Para muchos lo primordial es la línea de sangre, pero ¿Que importancia tiene eso cuando lo que prima es el amor?
Nuestra sangre no nos define como personas, ni fija nuestro destino, solo podemos ser víctimas de aquel primitivo y audaz ladrón llamad...
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ADRIANA
Estaba arreglándome para ir a trabajar, pues Xenofilus y yo teníamos mucho por hacer en la revista, más aún con la noticia de Sirius Black, era una buena idea para nuevo contenido de noticias y para dar consejos a la comunidad mágica sobre que hacer si se encontraban preocupados, después de todo, nuestra idea era generar distracciones, para que la gente no se sintiera tan abrumada, así que planeábamos poner distintos juegos, o incluso cuentos, para que las familias pudieran interactuar entre si y crear un ambiente más seguro y cómodo. Pero en eso escucho como tocan la puerta, al parecer era Plux quién tenía una carta en la mano
-Buenos Días Plux- saludé
-Buenos Días ama, ha llegado esto de la señorita Hela para usted- dijo mientras me pasaba la carta, eso sin duda me extrañó, pues Hela solía enviarme cartas pero a partir del siguiente fin de semana de su llegada, por lo cual intuí que era importante, así que rápidamente la abrí y en cuanto comencé a leer llegué a saber su urgencia, pues en todo el texto algo resaltaba, y era el apellido de aquél profesor. En ese momento caí en cuenta que me encontraba sentada en el suelo, no podía creerlo, pues el hombre del que no había vuelto a saber en años y el padre biológico de mi hija ahora se encontraba en la misma instalación que ella, ajeno totalmente a la situación. En ese momento lo único que se me ocurrió fue ir a hablar con el hombre que lo había contratado, pues me había indicado en varías ocaciones que de ser necesario su oficina siempre estaría abierta ante cualquier platica urgente y necesaria. Bien pues en este momento iba a tomar las palabras de Albus Dumbledore literales, pues iba a ir a hablar con él, respecto a que estaba pasando y porque no me había enterado de aquella situación. Pero antes de irme le dije a Plux que fuera con el Señor Lovegood y le dijera que no podía ir por asuntos familiares, seguido de ello, bajé a la chimenea y me dispuse a tomar los polvos Flu para después decir
-Hogwarts- y desaparecer entre las llamas verdes
ADARA
Ya era de mañana y estaba decidida a no dejar que ese señor fuera mi centro de atención, tenía muchas otras cosas en que pensar, así que decidí dejarlo de lado por ahora, cuando llegué al gran comedor me senté en mi mesa y me dediqué a concentrarme en estudiar duro este año, pues a pesar de ser ya el premio anual de mi casa, no dejaría que por cosas externas mi promedió decayera, al contrario debía ser aún mejor. No por nada había quedado en Slytherin.
-Vaya parece que hoy nos levantamos decididas- dijo Summer al llegar a mi lado
-Sabes que tengo que esforzarme al máximo este año, pienso hacer que Slytherin se vea bien representado por mi parte- dije con orgullo
