FULL IN BLOOM

CAPITULO 20

LISA.

—Jen, hey—apenas me escuchó, se giró apresurada para verme—joder Jennie, lo lamento—mi voz se entristeció quebrada.

—¡Dios!—quejó Chu soltándola y pasándose la mano por la frente.

—Jennie, yo... no pude hacer na—me frené sorprendiéndome cuando sentí sus brazos rodearme el cuerpo entero—Jennie lo lamento mucho. Si yo, si yo hubiese llegado a tiempo.

—Lisa, solo abrázame—se rompió queriendo esconderse entre mi cuello.

—Joder Manoban, podrías haber avisado que saliste de la clínica. Me tenías preocupada. Carajo—acaricié el cabello de Jennie intentando calmarla al menos un nivel y me quedé mirando las ojeras de Jisoo junto a su rostro de pocos amigos.

Ojeras que indicaban una desvelada untada en insomnio con esencia a confusión y mil preguntas.

—Lisa—Rosé cayó al inicio de la reunión que estábamos por tener—por favor...—susurró—gracias que estás bien. ¿Qué ha pasado?

Las imágenes volvieron a mi.

Jennie todavía no se desprendía y las otras dos se me quedaron mirando expectantes a mi relato.

Relato que seguramente estuvieron esperando toda la noche.

—James ha vuelto—dije sin más y sin saber muy bien que decir.

¿Qué debía decir?

Estábamos en una situación en la que no era muy amena para ponerse a narrar un asesinato pero... aquellas imágenes se aferraron en mi mente sin intención de abandonarme.

"LISAA".

Todavía tengo su grito desgarrado en mi garganta como salió desde la suya; el momento en que Ruby gritó a todo lo que dieron sus pequeños pulmones pero, mierda, yo no pude hacer nada.

Tragué pesado.

—Hey, Lisa.

—¿M-hm?—Jennie se separó y acarició la cicatriz de mi mentón mirándome con sus pequeños ojitos tristes.

—¿Qué sucedió?—sentenció Rosé.

Bajé la vista sin poder verlas y suspiré con demasiado dolor muscular.

FLASHBACK

¿Qué puta broma había sido la de Kai? ¿Podía si quiera considerarla así? ¿Qué carajos estaba sucediendo?

"James se hará un festín aquí".

"En diez minutos es la hora del té".

—¿Es qué no puedo vivir una semana en paz?—murmuré tocándome la cadena que me había regalado Jen.

Puta mierda. Esto es una jodida basura, y ahora parece que al idiota no sé qué se le ha subido a la cabeza para tener que decir aquellas mierdas.

El señor dobló cambiando de dirección y mis nervios junto a una creciente ansiedad no tardaron en hacerse presentes.

¿Realmente estaba ocurriendo algo?