Había pasando semanas que no sabia nada de Mauro,ni tampoco de Mateo.
Me he dedicado tiempo para mí,me hice un cambio de look,he estado yendo al gym,paso más tiempo con mis amigas boludeando.
Se siente re bien no estar preocupada por un chabón de mierda.
Está noche iba a un boliche cerca del barrio.
Después de arreglarme, tocaba escoger la decisión más difícil de mi vida,la ropa.
Me probé varios oufits,me miraba al espejo,pero ninguno me cuadraba.Despues de mil y un intentos,me fui por uno que me sentía muy cómoda y elegante,o bien,más que elegante que sea acordé a mi estilo:
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Después de escoger lo más difícil,arregle un poco mi cabello,me maquille súper natural,y me mire por última vez en el gran espejo de mi pieza,creo que es mi único lugar favorito de la pieza.
[...]
Llegué con mis amigas al boliche,no tardamos en ir a la barra y comenzar a pedir los primeros tragos de la noche.
Llevaron un artista en vivo,creo que su nombre era Quevedo.
Canto su session,la cuál era muy rítmica y bailable.
Varios pibes se me acercaron para bailar,lo cual acepte gustosa.
Después de varias canciones,fuimos nuevamente a la barra.
-Eu,ese pibe de allá te devora con la mirada eh -hablo una de mis acompañantes-
Mire hacia la misma dirección que ella,y si como la de vida de tratara,era Mauro.
Mi corazón se detuvo por un segundo,pero no iba a dejar que me arruinara la noche.
-Me das otro trago? -hable un poco desesperada-
El señor de la barra acepto gustoso,una vez lo sirvió de un solo trago me lo tomé,sientiendo un fuerte ardor en mi garganta.
-Voy al baño -solte de repente-
Me gane las miradas extrañadas de las chicas,pero era lo que menos m importaba en estos momentos.
Había una inmensa fila para entrar,cómo siempre.Cómo pude me cole entre la gente,ganandome una que otra puteada o mala mirada.
