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La ceremonia finalizó en un silencio completamente aterrador. El dolor continuaba allí, instalado en su pecho como si fuera un cuchillo de navaja afilada, el cual lentamente se incrustaba en su corazón. Observó al Alfa acompañado de sus suegros y la hermana de Jimin, quienes lloraban silenciosamente. El Alfa mayor colocaba su mano sobre el hombro del otro Alfa, como si de aquella manera estuviese consolándolo; entonces ante la presencia de todos, aquel Alfa, quien era irreconocible ante la atenta mirada de los presentes cayó golpeando sus rodillas en el frío y lodoso suelo del cementerio de Seúl.

El desgarrador llanto emitido tanto por el humano, como por el Lobo, logró estremecer hasta al más duro.

Su corazón se estremeció hasta el punto de hacerlo llorar al ver a ese Alfa sufrir de aquella manera. Frente a sus ojos, Min Yoongi siempre se había presentado como alguien imposible de quebrar, pero al verlo en aquellos instantes le hacía comprender que jamás conoció del todo a ese joven Alfa. Sus instintos le gritaban para correr a su lado, abrazarlo lo suficientemente fuerte para calmarlo y consolarlo para que ya no sufriera, pero al mismo tiempo sabía que lo mejor era permitirle liberar todo lo que cargaba dentro.

El señor Park se arrodilló tras el muchacho y levantándolo del suelo lo abrazó pegándolo a su pecho, como solo un padre podría hacerlo; dando a entender a los presentes que ese Alfa era miembro de la familia. La ceremonia en aquel lugar concluyó y la familia Park se dirigió, mientras acompañaban al joven, hacia el vehículo en el cual habían llegado al cementerio. El pálido giró su cabeza hacia atrás buscando la presencia de alguien, hasta que logró hallarlo con la mirada.

— Hoseok — llamó consiguiendo de manera inmediata su atención — ¿Podemos hablar en la cafetería donde nos conocimos? — preguntó antes de subirse en el vehículo.

— Por supuesto — respondió el Omega de manera serena — allí estaré — agregó casi en un susurro, observando como el Alfa abandonaba el lugar junto a la familia de su mejor amigo.

La silueta de su amiga Lisa se hizo presente a su lado, al mismo tiempo que está apoyaba su mano derecha sobre su hombro brindándole apoyo.

— ¿Crees qué sea una buena idea hablar con Min, luego de todo lo que sucedió entre ustedes? — indagó con sinceridad.

— No — contestó casi sin ánimo — dudo mucho que sea una buena idea Lis, pero si eso dejará tranquila la mente de Yoongi, creo que debería de hacerlo — añadió sin despegar su vista de la parte trasera del vehículo, el cual se volvía cada vez más borroso debido a la intensa lluvia.

— Está lluvia no tiene intensión de frenar por ahora — mencionó la joven cubriendo mejor al chico de cabellos rojos con su paraguas — tengo el auto de mí prima aquí en la esquina Hobi ¿Quieres qué te alcance hasta la cafetería? — ofreció de buena manera.

— No es necesario Lis, puedo tomar el autobús hasta allí — respondió dibujando una diminuta sonrisa en su rostro, el cual reflejaba a la perfección su tristeza — ¿Por qué mejor no acompañas a Jisoo al departamento? — preguntó girando su rostro para observar la cara de su amiga — tienen cosas de que hablar — agregó casi como si fuese una órden.

— Vine hasta aquí por ti Hoseok — contestó de manera fría la muchacha.

— No hagas eso — suplicó el Omega buscando la mirada de su mejor amiga — por favor habla con Jisoo, sé que ambas están sufriendo — agregó notando como la expresión en el rostro de la Alfa se suavizaba.

— Es difícil — dijo con voz cancina y entristecida.

— No es cierto — afirmó el chico parándose delante de la chica para lograr verla directo a los ojos — ustedes quieren hacerlo difícil, y lo que no se dan cuenta es que solo se lastiman — agregó con voz suave.

— Ojalá fuera tan fácil como dices que lo es Hobi — comenzó a hablar la joven Alfa — siendo completamente sincera no puedo estar junto a una persona que no confía en mí palabra, pero al mismo tiempo quiero pedirle perdón, decirle que todo esto es mí culpa, porque... porque... — continuó hablando sin notar que detrás de ella una joven de cabellos negros se acercaba bajo la lluvia sin importarle en lo más mínimo si se empapaba por completo — ...la extraño demasiado y cada segundo que paso alejada de su lado es como una daga ardiente que atraviesa mí corazón sin ningún tipo de piedad, quiero correr a su lado y explicarlo todo lo que sucedió aquel día sin ocultar nada, ni el más mínimo detalle, quiero decirle que la necesito, la amo y la odio por hacerme sentir de está manera, porque a cada segundo me siento morir Hobi y preferiría aguantar cualquier castigo que la Madre Luna me pudiese mandar a estar una milésima de segundo sin verla — agregó desahogandose mientras una lágrima resbalaba por su mejilla.

— Y entonces ¿Por qué en vez de decirme todas esas cosas a mí, no se las dices a ella? — preguntó el Omega haciéndole una seña con sus ojos — estoy más que seguro que ella se muere por decirte lo mismo — agregó colocando una mano sobre su hombro con cariño.

La joven giró sobre sus pasos para lograr apreciar la imagen de su bella y frágil Omega bajo la lluvia con sus ojos llorosos, la nariz roja debido al agua y el viento, y su labio inferior formando un puchero, enseñándole que en cualquier momento rompería en un llanto incontrolable. Solo había sido un día para ellas; solo un día, pero lo sentían como si fueran años.
La joven Alfa soltó el paraguas, el cual cayó al suelo, para caminar hacia su Omega y envolverla en sus brazos brindándole el calor y el soporte que ambas necesitaban.
Se separaron solo un momento para mirarse a los ojos y decirse con miradas lo que sus labios no se atrevían a decir.

— Perdón... Perdóname Lisa — sollozó la Omega dejando que las lágrimas resbalaran por sus mejillas.

— No cariño, yo soy quien debe pedirte perdón — murmuró la muchacha limpiando con las yemas de sus dedos las lágrimas que zurcaban el rostro de su novia — me dejé llevar por el enojo y no quise escucharte, perdóname mí Jisoo — agregó colocando su frente sobre la frente de su Omega.

Las gotas de lluvia dejaron de caerles encima de un momento a otro, lo cual las hizo mirar sorprendidas hacia arriba, para encontrarse con un paraguas que las protegía y a su amigo quién les regalaba un tierna sonrisa mezclada con melancolía.

— Ustedes tienen mucho de que hablar — mencionó brindándoles la sombrilla, la cual fue tomada por la Omega — y yo tengo un ciclo que cerrar — aseguró alejándose para dirigirse hacia la parada de autobuses.

Fuese lo que fuese que el Alfa quisiera hablar con él, sería un principio y un final a su historia, para dar comienzo a su propia nueva vida.

O al menos eso quería creer.

"Aroma A Cerezos" [Vhope/HopeV] 🍒[Omegaverse]🍒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora