Final.

2.3K 212 149
                                    

Cinco años después:

Louis no sabía porqué había aceptado tal idea de Harry, ahora que no veía absolutamente nada y solo era guiado por las manos de su novio en su cintura, realmente se había arrepentido.

Habían estado caminando alrededor de dos minutos desde que habían dejado el auto aparcado, podía escuchar las hojas secas quebrarse bajo sus zapatos, no tenía idea de donde estaban.

De pronto un viento helado golpea su rostro y frunce su ceño ante eso, estaba tan confundido.

—¿Ya llegamos?

—Ya casi— el ojiazul siente como Harry envuelve su cintura con su antebrazo y lo apega a su cuerpo— ahora si llegamos.

Louis inmediatamente lleva sus manos al nudo de la venda que estaba en su nuca, pero Harry se le adelanta.

Cuando la tela es retirada de sus ojos parpadea un par de veces para acostumbrarse a los rayos del sol.

Louis inmediatamente mira a su alrededor y el aliento se le escapa, estaban en un precioso mirador.

Grandes árboles estaban alrededor y el pasto junto a las pequeñas flores predominaban en el lugar.

Harry lo había llevado a ver el atardecer.

Un precioso e inolvidable atardecer.

Voltea a ver a su novio y se acerca hacia a el para besarlo con suavidad, adoraba el gesto que había hecho por él.

—Esto no es todo— murmura con suavidad y apunta hacia a un costado, Louis voltea a mirar y ve una gran cantidad de dientes de león repartidos por la zona.

—¿Pediremos un deseo?

—Exacto, ve a traer dos.

Louis amaba esa tradición, amaba pedir deseos junto a Harry, de alguna forma le recordaba como había comenzado todo.

El castaño se separa del cuerpo del rizado y va a recoger dos dientes de león, en ese momento Harry aprovecha para soltar el aire retenido, limpia sus manos en su pantalones y luego se toca el rostro con estas.

Estaba tan nervioso que sentía que la sangre había abandonado su cuerpo.

Louis regresa y le entrega uno a Harry, el ojiverde como agradecimiento deja un beso en su frente y toma una de las manos del castaño.

Ambos ponen su mirada sobre el mirador y cierran sus ojos para pedir un deseo.

Pero algo diferente ocurre en ese lugar.

Harry pide su deseo en voz alta.

Deseo que Louis acepte ser mi esposo— sin más sopla el diente de león y el ojiazul queda tan sorprendido que olvida por completo su deseo.

Traga en seco cuando ve a Harry arrodillarse frente a él con una caja de terciopelo entre sus manos, abre esta y el castaño puede ver un anillo de oro blanco bastante precioso.

—Louis, ¿me aceptarías como tu esposo?— y el ojiazul ríe por como Harry había cambiado la pregunta.

Había dejado en evidencia que para él sería todo un honor llamarse como a sí mismo el esposo de Louis.

Dandelions |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora