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─¿Y por qué se muere? ─preguntó Han Jisung, muy atento a la película. Tenía el ceño ligeramente fruncido y en sus manos había una gran bandeja con diferentes tipos de comida chatarra.

Minho a su lado, estaba bostezando. ─Ni idea, probablemente de estúpido. ¿Quién se arriesga así?

Era viernes por la tarde, unas cuantas horas antes de que esa misma habitación se convirtiese en un desastre debido al plan que tenían como grupo, y Han Jisung con Lee Minho quisieron aprovechar la situación que se les presentó. No habían pasado mucho tiempo juntos la última semana, ya que ambos decidieron concentrarse en los primeros exámenes y así comenzarían más que bien su año escolar, prometiendo que en cuanto se desocuparan, volverían a ser la joven y unida pareja.

─Las películas de terror son tan predecibles ─se giró, la película seguía avanzando en la televisión pero el atractivo rostro de su novio, de repente, se le hizo mucho más interesante─. Mejor bésame.

Y como si no pudiese decirle que no, lo cual no estaba tan errado, Minho acabó con el espacio entre ambos. Lamiendo suavemente la boca de Jisung, su lengua repasó los húmedos labios que le estaban esperando, mordió el inferior, sin mucha fuerza como para dañarlo, pero sí la suficiente para hacer suspirar a Jisung en su boca. Finalmente le acerca en un beso, sus dedos recorren la delgada figura hasta llegar a su trasero y romper cualquier centímetro que los separase, al mismo tiempo que acariciaba toda la zona bucal con su lengua.

─¿Quieres seguir viendo? ─Minho preguntó entre besos, con las manos todavía sobre el trasero del otro mientras mueve las caderas contrarias, haciendo suspirar a los dos por igual. Jisung niega con las mejillas más que rojas─. Está bien... ─cambia de posición en un rápido movimiento, dejando a su lindo novio bajo su cuerpo─. Me gusta como te ves desde aquí.

─¿A qué edad conociste a Chanhee?

Minho se detiene y mira a Jisung, sin poder creer que el tema volviese a salir a flote. Pensó que no haría muchísimas preguntas respecto a eso, después de todo, no dejaba de ser incómodo saber que el ex de tu actual pareja andaba rondando por ahí. Es decir, la confianza es lo primordial en las relaciones, pero si Minho estuviese en su lugar, ni siquiera se atrevería a preguntar debido a la incomodidad que esto le causaría.

Por supuesto que con Han Jisung no sucedería igual, así que, de todas maneras, no perdía nada con contarle si tanto deseaba saber.

─Mmmh... ─hizo memoria, mientras volvía al juego y le bajaba el pantalón a Jisung. Oh, mierda. Adoraba sus muslos más que nada en el mundo─... A los dieciséis, creo. Terminamos un año después de eso.

Él asintió, dándole suave masajes en su espalda. Cuando los pantalones ya habían abandonado las bonitas piernas de Jisung, quitó su pantalón también y lucharon para no perder la paciencia con los infinitos botones de sus respectivas camisas, las hubiesen rajado si no fuese porque pertenecían al uniforme escolar y conseguir unas nuevas sería misión imposible. No obstante, valió completamente la pena cuando sus pieles se rozaron luego de tanto tiempo, sintiendo el calor contrario. Las piernas de Jisung se enrollaron en las caderas de Minho, la fricción les hizo suspirar y olvidar por un momento lo que estaban hablando.

─¿Por qué quieres saber eso?

─Simple curiosidad ─no le creía.

Los ojos de Jisung se cerraron inconscientemente, respirando de manera seguida y ruidosa, como si se estuviese ahogando en lo más profundo del mar y saliese a la superficie en busca de aire puro. Es tan hermoso que Minho no se puede abstener de besar sus clavículas, parte de su pecho, bajar por sus costillas y sobre su ombligoJisung responde con la espalda arqueada y mueve su mano por su propia ropa interior, agarrando el eje de su pene.

Crazy Babies (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora