Capítulo 36.

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La estancia de Louis había sido amena, tenía conversaciones con Elena y en sus ojos realmente se veía la preocupación hacia su hijo, el ojiazul esperaba que algún día pudiera conversar con Harry, porque estaba seguro que había algo de trasfondo en esa historia.

Ambos adolescentes dormían juntos y Louis llamaba una vez por día a su madre para contarle como estaba, esos días habían sido fenomenales.

Habían ido a la playa en donde habían quedado llenos de arena, Louis se había disgustado un poco por eso, pero al final terminó riendo al ver como Harry había quedado empapado por completo a causa de una ola que no había visto venir.

También fueron al parque en donde se sentaron debajo de la sombra de un árbol y se habían puesto al día con todo lo que había sucedido en esas semanas, reían ante las nuevas historias y contaban chismes, también se pusieron al día con todos los abrazos y besos que no habían podido darse.

Ambos se levantaron del lugar con sus labios adoloridos y rojizos, pero no se arrepentían de nada.

Ese día habían salido recién del cine, habían ido a ver una película que eligieron con piedra papel y tijera, realmente no habían ido a ver ninguna en específico y simplemente cada uno eligió una al azar y apostaron.

Era una idiotez lo que habían hecho, pero hacer ese tipo de cosas les llenaba el corazón.

Louis había tomado tanta bebida que a penas salieron de la sala se fué corriendo al baño mientras Harry cargaba con la bandeja que habían utilizado.

El ojiverde bota la basura y pone la bandeja en donde debía ir, se dispone quedarse ahí parado mientras esperaba a que Louis saliera del baño, había mucha gente y era entendible, varias personas habían ido al cine ese día.

Harry frunce su ceño cuando lo empujan con suavidad, voltea por costumbre y se topa con un par de ojos verdes.

—Lo siento, no te había visto—murmura con una sonrisa apenada y los ojos del chico cambian cuando lo reconocen, alza ambas cejas y da un paso hacia atrás.

Era uno de los antiguos amigos de Zayn, uno a los que había golpeado, aun se podía ver en su rostro algunos moretones, la mirada de Harry recae en las manos del chico y ve como sostenía a dos niñas pequeñas con estas.

Sonríe de medio lado al ver como ambas lo miraban expectantes con grandes ojos verdes, parecían ser sus hermanas.

—Discúlpame a mi— murmura para luego poner de nuevo sus ojos sobre el chico, este le sonríe y asiente para luego volver a caminar alejándose del lugar, ese día se había visto muy malo, pero ahora era como ver a una persona diferente.

¿Él era el que se había quedado dormido mientras el director los sancionaba? Parece que sí.

—Uff, la fila era muy larga— Louis llega a su lado y Harry ríe al escucharlo—¿de qué me perdí?

—De nada importante, me topé con uno de los chicos que golpeé en la escuela—la sonrisa de Louis se apaga y frunce su ceño de inmediato.

—¿Te hizo algo?— el ojiverde niega con su cabeza

—Estaba con sus hermanas menores-
— Louis toma eso como respuesta y luego lleva una lata de coca cola a sus labios, el ojiverde lo mira confundido y los ojos de Louis se ponen sobre el momentáneamente.

Baja la lata y arquea una de sus cejas.

—¿Qué?

—¿Te compraste otra bebida?— Louis rueda los ojos y mueve sus labios repitiendo la pregunta de Harry en un claro gesto de burla, era obvio que se había comprado otra lata.

—No fíjate, todo esto es una ilusión.

Harry ríe y lo abraza por la cintura, lo apega a su cuerpo e intenta besarle, pero Louis se inclinaba hacia atrás esquivando cada beso.

—¿Por qué me intentas besar?

—Para comprobar si esto es realmente una ilusión o no— el ojiazul se ablanda y es él el que se inclina para unir sus labios con los de Harry, el ojiverde siente el sabor a coca cola en los labios de su chico y ríe por eso.

—¿A qué conclusión llegaste?

—A que eres jodidamente real, pero aun así necesito más besos— Louis no se niega y vuelve a besarlo, lo amaba muchísimo, el sentimiento no le cabía en el pecho.

Harry suelta un quejido cuando su labio inferior es jalado con un poco de fuerza, se separa de Louis y le da una mala indignada.

La mirada de Harry se desvía y ve una máquina de peluches, sonríe ampliamente y se aleja de Louis, toma su mano y lo jala con él hacia a ella. El ojiazul mira la máquina y ríe para poner sus ojos sobre los peluches que estaban al interior de esta.

—Me pregunto si habrás perdido tu toque.

—Eso lo veremos ahora.

Harry le echa una moneda y con el pequeño control comienza a mover la garra, verifica que estuviera en el lugar indicado y aprieta el botón rojo.

Ambos chicos se mantienen expectantes y Louis de verdad no podía creer como era que Harry podía sacar peluches de ese tipo de juegos, él lo intentaba una y otra vez y jamás lograba sacar algo.

El peluche que el ojiverde había sacado esta vez era una tortuga bastante adorable.

Louis sonríe de forma avergonzada cuando Harry se lo pasa, le encantaba, joder.

—Gracias— murmura en forma baja y Harry se inclina hacia a el para dejar un beso sobre su frente.

—Gracias a ti, ¿vamos por un helado ahora?— Louis asiente de inmediato y le da un último trago a su bebida para luego botar la lata al basurero y tomar la mano de Harry.

Ambos abandonan el cine entre risas y pequeños empujones, se habían puesto a comentar sobre que les había parecido la película y  ambos llegaron a la conclusión de que la próxima vez irían a ver alguna que les agradara a ambos.

Exactamente una de terror, apostando que el que más se asustara debía pagar la próxima salida al cine.

Y ambos hablan como si tuvieran todo el tiempo del mundo, cuando a Louis no le quedaban nada más que sólo dos días ahí, pero ambos estaban seguros que podrían realizar todo lo prometido algún día.

Lo harían.

Dandelions |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora