Para muchos lo primordial es la línea de sangre, pero ¿Que importancia tiene eso cuando lo que prima es el amor?
Nuestra sangre no nos define como personas, ni fija nuestro destino, solo podemos ser víctimas de aquel primitivo y audaz ladrón llamad...
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ADRIANA
El momento había llegado, era el día en el que mi niña iba a saber la verdad y yo estaba aterrada, hacia catorce años que no había contado esa historia otra vez, sin contar a Dumbledore claro, pero ahora era necesario, solamente podía rogarle a Merlín y a Rowena, que me dieran la sabiduría y la fuerza para poder con toda esta situación, ya habíamos mandado a llamar a Adara, estábamos en nuestra habitación junto con mi esposo, esperando a que cruzara esa puerta, la cual yo quería trabar con diez mil hechizos, pero no podía era la voluntad de Cristh y debía respetarla
Después de unos infinitos tres minutos llamaron a la puerta, a lo cual Cristh respondió un "pase" y ahí estaba, con su cabello castaño oscuro que me recordaba a él, sus ojos azules profundos heredados de mi y sus facciones mezcladas entre ambos, mi nena, mi vida, mi querida Adara
-¿Pasó algo Mamá? ¿Padre te encuentras bien?- preguntó algo asustada
-Pasa hija- respondí, después de haber dicho eso nos sumamos en un largo silencio, lo único que evitaba que saliera corriendo, era la mano de mi esposo que estaba entrelazada con la mía dándome animo
-Tenemos que contarte algo muy importante cariño- dije con la voz algo temblorosa
-Y tenemos la certeza de que ya cuentas con la madurez necesaria para saberla- completó mi esposo
-¿De qué va todo esto? Me están asustando- dijo mi niña
-Lo que quiere decir tu padre, es que ha llegado el momento que conozcas la verdad, ha llegado momento de que sepas quien es tu padre de sangre- solté, ya no había marcha atrás, lo siguiente que pasó nos sorprendió a Cristh y a mi, pues Adara se acercó, nos tomó a ambos de las manos y dijo:
-Tranquilos, los escucho-
Y ahí fue cuando el relato comenzó
FLASHBACK
Eran inicios de mi sexto año, me encontraba en la biblioteca, últimamente me la pasaba más tiempo ahí de lo que me gustaría admitir, fué uno de esos días cuando entablamos una conversación formal por primera vez
-Hola Rem- saludé
-Hola Adri- me respondió, nos habíamos hablado unas pocas veces, así que no era necesaria tanta formalidad entre ambos
-¿Informe de Minnie?- me animé a preguntar
-Así es, ¿Qué tal va tu sexto año hasta ahora?- preguntó
-Bastante pesado, me la paso más en este lugar de lo que me gustaría admitir- dije haciendo referencia a la biblioteca
-Yo me reparto de aquí a mi sala común- respondió con una tierna sonrisa
