Para muchos lo primordial es la línea de sangre, pero ¿Que importancia tiene eso cuando lo que prima es el amor?
Nuestra sangre no nos define como personas, ni fija nuestro destino, solo podemos ser víctimas de aquel primitivo y audaz ladrón llamad...
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DRACO
Me moví incomodo en donde estaba, el dolor en mi espalda estaba matándome por lo cual decidí que era momento de despertar, sin embargo al abrir los ojos no supe muy bien donde estaba, pero aquel imponente armario negro frente a mí no tardó en recordarme mi desgracia.
Había venido desde la tarde anterior para ver si lograba algo con ese maldito aparato, pero como siempre no había conseguido mucho. Me dolía el estómago y la cabeza, fue ahí que recordé que no había cenado, y mucho menos desayunado. Por lo cual me dirigí primero a mi habitación a tratar de verme un poco menos destruido, sin embargo al intentar volver a Slytherin una voz llorona me detuvo.
-Una nostálgica fecha ¿no te parece?-
-Es solo el frio del invierno- resumí
-¿Primera navidad fuera de casa?- preguntó Myrtle
En ese momento caí en cuenta de por qué el castillo estaba tan vacío, siendo relativamente tarde para desayunar, hoy era navidad. Fecha que me traía sin número de recuerdos juntos, ya que era una de sus fechas favoritas para celebrar.
-La fecha es lo que menos me importa por el momento-
-¿Seguro? Te ves más triste de lo normal-
-¿Y eso a ti que te importa?-
-Se lo que es estar triste y no poder hablarlo con nadie por no tener amigos-
-¿Quién te crees para ponerte en el mismo nivel que yo?-
-Sé que compartimos el hecho de ser almas solitarias-
-Tú y yo no compartimos ni compartiremos nada- aclaré de manera brusca
-Bueno, estamos hablando, así se inician las amistades-
-¿Te atreves a dirigirme la palabra únicamente porque crees que somos amigos?-
-No digo que lo seamos, después de todo sigues siendo despreciable-
-Por lo menos compartimos ese pensamiento en común del otro- dije con sarcasmo en la voz
-Te recuerdo que tú fuiste quien llego a invadir mi baño con su llanto-
-Y ahora no estoy ni cerca de este y me persigues ¿Tan desgraciada eres?-
-Esa misma pregunta te la podría aplicar ¿no crees?-
No podía creer que el fantasma de Myrtle la llorona me pudiera dejar sin argumentos en su contra, hasta que me soltó esa verdad.
-Déjame en paz-
Me dirigí al gran comedor para tomar algunas cosas del banquete del desayuno para poder saciar mi hambre, no me tardé mucho pues no quería toparme con nadie. Volví rápidamente a mi habitación en la cual me esperaban algunos presentes sobre mi cama, los cuales decidí ignorar, pues únicamente quería dormir un rato.
