Para muchos lo primordial es la línea de sangre, pero ¿Que importancia tiene eso cuando lo que prima es el amor?
Nuestra sangre no nos define como personas, ni fija nuestro destino, solo podemos ser víctimas de aquel primitivo y audaz ladrón llamad...
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ADARA
No supe muy bien que había pasado anoche, solamente que el medimago vino a ver a papá y que mamá me llamaría para saberlo después, pero nunca lo hizo y en medio de la espera me quedé profundamente dormida.
Cuando desperté vi la hora, eran las diez y catorce de la mañana, se me había hecho raro no escuchar a mi madre llamándome, por lo cual me alarmé un poco y decidí bajar, la casa estaba en profundo silencio, el día era gris y frio, se notaba que estábamos en agosto, fuí a la cocina a buscar a Plux para que me dijera donde estaban mis padres y la encontré en un rincón llorando, lo cual me asustó mucho
-Plux ¿estas bien?- dije en tono preocupado
-Oh ama Adara, Plux no quiso asustarla, es solo que todo lo que está pasando con el amo, es muy triste- dijo secándose las lagrimas con su vestido color verde
-¿Pasó algo con papá?- dije en tono asustado, Plux me miró con pesar, así que a mi mente vino lo peor, por lo cual salí corriendo de la cocina y me aventuré a la habitación donde se encontraba papá, abrí la puerta de inmediato sin importarme nada y en el fondo pude ver a mis padres acurrucados durmiendo, decidí acercarme un poco, pero de inmediato Plux apareció para empujarme
-Ama usted no tiene puesto el hechizo protector, debe salir de aquí de inmediato- poco después de que Plux habló pude ver como mamá se levantaba y se asustaba al verme ahí parada
-¡ADARA SABES QUE NO PUEDES ENTRAR AQUÍ SIN NINGUN HECHIZO PROTECTOR!- dijo asustada, entendía el disturbio lo que hice había sido sumamente irresponsable, pero en el momento simplemente no pensé
-Plux sacala de aquí, haz que se bañe y quema la pijama que está usando- ordenó mi ya despierto padre
Seguido de esto Plux me sacó de manera inmediata de la habitación, me llevó al baño y pidió ayuda a otros dos elfos domésticos de la casa, primero se protegieron y poco después fueron protegiendo el baño para poder usarlo, luego me adentré en este, me quité la pijama la cual al momento fue incinerada frente a mi, al momento comencé a bañarme con ayuda de los elfos, me sentía incomoda, pero ellos prácticamente me habían cuidado desde que era una bebé, así que no tuve más remedio que aguantar.
Después de que estuve lista y libre de todo posible germen o infección me pusieron el hechizo protector y pude entrar nuevamente a la habitación donde estaba papá, ninguno de los dos estaba muy contento con lo que acababa de pasar
-Eres consiente de que pusiste tu vida en riesgo hace un rato ¿verdad?- dijo mi madre
-Lo lamento, es solo que encontré a Plux llorando y habló sobre papá, me asusté y entre sin pensarlo- dije apenada
-Debes tener más cuidado princesa, a ti no te puede pasar nada- dijo papá en son de cariño
-¿Que dijo el medimago?- no me mordí la lengua para preguntar, pues necesitaba saberlo, de inmediato, la cara de mamá se puso rígida, lo cual no me dió buena señal -¿Cuanto tiempo te queda?- pregunté
