Y bueno, a la final la noche de dicho concierto fue una re cagada, el tal esperado Duki cancelo a último momento, nos agarro la lluvia de vuelta a casa, ya que ningún Uber pasaba o atendía nuestra solicitud, después de diez mil puteada llegamos a casa de mi amiga, ya que en mi casa no había nadie, y pinto una pijamada.
—Ese tal Duki es un re puto boluda, como va a dejar plantada la gente?— bufé.
—Famosos— comento ella,—el va a nuestra escuela, es re raro, es el típico chico alejados de todos, solo se habla con 2 pibes, y miles de minas también están locas por ellas, pero el no le da bola, es lo más raro—.
—Será gay?— solté sorprendída.
—Na, creo todo menos eso— hablo mi amiga, que a su vez preparaba mates.
—Igual nada me quita que es un cagón de mierda— solté con bronca.
—Te lo tené' que bancar, escuché que lo van a cambiar a nuestro curso— solto divertida.
—No me la contesss— dije alargando la "S".
Después de ponernos al día con varias para no decir muchas cosas, decidimos dormir, mañana es inicio de semana, significando ir a la escuela de mierda.
(...)
Amber y yo íbamos rumbo a nuestro destino, era raro volver o sentir el ambiente escolar, lo mío era más ir a jodas o garchar, que sentarme en un puesto donde no sabía una chota.
En fin, después de tanto discutir en el caminó de quién iba a tocar la puerta del salón, por qué si no fuera poco, nos agarro la cruda y llegamos re tarde.
—Dale tonta, nunca vamos a entrar— dijo desesperada la morocha—
Rodee los ojos para finalmente abrir la puerta de nuestro salón correspondiente.
—Señorita Amber, Señorita Sofía, llegan tarde, pero para su suerte aún no hemos empezado la clase, pasen. — dijo el profesor—
Asentimos y nos dimos de cuenta los varios ojos puestos en mi o en mi amiga.
Cruzando miradas, mis ojos se encontraron con lo del tan nombrado Mauro Lombardo, mejor conocido como Duki, era imposible negar que era el, sus miles de tatuajes en los brazos y unos cuantos en la cara, lo delataban, a su lado también estaba otro morocho con la misma descripción con los tatuajes.
Los únicos asientos desocupados estaban delante de ellos, mi amiga y yo nos miramos, suspiramos fuerte y fuimos aquel lugar.
La clase comenzo, dando nuestra horario y a su vez diciendo que era nuestro último año, y lo importante que era para nosotros adquirir conocimientos y ser profesionales.
Después de dos hora de tortura de aquella materia, por fin podíamos salir a tomar aire.
Duki.
Tomás (mi mejor amigo), y yo, salimos a la parte de las canchitas de fútbol dónde no se juntaba casi nadie, solo los que fumamos un porro o algo así.
—Vi como no le quitabas la mirada a la pibita esa, como se llama? —se quedo en silencio tratando de recordar— Sofía?, que se yo.
—Que decís tarado? no siquiera hemos fumado nada y al parecer ya te pego —negué— ni ahí.
—Su amiga si se cae de buena— dijo mientras se mordía el labio.
Puse cara de asco, mientras encendía el porro que habíamos armado.
—Esa tal Sofia no me barda ni un poco, se ve que es muy fresita, de seguro es de esas riquilla que discriminan a los de barrio— dije mientras soltaba el humo. —Quizas este buena para pasar el rato, mientras no me interesa— alce los hombros en forma de indiferencia.
Mi amigo solo rio ante lo que dije, como si hubiese dicho el mejor chiste de su vida, le golpe el hombro recibiendo una puteada de este, nos acabamos el porro y fuimos nuevamente a la clase que me chupaba un huevo.
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NO ME LLORES |DUKI|
Teen FictionLas lágrimas son solo dolor convertido en líquido. -no se aceptan copias y/o adaptaciones.