-Sos su wacha? Ya no te veo con encanto -dijo aquel morocho con asco-
-Cuida lo que decís imbecil -hablo Mauro ya molesto-
-Uy,mira que miedo te tengo -rie-
-Te lo advertí.
Mauro lanzo la primera piña haciendo que este se quejara,se volvió a levantar y ahora el morocho le caga a piñas,y así fue cuando ambas bandas terminaron cagandose a piñas.
Cómo pude separé a Mauro,pero todavía tenía mucha bronca.
-Ya fue Mauro,vámonos.
-Si,andate como todo un polleron -hablo el morocho-
Lo miro por última vez,para después hacerme caso.
(...)
-No te debiste de pelear así -dije pasando un algodón por su herida-
-No sos mi vieja -dijo quejandose- ya mejor me voy.
-Pero todavía no te termino de curar.
-No me importa,ya me tengo que ir a laburar -dijo dirigiéndose a la salida-
-A está hora? Son las 12 de la noche Mauro.
-No estoy para decirlo,ni tampoco para explicártelo,chau.
Bufé y fue a tirar todo lo que había usado,que pibe tan misterioso.
Pasaron algunos días y todo sigue igual,bueno,creo que lo único nuevo es que entró a mi curso el morocho que se cago a piñas con Mauro la otra vez junto con otro morocho,solo se que llaman Ignacio o Ecko,y el otro se llama Santiango pero le dicen Santi.
Me cae bien Santi,pero me cae como patada en el orto el tal Ignacio,y para colmo nos toca en el mismo curso,como mencioné anteriormente.
Hice una una amiga,se llama María Becerra,es una piba súper alegre y me cae muy bien,pegamos amistad en la casa de Mateo, Camilo,María y yo,hacemos un gran grupo.
Me desperte gracias a la puta alarma del orto,marcan las cuatro y media de la mañana,queria volver a dormir,pero ya era un caso perdido.
Me levante con toda la flojera del mundo para caminar hacia el baño,me mire al espejo dejando ver que parecia una zombie,me adentre a la ducha para que el agua tibia recorra todo mi cuerpo.
Sali con una toalla enrollada alrededor de mi cuerpo y otra en mi cabello,puse musica a casi todo volumen,de seguro los vecinos me deberán de andar puteando.
Desenrede mi cabello y me maquille muy natural,metí lo que me faltaba en mi bolso para mirarme por última vez al espejo a ver si tenía alguna imperfección.
Me estaba terminando de hacer un mate,hasta que escuche el timbre,se me hacía muy raro ya que no esperaba a nadie,al menos eso creia.
Abrí la puerta con un poco de temor y miedo,eran las cinco de la mañana,quien carajos viene a esta hora? Pero todas mi dudas se aclararon dejando ver el rostro de la boluda de María,mi amiga.
-La concha de tu hermana,no podés avisarme de una forma decente de que venís? -puse una mano en mi pecho-
-Uh,hola María,cómo estás? Pues yo bien y vos? Gracias por preguntar -hablo con cara de orto-
-Pasa pendeja -hable dándole espacio-
-Pero si sabía que andas cocinando hubiera venido más temprano -hablo caminando hacia la cocina- tenés media lunas?
-Sisi,busca ahí -señale- y vos qué onda con pibe que te deje anoche en el boliche?
-Chapamos y terminamos garchando,nada novedante.
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NO ME LLORES |DUKI|
Teen FictionLas lágrimas son solo dolor convertido en líquido. -no se aceptan copias y/o adaptaciones.