—Auch... — me arreglo un dedo que se me había fracturado, me alegro de que Darío puede quitarme el dolor en el momento.
Después de semanas practicando con Sulei y Jayden, me he vuelto bastante buena aunque todavía me duele un poco cuando duermen a Darío. Pero puedo soportarlo y entrenar.
—¡ Eh, tú ! — ruedo los ojos, ignorando a Aisla. Ella siempre me molesta cuando salgo del gimnasio, es como si intentara arruinar mi felicidad por mejorar cada día —Por allí escuche que eres la nueva Elegida...
Me giro hacia ella masajeando un poco mis nudillos —¿ Quién te lo dijo ? — me acerco a ella.
Encerrada en un estanque de tamaño regular, debe sentirse sola y aislada. La Inquisidora me dijo que no le haga mucho caso porque ha intentado engañar cazadores antes, los obliga a sacarla pero ella llega a detenerla, intenta escaparse de la Academia.
—Un grupo de chicos lo mencionó cuando vinieron a molestarme, como de costumbre — su expresión se endurece pero sus ojos brillan con tristeza, esto hace que me relaje un poco junto a ella —Dijeron que eres hija de la última y que estás mejorando, que pronto serán inútiles junto a ti. Parecían preocupados.
—No vine aquí a robar el puesto de nadie, solo a aprender y a ayudar — bufa incrédula mientras su cola se sacude para mantenerla a flote. Es de color amarrillo con toques en naranja, es larga y muy linda. La miro directo a sus ojos celestes —No sabía que te molestaban, deberías decirle a la Inquisidora.
—¿ Para qué me diga que soy una quejosa ? No lo creo — como puede se sienta en una piedra junto a ella y me mira desde la cima de esta, sus ojos brillan con algo que no logro descifrar ¿ Tristeza ? ¿ dolor, quizás ? No lo sé —Vienen siempre en la noche, cuando todos duermen, a burlarse de mi familia y de que estoy atrapada aquí.
—¿ Qué pasó con tu familia...?
Esta pregunta la hace sonreír con tristeza —Fuimos cazados en las costas de Elonder, todos mis hermanos y hermanas masacrados juntos a mis padres. La Academia llegó tarde pero pudieron salvarme a mi — ahora veo porque odia tanto a la Inquisidora, la culpa por llegar tarde. Arruga sus cejas molesta y su cola empieza a brillar de color rojo, esto hace que retroceda —Me encerraron aquí para asegurarse de que no muera, me abandonaron junto a sus mascotas como si fuera una de ellas y empezaron a reírse de mi en la cara.
—Lamento que...
—¡ No mientas, eres igual a ellos ! — su cola suelta un destello que hace que caiga al suelo y me duelan los ojos. Su mirada llena de odio y dolor me examina de arriba a abajo —Solo vienes a verme encerrada.
—Aisla no vengo a hacerte nada, y no soy para nada igual que ellos — me volteó y señalo a unos cuantos que salen del gimnasio —Yo no crecí aquí, creo que eso influye en algo.
—¿ No eres de aquí ? — niego y empiezo a contarle toda mi historia y el como llegue aqui, ella me observa con total detenimiento tranto de analizar si le miento o no. Le cuento sobre mis anécdotas infantiles, haciendo que se ria un poco. Despues de escucharme hablar sobre mis tonterías en la escuela y las veces que me caí, ella parece más relajada —Fue muy placentero escuchar sobre tus errores de mundana... — se da la vuelta y salta de nuevo al agua — Pero debo ir a descansar antes de las doce, te veo luego.
Y con eso se va a lo más profundo de su mini océano, donde ya no puedo verla. De cierta manera su nuevo comportamiento ante mi me hizo sentir algo de empatía por ella.
—Es triste que sufra todo eso solo por sobrevivir — hablo con Darío desde mi mente.
—¿ Debo explicarte porque no deberías pensar en esto ? — me mantengo en silencio porque se a lo que se refiere. Empiezo a caminar fuera del establo mientras mi mente indaga en mis días de primaria, en los que me molestaban por ser más pequeña que todos, fue uno de mis peores años de escuela. Aprieto mis manos solo de pensar en las cosas horribles que le dirán a Aisla —Vendremos ¿ verdad ?
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Él me eligió
Fantasía" No importa quién eras antes, solo importa quién eres y que quieres hacer ahora." Antes de todo ella solo era una chica normal, punto de entrar a la universidad con casi diecinueve años, con dos padres grandiosos y una mejor amiga increíble. Lo mal...