La academia Umbrella llegó a 2019 pero las cosas no están como ellos se lo esperaban.
En el que antes era su hogar ahora viven otras personas y no solo eso... Su padre Sir Reginal Hagreeves está vivo.
Ambas academias tendran que aprender a llevarse...
Al día siguiente Cinco se despertó antes que su amada, estaba muy descansado y se sentía mejor que nunca.
Vio que la chica aún dormía plácidamente en su abdomen y lentamente alejó de su rostro unos mechones de cabello para poder ver mejor a la misma.
Después de un rato decidió levantarse e ir a ducharse para relajar el cuerpo dejando a la chica en la cama.
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La chica no noto la falta de presencia de Cinco ya que estaba concentrando toda su mente en el sueño que tenía.
Una niña caminaba debajo de lluvia, sola, llorando por el hambre que sentía.
Entro a un restaurante y pidió a las personas que le entregaran su sobras para poder comer pero ellos simplemente la ignoraron y rechazaron.
Los encargados del restaurante tomaron a la niña del cabello y la sacaron empujándola hacia el frío y duro suelo.
- Solo quiero algo para comer, por favor - rogó la niña.
- lárgate de aquí niña espantarse a los clientes, deberías de aprovechar la lluvia para darte un baño das asco. - gritó escupiendo le a la niña.
Ella se puso en pie y volvió a caminar lejos del lugar.
Sus pies descalzos ya no soportaban dar una paso más por lo que decidió sentarse en un callejón oscuro y de mal olor.
Divisó un basurero serca y con las fuerzas restantes se dirigió a el con la esperanza de encontrar algo para comer, sin embargo lo único que encontró fue bolsas con papeles y cajas vacías.
La niña tomo el cartón y se lo coloco encima y ya que su cuerpo era pequeño y delgado cupo en la caja perfectamente.
Llorando y con todo el cuerpo doloroso levantó su vista a alguien quien la llamaba y al levantar su mirada vio a otro chico igual a ella.
Un niño con tes blanca ojos cafés claro y cabello castaño, delgado hasta los huesos le extendió la mano a la chica.
Ella confusa por aquella acción no supo que hacer y solo se le quedó viendo.
- soy Ar...l - dijo con una sonrisa leve.
- soy R...n - contesto la niña.
- Si te quedas aquí atraparas un resfriado, ven conmigo, se donde podemos refugiarnos- dijo extendiendole una vez más su mano.
La niña acepto y tomo la mano del chico después de eso cambiaron un poco más lejos de la ciudad en que se encontraban, adentrándose al bosque donde después de unos minutos llegaron a una cueva con fuego y unas almohadas y trapos rasgados y sucios.
- Es mejor que el callejón ¿Cierto? - pregunto contento.
