CAPITULO 33

5.4K 320 467
                                    


"Formas parte de mi".
Aunque no vuelva a verte nunca.

JENNIE.

—Lisa, baja la vista—susurré tensa viendo como ella no paraba de mirarlos—joder, me estás preocupando.

—Pues deberías—murmuró un poco molesta—¿¿cómo es qué tu padre está aquí de lo más libre??—mis ojos bajaban al mantel, subían a ella y volvían a la tela. Ping pong—¿Y qué demonios hace Ankee aquí?—de un segundo a otro, la energía de ambas se inquietó.

No sabía que decir, más que regañar a Lisa con que dejara de mirarlos tanto. Pero la realidad era, que ella estaba con la sangre que se le hervía; y aunque pusiera un par de hielos dentro, no servirían de nada por la alta temperatura que comenzaba a manejar ahí metida esa mujer.

El estómago se me revolvió quitándome el poco apetito que me quedaba. Como para no estarlo; James se encontraba sentado extremadamente ordinario, como cualquier ciudadano libre e impune. Y no solo eso, la madre de Rosé, nuestra supuesta "aliada", parecía estárselo de lo más tranquila.

¿De qué nos habíamos perdido?

—Lisa...—estaba incómoda, quería irme—creo que deberíamos marcharnos...

—Aguarda, hay que espiarlos—respondió cubriéndose con la carta.

¿Eh? ¿Y a esta qué le pasa?

—¿Qué? ¿Espiarlos? No estamos en una puta película de Hollywood, Lisa. En serio, quiero irme—advertí por segunda vez.

—Jennie, por favor cállate—su boca estaba rígida, sus ojos penetraban aquella mesa y no hacía más que tragar saliva.

—¿Qué haremos si nos ven?—mi estómago comenzó a sonar.

—Descuida, desde el hotel no pueden dar información personal a nadie, si tu padre o Ankee preguntan, no obtendrán nada.

Joder Lisa. Joder.

—Me refiero a que si, Dios, a que si nos ven ahora y vienen para aquí—el aire de a poco empezó a ser un problema.

—No vendrán.

¿Por qué nunca piensa las cosas?
Bueno, es por este motivo que hoy por hoy no estamos juntas.

—¿Cómo lo sabes?—intenté tomar una calada de mi propia respiración pero fue en vano, los pulmones no me estaban dando.

Las voces en mi mente despertaron. No era momento para volverme loca.

Necesitaba controlar los últimos estribos que me mantenían cuerda. Y si ella no pensaba ayudarme, tendría que hacerlo sola.

—Joder Jen, no lo sé—ahogándome, intenté respirar bajo—¿Qué te sucede?

—Me duele un poco el pecho—jadeé apretándomelo.

—¿Puedes respirar?—busco mi mirada aún cubriéndose.

—Si, solo que—tomando la mayor bocanada que pude, jadeé sintiendo como las manos se me fueron ablandando.

Comencé a impacientarme, alarmarme. Todo mi sistema sanguíneo se puso tirante, como si me fuera cortando poco a poco a medida que las gotas de agua iban tomando más y más peso, convirtiéndose en sudor sobre mi frente.

Hace meses que no sabía nada de el, de un minuto a otro se había borrado; era causante de todo mi malestar emocional y psíquico.

Jennie...

Mierda.

¿Pero mira quién está ahí?

Por favor, cállense.

FULL IN BLOOM  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora