. 14 .

2 0 0
                                    

El dolor de mis pies se extiende por mis extremidades bajas, mis piernas empiezan a doler de una manera increíble, mi estómago se aprieta y siento como mi corazón quiere salir sin mi permiso. Debo detenerme para poder así tomar un poco de aire, todos me pasan terminando el circuito y dejándome de última.Tan pronto como todos se voltean a verme con una expresión de superioridad mi estómago se regresa y todo mi desayuno sale de mi.

—¡¿ Cassy ?! — Louise llega a una velocidad increíble hasta mi y toma mi cabello mientras vacío mi estómago por tercera vez en lo que va de la semana. Jayden obliga a todos a irse y se acerca a nosotras —¿ Estás mejor ?

Asiento tomando un poco de agua y tratando de estabilizar mi respiración —Si sigues sintiéndote mal voy a tener que suspenderte — la firmeza de Jayden me advierte que va enserio, ruego por que no lo haga pero parece que ya tomo la decisión —Lo siento Cassidy, pero no necesito que sigas asqueado a mis cazadores. Tomate unos días.

—No... espera —intento que escuche, pero solo me da una mirada seria y se retira. Me quedo junto a su hermana afuera un rato —Mierda, de verdad necesito esas prácticas.

—Ahora lo que necesitas es descansar, todo esto te está afectando — arrugo las cejas cuando empieza a hablar. Estoy harta de que piensen que todo lo que me pasa es culpa de que aún no me acostumbro a esta lugar. A lo lejos vemos como unos chicos le hacen señas a ella —Mierda, olvide eso con los alados.

—Vete, estaré bien — me da una mirada desconfiada pero luego se va corriendo hacia ellos cuando ya no puedo verla me giro hacia el líquido que salió de mi. Hago cara de asco —Simplememte repugnante.

Tienes razón —choco las cinco telepáticamente con Darío. Estos días nos hemos hecho más cercanos, ya no lo veo solo como el alien en mi cabeza, ahora es mi amigo —El vómito es un mecanismo de defensa de tu cuerpo, intenta decirte que no está muy bien.

—Genial, ahora resulta que eres experto en el cuerpo humano ¿ qué más puedes hacer ? —en lo que camino hacia el zoológico, él me cuenta mil historia sobre sus vivencias en su planeta, terminando en una sobre demonios estelares —Interesante...

Entre más me acerco al edificio puedo escuchar los galopes de los caballos y algunas risas. Cuando estoy prácticamente cerca del estanque de la sirena escucho como alguien grita. Llego a la velocidad de un rayo encontrándome con un grupo de chicos molestando a un Pegaso.

—¡ Ey, déjenlo en paz ! — los idiotas no me escuchan y siguen gritándole, uno de ellos empuña su espada y es cuando mi instinto se activa —¡ No !

Me interpongo entre el animal y el chico, el sonido del metal pegando en mi mano hace eco en mi cabeza. Miro rápido mi mano para comprobar que, a pesar de ser un arma con mucho filo, esta no me sobre paso en ningún momento. Aún sorprendida centro mi atención en los idiotas frente a mi.

—¿ Quién les dio el derecho a intentar matarlo ? — tomo al chico de la camisa y lo levanto sin problemas, los demás se alejan un poco —Es un ser vivo, no pueden lastimarlo.

—¡ Este animal del infierno intentó matarme ! — noto que tiene una gran quemada en el pecho, me giro hacia el pegaso y aprecio que es la hembra de hace unas semanas. ~Porque no me sorprende...~—No merece estar viva, no sirve para nada. Solo esta aquí para servirnos y si no puede hacerlo ¿ cuál es el motivo de tenerla aquí ?

—El mismo de tenerte a ti aquí — recuerdo a este maldito, es un Herrero. Son capaces de crear armas con sus propias manos en menos de un segundo, pero este solo ha hecho una espada en toda su vida —Te vuelvo a ver intentar hacerle algo y haré que te arrepientas ¿ entendido ?

Él me eligió Donde viven las historias. Descúbrelo ahora