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CHAT ENTRE
FELIX Y CHANGBIN.

Lix.
Pero yo quería ir :(

Bin.
Pero andan varios inspectores en los pasillos y sabes qué sucederá si te descubren.

Lix.
No es justo :(

Bin.
Primero: estás haciendo un berrinche.
Segundo: luego te vas a arrepentir si te descubren, así que piensa bien las cosas antes de hacerlas, Felix.

Lix.
¿No quieres dormir conmigo?

Bin.
¿Cuándo dije eso?
Te estoy diciendo que independientemente de lo que hagas, sigues siendo el mismo niño de siempre y más tarde te sentirás mal contigo mismo si te descubren.
No se trata de si quiero dormir contigo o no.

Lix.
Mmmh

Bin.
Sí quiero, Felix.
Pero evítalo esta noche o hasta que ya nadie te pueda echar del internado por ir a meterte a otra cama.

Lix.
Está bien :(
Tendré que escuchar las historias de Chris.
Al menos me entiendo con él... o eso creo.

Bin.
Ya, deja de quejarte.
¿Quieres que te llame?

Lix.
Si tú insistes uwu

Bin.
Está bien, me cambio y te llamo.
Realmente siento como si estuviera tratando con un niño con maña.

Lix.
Enojado.

Enojado

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La puerta de la habitación se abrió y Jeongin jura escuchar su propio corazón latiendo rápido en su caja torácica y la garganta le ardió, una sensación similar a cuando lloraba, pero esta vez no había ni la mínima señal de gotitas corriendo por sus mejillas. Una alta figura hizo presencia y tuvo que quitar la mirada porque Hyunjin ni siquiera le prestó atención y era el único intentando hacer contacto visual, este entró como si estuviese completamente solo.

Suspiró ruidosamente y llevó las rodillas hasta su pecho.

Le dolía no poder expresar lo que sentía, lo que le atormentaba durante esos días, pero más le dolía la indiferencia de Hyunjin. Y mierda, quería, necesitaba explicarle que nunca fue su intención herirlo y que se dejó llevar por los sentimientos del momento. Sin embargo, no sabía cómo hacerlo sin acabar en una crisis nerviosas o arruinando más su relación. La culpa lo estaba volviendo en su víctima y no tenía ni la menor idea de cómo librarse de ella.

Es como un eco que retumba en su cabeza, le repite las mismas malditas palabras y se desgasta para volver a florecer. Así se siente, tan desolador.

─Voy a apagar la luz ─avisó con la voz sospechosamente ronca, Jeongin asintió sin levantar el rostro para mirarlo y luego todo estaba negro. Hacía frío.

Crazy Babies (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora