CAPITULO 9

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JENNIE.

—¡Abre la puta puerta!—Kai me quedó mirando y bufó resignado. Su cuerpo se tensó sobre el mío.

Quizá están esperando que nombre a Lisa y diga que ella era la que se encontraba del otro lado, pero no tenía siquiera que abrir esa puerta para saber que ella no era; su voz la tenía grabada en mi memoria y no la confundiría ni a ojos cerrados.

—Ve a abrir—me indicó cuando me soltó.

Parece que se había vuelto a "relajar", fue como si por unos minutos hubiese visto a otro Kai y ahora su pecho volvía a respirar con normalidad, mostrándome nuevamente la versión que yo conocía. Se trató de segundos que había cambiado de una faceta tan extrema a otra tan razonable y moderada, aquello llamó mi atención.

Me enderecé restaurándome y recomponiendo la poca compostura que me quedaba y con el pulso tembloroso me encaminé hacia la puerta.

De igual manera, ¿quién era qué me tocaba a esta hora? Y otra observación, ¿por qué habló de esa manera cómo sabiendo qué estaba ocurriendo del otro lado?

Saqué el seguro y la abrí.

—¿Jisoo? ¿Qué haces a—no pude terminar de formular la pregunta, ella se adentró enfurecida y a paso decidido yendo directamente a donde él se encontraba.

—¡Acabas de cavar tu propia tumba, idiota!

No hubo mucho preámbulo ni prefacio por hacer.
Simplemente ella se acercó y sin esperar a que Kai respondiera, alzó su mano en forma de puño y se la estrelló en el rostro.

—¿¿Pero qué mierda te sucede??—quejó Kai sobándose la nariz—¿eres estúpida? ¿Qué mierda te pasa? ¿Estás mal medicada o qué demonios, Kim?

—Véte bien al infierno—nuevamente golpeó contra el, agitó su mano en el aire aliviando el dolor y volvió a cerrarla—¿¿No has aprendido?? Te dije que la próxima no te saldría tan fácil—su cuerpo estaba seguro y sus respiraciones eran cortas y bajas. No estaba alarmada, ni en lo más mínimo; a diferencia mía, se la notaba encabronada y con mucha ira en sangre—te dije que la próxima vez te partiría tu puto rostro—Kai se tambaleó hacia atrás por el puño que se estrelló contra el costado de su tabique y eso llevó a que un hilo de sangre no tardara en desprenderse.

—No quiero golpearte, no me busques—le señaló escupiendo hacia un costado y corriendo la sangre con su mano—¡estábamos con Jennie tranquilos! ¿Qué mierda buscas?

—Jen—me llamó dándose vuelta para mirarme. Yo estaba dura, sin entender bien que pasaba exactamente. Aún seguía parada sobre el marco de la puerta y con la misma abierta—¿estaban tranquilos?

Kai me quedó mirando.
Sus ojos no fueron amenazantes, más bien parecía rendido o cansado.

—Yo n-no—respondí tragando duro.

—No sé que carajo estás pensando, pero no tienes idea de nada—soltó el hacia ella mirándola desde arriba—eres una jodida imbécil, deja de dramatizar tanto la situación—gimoteó tosiendo apenas—¿qué puta mierda te sucede que caes de madrugada como una jodida loca?

—Bueno—se calmó tomando una gran calada de aire—me acaba de despertar Lisa pidiendo que venga a ver cómo está Jen—miró sus uñas e hizo una mueca asqueada cuando vió que se le habían pintado dos en rojo vivo—y a eso vine.

—Véte al infierno, Jisoo. Largo, estamos ocupados—pero ella no se movió, así que el la empujó para quitársela de encima. Pareció ser que aquello lo único que hizo fue lograr que a mi amiga se le cruzaran más los cables.

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