Para muchos lo primordial es la línea de sangre, pero ¿Que importancia tiene eso cuando lo que prima es el amor?
Nuestra sangre no nos define como personas, ni fija nuestro destino, solo podemos ser víctimas de aquel primitivo y audaz ladrón llamad...
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Así fue como mis padres se conocieron, y a la conclusión a la que podríamos llegar es que el destino simplemente se encarga de hacer sus tretas, al igual que unir caminos.
Bueno, como ya tuvieron más o menos un abre bocas de mis orígenes, y quienes fueron mis padres, ahora viene mi historia:
Mi nombre es Hela Adara Alegría de Liz, mis Padres son Cristhian Alegría y Adriana de Liz, soy sangre mestiza pero no frente a todo el mundo (además que no fui consiente de éste hecho sino hasta mucho después). La cuestión de mi sangre era un secreto, que poco a poco irán descubriendo.
Esta es mi historia, nací el veinticinco de Agosto de mil novecientos setenta y seis, unos meses después de que mi madre se graduara de Hogwarts y se casara con mi padre, mi nacimiento fue prácticamente un secreto, ya que el mundo mágico británico estaba pasando por la primera guerra mágica.
Mi familia no se vio involucrada directamente, pero los encabezados en esos años eran horribles; asesinatos múltiples, no solo de muggles, sino también de squibs, incluso hasta nacidos de muggles, todo era muy sangriento.
Mis padres, mi abuelo y yo éramos protegidos por el ministerio, gracias al cargo que poseía mi padre. En esos tiempos no se podía confiar en cualquiera, la gente dudaba hasta de la veracidad de su propia sombra, lo que hacía que el ambiente de miedo e inseguridad fuera constante.
El ministerio buscaba reclutar a todo mago con habilidades de auror el cual estuviera dispuesto a proteger a la comunidad mágica en contra de la oscuridad, lo cual no era tarea sencilla, pues el miedo ante su nombre era tan grande, que muchos preferían ocultarse antes que luchar directamente. Fue así hasta el treinta y uno de Octubre de mil novecientos ochenta y uno, cuando el infame mago tenebroso Voldemort había sido derrotado finalmente, por nada más y nada menos que el niño que se convirtió en leyenda.
Todos sabían su nombre era Harry Potter, el niño había quedado huérfano, pero nos había salvado a todos. A partir de ahí todo se sumió en celebraciones y tranquilidad.
Aunque la marca que aquella época había dejado en la vida de muchos jamás se borraría, junto con las múltiples perdidas y nombres de héroes que serían conocidos o incluso olvidados, pero por fin después de más de una década los magos podíamos salir sin miedo.
Fue ahí cuando finalmente se hizo pública la noticia de que el Director del departamento de criaturas mágicas había tenido una hija de eso hacía ya cuatro años y algunos meses, en los cuales la niña había permanecido en secreto por su seguridad y la de su madre.
Era muy parecida a mi madre, lo más representativo de ese parentesco eran mis ojos color azul profundo como el océano, y mi personalidad que era una combinación de ambos, serena, pero si me hacían enojar sacaba a relucir la parte de Liz en mis venas.
