Capítulo 13.

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Louis abre lentamente sus ojos cuando siente como Harry se removía de un lado al otro en la cama, soltaba suaves sollozos aún sin abrir sus ojos.

Estaba teniendo una pesadilla.

Louis se apoya en uno de sus brazos y nota como Harry se aferraba con fuerza las frazadas, gruesas lágrimas se deslizaban por sus mejillas.

—No, no, no, basta— murmura y Louis decide que es suficiente.

Pone una de sus manos sobre el hombro de Harry y siente como este se tensa bajo su toque.

—S-suéltame— el corazon del ojiazul se oprime y se acerca más a Harry.

—Harry, despierta— murmura y lo remueve un poco, no sabía como despertarlo, no sabía que debía hacer en un momento así.

—Basta, ¡aléjate!— grita antes de despertar de golpe, se incorpora en la cama y mira hacia a todos lados.

Louis se había quedado quieto en su lugar, estaba completamente en shock.

Harry finalmente pone su mirada sobre el ojiazul y es ahí cuando reacciona, el castaño no lo duda y abraza al ojiverde.

El rizado oculta su rostro en el cuello de Louis y solloza, se había asustado tanto.

Se había sentido tan real...

Lo peor es que no era una simple pesadilla, eran recuerdos, como le gustaría simplemente olvidar todo eso.

—No es real, estás aquí conmigo, ya pasó— Louis susurra cerca del oído de Harry y acaricia su espalda de arriba a abajo.

El castaño traga en seco cuando siente como las lágrimas de Harry humedecen su cuello, le dolía ver al ojiverde de esa manera y si este seguía así, rompería en llanto también.

—Lo siento, ¿te desperté?— pregunta de forma baja y finalmente se separa del cuerpo de Louis, limpia sus mejillas y respira hondo.

El ojiazul niega con la cabeza, no le diría que realmente lo había despertado.

No quería hacerlo sentir más culpable.

—Desperté antes— susurra con suavidad y mira la hora en el reloj de su velador, se habían saltado la cena.

Eran las 04:30 am.

Wow, habían dormido un montón.

—¿Tienes hambre?— Harry alza la mirada ante la pregunta y asiente con un poco de vergüenza— bien, iré a buscar algo de comer, por mientras puedes prender la televisión si quieres.

Harry traga en seco y no aparta la mirada de Louis hasta que este abandona por completo la habitación.

Finalmente se vuelve a recostar y pasa ambas manos por su rostro, quería mantener sus pensamientos lejos de lo que acababa de ocurrir.

Harry suelta un suspiro frustrado y luego muerde su labio inferior con fuerza.

Inevitablemente los recuerdos lo golpean una y otra vez, ¿por qué tenía que estar tan jodido?

Toma el control remoto del velador de Louis y enciende la televisión, cambia los canales sin realmente prestarle atención a lo que estaba haciendo.

Louis entra a su cuarto y cierra la puerta detrás de el con su pie, en sus manos traía una bandeja con galletas, pequeños trozos de queques y vasos de jugo.

Harry enciende la luz y el ojiazul agradece.

Deja la bandeja sobre la cama y pone ambos vasos en su velador.

—¿Qué pusiste?— la mirada de Louis se dirige a la televisión y hace una mueca al ver la película que se estaba reproduciendo.

—No la puse consciente— Harry responde rápidamente al notar que era una película de Zombies.

—Me gustan las películas así, pero necesitamos algo que nos cause felicidad— murmura para luego cambiar el canal, en algún lado deberían estar dando algo que haga olvidar a Harry la pesadilla que tuvo.

De pronto se detiene en una película en específico y voltea a mirar a Harry el cual ya tenía una pequeña sonrisa en sus labios.

Tierra de Osos estaba en la pantalla.

—¡Viene la mejor parte!— Harry se levanta de la cama y Louis lleva una galleta a su boca mientras lo veía con adoración.

—Que sepa el mundo que en marcha estoy... Con mucho que ver y vivir— canta con suavidad el ojiazul y el ojiverde no duda en tomarlo de la mano para jalarlo hacia a él.

Louis no se hace de rogar, pero antes de levantarse toma un par de galletas, le da una a Harry, este ríe y luego se come esta.

—Que sepa el mundo que en marcha estoy— canta la siguiente estrofa y Louis no puede evitar reír, era genial verlo así— que me gusta cada instante aquí, con el sol más brillante, mis pasos doy.

—No se aparta la brisa de mí— se le une el ojiazul y Harry se queda en silencio mientras ve a Louis cantar con la mirada fija en la pantalla.

El rizado se acerca al castaño y lo abraza por la espalda, Louis pierde la respiración y de pronto olvida toda la letra de la canción.

—Gracias por siempre estar ahí— Harry agradece de forma baja en el oído del ojiazul, este traga en seco y cierra sus ojos antes de voltearse para quedar frente a Harry.

La acción sorprende a ambos.

Louis abre sus ojos y apoya sus manos sobre los hombros del ojiverde, el ojiazul se sorprende al notar que Harry no se alejaba, así que decide tentar un poco más al destino.

Sube una de sus manos hasta la nuca del ojiverde y acaricia esta con la punta de sus dedos, por reflejo el rizado cierra sus ojos y mierda, Louis estaba siendo tentado.

Harry vuelve a abrir sus ojos y con un poco de temor toma al ojiazul por el mentón.

El castaño comienza a respirar agitadamente y nota como la inseguridad comienza a crecer en los ojos de Harry, él no lo besaría.

Todo quedaba en manos de Louis y este estaba tan alterado que no sabía en qué momento había pasado todo esto.

El ojiazul no lo piensa más y acerca su rostro a Harry indicándole que estaba de acuerdo, pero aún así habían duda en los ojos de este.

Finalmente Louis se inclina hacia al temeroso ojiverde y junta sus labios con los de este, sólo fué un roce.

Pero solo bastó ese roce para cambiar por completo la vida de ambos.

Dandelions |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora