Dandelions |Larry Stylinson|

Capítulo 20.

Cuando ambos entran al departamento se encuentran con el lugar un poco desordenado, había una ligera capa de polvo cubriendo los muebles y el ojiazul estornuda a causa de ello.

Harry estaba demasiado satisfecho con el lugar, significaba un nuevo comienzo.

Así que sin decir nada deja su bolso en el suelo y toma el escobillón que estaba apoyada en la pared cercana a la cocina.

Louis sólo lo mira barrer desde su lugar así que sin pensarlo mucho saca el celular de su pantalón, si iban a limpiar por menos lo harían con música.

Prende el viejo equipo que estaba lleno de calcomanías y conecta su celular al cable auxiliar, espera pacientemente a que una de sus playlist cargara.

Harry deja de barrer porque había reconocido la playlist, no entendía como a Louis podía gustarle ese tipo de música a su parecer esta no lograba transmitir nada.

El castaño se levanta y va a buscar un paño para sacudir.

—De verdad jamás logré entender porque te gusta tanto eso— Louis mira brevemente su celular y se encoge de hombros.

Su playlist se llamaba “Tech en la casa” y básicamente era techno con canciones de deep house.

La canción que estaba sonando en ese mismo momento era “Infectious” de Niko The Kid.

—Mira, separa las piernas y balancéate de lado a lado— murmura para luego acercarse al ojiverde, este hace lo pedido y Louis asiente indicándole que lo estaba haciendo bien— cuando sientas que la música está subiendo es porque luego viene un quiebre.

Harry frunce su ceño ante eso, no entendía nada, por lo cual Louis se pone a su lado.

—Ahora cierra los ojos y balancéate al mismo ritmo de la música, ella misma te indica cuando hacerlo— el ojiverde ríe y cierra sus ojos— ahora imagina las luces de distintos colores impactando contra tus párpados.

Y tal como lo había dicho Louis la música comienza a subir y este con toda la confianza del mundo, acaricia los brazos de Harry desde la muñeca hasta los hombros.

—Me gusta lo que me hace sentir— termina por murmurar y se separa del ojiverde, este abre sus ojos y suelta un suspiro, ahora lo entendía.

—Creo que nunca me había dado el tiempo de hacer eso— Louis se encoge de hombros y va a cambiar su playlist, pone la normal y la deja en aleatorio.

Cuando Harry reconoce la canción no puede evitar sonreír.

Mira como Louis limpiaba la mesa de centro y parecía estar concentrado en eso, pero tal como Louis le hizo bailar ese tipo de música, mínimo debía devolverle la mano ¿no?

Así que no lo piensa mucho cuando ya estaba frente a él, el ojiazul ladea su rostro confundido y pierde el habla cuando Harry toma una de sus manos y lo jala hacia a el.

¿Qué...?

—Yo bailé, ahora tú bailas— Louis iba a negarse, pero luego termina aceptando.

Enfoca su atención en la canción y alza ambas cejas cuando se da cuenta que es “Kiss Me Slowly” de Parachute.

Las manos de Harry se aferran a su cintura y el ojiazul traga en seco, de una forma torpe termina poniendo sus manos sobre los hombros del ojiverde.

Estaban tan cerca que podía sentir su respiración y cuando pensó que no podía ser más perfecto, sucedió, ambos conectaron sus ojos y no apartaron la mirada, se balanceaban de un lado al otro, bailando en el medio del caos.

Louis siente como su corazón quería escapar de su pecho al ver la sonrisa en los labios de Harry.

—Oh, I'm not sure what this is gonna be, but with my eyes closed all I see...
Is the skyline, through the window— la voz ronca de Harry se une a la canción y se separa un poco del cuerpo de Louis y toma su mano, lo hace girar en su lugar y lo vuelve a pegar en su cuerpo.

Las piernas del castaño temblaban.

—The moon above you and the streets below— Louis ríe con suavidad y retiene la respiración cuando la mano de Harry sube a su mejilla derecha.

¿Qué iba a hacer?

Ambos dejaron de bailar y aunque lo intentaran, no podían mantener la mirada fuera del otro.

—Hold my breath as you're moving in,
Taste your lips and feel your skin— el dedo pulgar de Harry acaricia la suave piel de Louis— When the time comes, baby don't run, just kiss me slowly.

El ojiazul jamás pensó que eso ocurriría, simplemente se había imaginado un montón de situaciones en donde Harry se inclinaba a él para poder unir sus labios, pero sólo pasaba en su mente.

Ahora realmente estaba ocurriendo y cuando estaban a punto de besarse, el ojiverde se detiene.

Louis iba a preguntar el motivo de aquello, pero no fué necesario.

—Consentimiento— murmura de forma baja y Louis entrecierra sus ojos.

—Siempre lo has tenido— sólo necesitó eso para que finalmente juntaran sus labios y a penas lo hacen tienen una explosión en sus cuerpos.

Como si miles de fuegos artificiales hubieran explotado dentro de ellos, era una sensación indescriptible.

Harry sonríe sobre los labios de Louis y el ojiazul pensó que se iba a separar, pero es sorprendido cuando el ojiverde sólo se permite tomar un pequeño respiro antes de volver a besarlo.

Y déjenme decirles, que el ojiazul se sentía como el chico más afortunado del mundo, estaba siendo besado por la persona que había amado durante mucho tiempo y una de las canciones más preciosas estaba sonando de fondo.

Sin pedirlo, esa canción se había convertido en su canción.

Louis es el que termina rompiendo el beso primero, pero aún así deja pequeños besos sobre los labios de Harry.

No podía creerlo.

Ambos ríen y finalmente se envuelven con sus brazos, el abrazo era tan apretado que podían sentir sus corazones acelerados.

Se había sentido como rozar la galaxia con la punta de sus dedos.

La puerta del departamento es tocado con suaves golpes y ambos se separan.

Louis es el que abre la puerta del lugar y se encuentra con su familia al otro lado de esta.

Su padre traía un bolso colgado en su hombro y su madre llevaba cajas de pizza en sus manos.

—¡A comer!— Amelie muestra las cajas y camina hacia la mesa del lugar.

Lo irónico es que hace un par de minutos atrás ambos chicos literalmente se habían comido los labios del otro.