograron que su Lobo se enojara por completo y se aislara en su subconsciente dejándolo solo con sus pensamientos; aquella mentira le costaría.

Kim SeokJin se había prometido a si mismo que jamás lastimaría a alguien, debido a que sabía lo que era sufrir por algo, pero en aquel momento cayó en cuenta que se había equivocado demasiado con lo que le había dicho al Alfa. Ciertamente lo de su marca no era mentira, ya que no podía dibujar algo así sobre su piel; no era tan buen maquillista; pero si le había mentido en decirle que su Alfa era Kim TaeHyung.

Observar como los ojos de Kim NamJoon se llenaban de lágrimas no lo hizo sentir mejor, aquello solo lo destruyó aún más por dentro. El Alfa no quiso mostrarse débil ni vulnerable frente a ese Omega que recién conocía, pero no lo logró. Su corazón se partió en dos y las lágrimas escaparon antes de que pudiese hacer algún intento por frenarlas.

— Kim NamJoon yo… yo — la voz del Omega salió de sus labios queriendo consolarlo, pero solo hizo que las lágrimas se intensificaran.

El Alfa no le dio tiempo a seguir hablando, guardando su reloj en su bolsillo y dejando caer el pétalo de cerezo en el suelo. En el instante que los ojos de SeokJin siguieron el camino del pétalo hasta que esté tocó el piso, pudo observar de reojo como el Alfa se daba la vuelta y deshacía el camino antes realizado mientras corría.

No pudo detenerlo. Por más que quería hacerlo, su boca no soltó ningún sonido y los rápidos latidos de su corazón comenzaban a ahogarlo lentamente. Solo se limitó a ver cómo aquel joven desaparecía entre algunas de las personas que se hallaban en aquel lugar y deseó no haber mencionado nada de lo antes dicho.

Deseaba aceptar que lo acompañara en el camino a su casa y continuar apreciando aquella sonrisa que enseñaba esos pequeños y hermosos hoyuelos, deseaba continuar sintiendo aquel dulce aroma que desprendía aquel bello Alfa. Pero esos eran simples deseos.

Lo sabía. Lo había arruinado. Había herido a alguien que no conocía en lo absoluto y que solo se había comportado dulce con el.

Lo lastimó sin importarle nada. Y por primera vez se sentía como la figura de su padre. Algo en lo que él nunca quiso convertirse.

Jamás podría ver a ese dulce Alfa otra vez y mucho menos apreciar aquellos hermosos hoyuelos.

SeokJin no solo se sentía solo y triste. Algo más le faltaba; algo esencial en su vida de Omega.

Su Lobo se había ido.