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─¡Bienvenidos sean a un nuevo año escolar, mis queridos alumnos! ─la voz del hombre se escuchó por todo el renovado patio. Traía puesto un traje de color negro, el cabello peinado hacia un lado y los zapatos impecables─. Me alegra verlos luego de tanto tiempo.

Bajo ese pequeño escenario montado en el centro del lugar, se encontraba el grupo de chicos, la mayoría muertos de sueño y deseando que Lee Sooman acabase luego con su discurso.

Hwang Hyunjin y Na Jaemin estaban tomando un par de cafés que pasaron a comprar antes de entrar a la reconstruida escuela, y aunque el sabor no era tan agradable, mientras los mantuviese despiertos no habían quejas sobre ello. Lee Jeno, en medio de ambos, tenía las manos metidas en sus bolsillos, observando todo con su característico desinterés. Y Yang Jeongin, junto a su novio, no dejaba de pasar el peso de su cuerpo de un pie a otro, ansioso por el comienzo de clases que seguro traería más sorpresas que el año anterior. Seo Changbin y Lee Felix estaban un poco alejados de ellos, perdidos en la multitud para que no viesen como el menor devoraba su desayuno que no pudo comer porque se había quedado dormido. Zhong Chenle, como era de esperarse, molestaba a los demás junto a Han Jisung, ninguno podía creer la energía que se cargaban desde tan temprano, Park Jisung era el centro de sus bromas, y Lee Donghyuck y Mark Lee ni siquiera emitían palabra debido a la asquerosa resaca que tenían.

Lee Minho, por su lado, ni siquiera quiso escuchar las palabras, probablemente falsas, que diría el hombre. Así que se fue al baño a jugar con su celular para pasar el rato. Luego le preguntaría a los chicos si es que era tan importante la razón por la que alargaron la bienvenida al año escolar.

─Es mi deber informales que, junto a los profesores, profesoras y directiva de la escuela, hemos decidido comenzar con un nuevo proyecto para aquellos alumnos que viven fuera de la ciudad.

─¿Qué demonios va a decir? ─Donghyuck pregunta por lo bajo, sintiendo de inmediato un fuerte dolor que le recorrió toda la cabeza.

Quizás no fue tan buena idea irse de fiesta el día anterior.

Habían estado bebiendo y bailando hasta la madrugada, tanto que ni siquiera era capaz de recordar bien la hora. Lo que sí, sabía que llegaron muy tarde a casa, Mark casi se cae de la escalera e intentaron hacer el amor, acto que no les resultó, ya que ni siquiera se podían el cuerpo y rieron hasta dormirse. Cuando sonó la alarma dos horas más tarde, conocieron el verdadero infierno.

─No seas así con tu abuelo ─Han Jisung se burló, dándole un ligero empujoncito de hombros.

Donghyuck quiso reír y opinar algo más, pero entonces, el hombre volvió a hablar.

─Como pueden ver ─se giró para señalar la gigantesca escuela detrás, incluso más de lo fue alguna vez. Volvió a su posición inicial y le sonrió a la multitud atenta─, nuestra escuela ha sido reconstruida con una capacidad que ninguna otra tiene en Seúl, esto es únicamente para alumnos que deben levantarse más temprano de lo común y viajar durante horas para poder estudiar, y esto es... ─el silencio reinaba cuando exclamó con voz alta y emocionada─: ¡Un internado!

Hyunjin escupió su café hacia el suelo y Jaemin terminó tosiendo debido a la sorpresa, tanto que Jeno tuvo que brindarle suaves palmaditas en su espalda delgada.

"No puede ser" fue el pensamiento en conjunto que cruzó por la cabeza de todos esos alumnos. El bullicio e interrogantes se hicieron presentes. Acompañado de rostros asombrados, y a la vez, un poco emocionados.

─Pero como este primer año es de práctica, cualquier de nuestros alumnos y alumnas podrá inscribirse al internado, independientemente de dónde vivan ─dijo con tanta seguridad que a algunos les enfermaba─. Y sin más preámbulos, sean bienvenidos a un nuevo año escolar. Tienen una semana para informar si es que desean ser participantes del internado y que se les asigne una habitación en el cuarto piso.

Crazy Babies (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora