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¿ Cuándo me comprometí a cuidar este montón de amateurs... ?

Justo ahora me gustaría ir a el momento en que le dije a la Inquisidora que iba a cuidar a estos imbeciles, me quiero arrepentir de todo y salir de la ecuación. No tenía ni idea de en lo que me estaba metiendo, luces rojas y negras, un par de mesas y mucho mucho alcohol, más del que había visto en toda mi vida del otro lado. Personas gritando y cantando canciones de la otra dimensión y algunos incluso estaban bailando letras que no entendían. Todo era un desastre, el desastre que yo tenía que custodiar.

¿ Cuando me metí en esta mierda... ?

—¡ Cassidy, viniste ! — Camelia se aproxima a mi seguida muy de cerca por Bear, quien parece tan sobrio como yo. La rubia me abraza y podría jurar que por un corto tiempo tengo unas ganas increíble de dormir —¡ No creerás lo que descubri ! Al parecer este elixir de tu dimensión puede potenciar nuestros poderes ¿ no es eso increíble ?

No, no lo es. Observo la botella de Vodka que sostiene y niego —Camelia, ¿ qué fue lo que te dije ?

—"Alejarte de las bebidas de nombres complejos y por favor mantente sobria" — un pequeño hipo se le escapa y esto la hace sonreír. Sobo mi frente, muy irritada —Pero es que no podía negarme a esto, esta buenísimo.

—Que este bueno no significa que lo sea para ti, no debemos olvidar lo que... — me callo, esto es imposible, no voy a seguir intentándolo con ellos. Solo tengo que mantenerlos a salvo y ya —¿ Sabes que ?, solo busca algo de agua y vete.

—¡ Bien, vamos bebé ! — empieza a caminar nuevamente y Bear sigue tras ella cual perro protector.

¿ Estas segura de no querer un poco de eso ? — volteo los ojos al escuchar la propuesta de Darío. Se ha empeñado en que por lo menos beba algo —No quiero molestarte, pero Cassidy eso se ve increíble...

Miro el ponche sobre la mesa, es de color morado y brilla mucho. Tiene la mitad de todo el licor que encontraron, un par de frutas del pueblo más cercano y tal dicen algunos rumores, tiene algo de pócima para secretos. Dicen que si lo tomas la lengua se te suelta como cotorra y empiezas a cantar todo, hasta los secretos que sabías que ocultabas. Todo de todo.

Sí... Ehm no sé tu, pero a mi no me apetece decirle a nadie mi vida, gracias — termino con su insistencia sobre ese tema. No estamos aquí para beber y contar secretos, sino para cuidar a todos estos imbeciles, como lo prometimos.

—¿ Por qué esa cara tan larga ? — Rivers aparece a mi par, sorprendiendome un poco. Ahora que lo pienso no he hablado con él desde el día que llegué, aunque lo he visto mucho —Probarlo no te matará.

—Si tu ya lo tocaste prefiero mantenerme lejos, por seguridad — recuerdo sus débiles intentos de advertirle sobre lo que puede hacer y su don —No me gustan las bebidas ácidas.

Veo como su rostro se ilumina con una sonrisa de oreja a oreja —Jamás envenenaria un ponche de fiesta, no soy tan malvado.

—Lo sé, Rivers — tomo su mejilla y la estrujo como su fuese un bebé —Eres de los que amenazan y no hacen nada, es tu buen corazón.

Reimos un poco antes de que alguien tras de mi se aclare la garganta, me volteó y allí está Jayden con la pinta más miserable que le he visto hasta ahora. Su camisa color blanco está algo arrugada, su cabello está muy desordenado y sus ojos tienen unas grandes bolsas bajo ellos, podría jurar que se ve como si no hubiera dormido nunca.

—Capitán... — Rivers se pone algo tenso y luego Jayden le da una mirada llena de odio que lo hace querrer irse —Nos vemos luego, Cassidy.

—Adiós, Rivers... — y con eso se va despavorido, como si huyera del mismo diablo. Me volteó hacia Jayden y sonrio —Hey, ¿ cómo te la pasas ?

Él me eligió Donde viven las historias. Descúbrelo ahora