El oficial Devon Shephard caminó por los pasillos de los tribunales en busca de su padre, el juez Anthony Shephard, quien, casualmente, estaría a cargo de la sentencia contra ese muchacho que se había creído valiente.
—Necesito hablar contigo. —Devon ingresó al despacho, y el hombre levantó la mirada un segundo. Luego, volvió a enfocarse en la pila de papeles en su escritorio.
—¿Qué te pasa ahora?
—Tengo un nuevo candidato para el proyecto.
—Devon...
—¡Tengo un nuevo candidato! ¡El asesino de Trevor!
El juez se quitó las gafas, y se echó para atrás, en el cómodo sillón de cuero negro.
—¿Crees que es un juego? Trevor era un asesino, un ladrón. Tarde o temprano terminaría así.
—Él se estaba recuperando de las drogas, tú lo sabes.
—¿Recuperarse? ¿De qué hablas? Le hicieron los exámenes. Tenía más heroína que sangre en las venas.
—Alan Novak lo mató.
—No voy a mandar a ese pobre muchacho a Erebo, fin de la discusión.
—¡Me quitó a mi hermano!
—Medio hermano. El hijo de la perra de tu madre, no me concierne.
—Escúchame bien, papá. Sé muchas cosas, y no voy a dudar en hablar si...
—¿En serio? —interrumpió—. ¿Acusarás a tu padre, cuando tú has sido el ejecutor de todo?
Devon golpeó el escritorio, y dio una patada a la silla. El odio y la sed de venganza respiraba en sus pupilas dilatadas.
—Quiero que sufra tanto que se olvide que existió. Quiero que lo destruyan, que hagan algo de lo que yo deseo hacer, y sé qué sucederá solo allí, en medio de la nada.
Su padre frunció el ceño y volvió a negar. Estaba confundido y agotado, por el odio de su hijo.
—El muchacho se defendió y sí, quizás se excedió persiguiéndolo, pero no por eso vamos a enviarlo a una cárcel experimental en donde tenemos a lo peor de lo peor.
Devon se acercó al escritorio de nuevo y se afincó sobre la superficie de madera.
—¡Hazlo! —replicó—. De lo contrario, voy a descubrir todos tus secretitos, al igual que los de tus amigos en el Senado.
Los ojos del juez se estrecharon.
—No serías capaz.
—Ponme a prueba. —Tras decir eso, Devon chasqueó la lengua y se alejó. Giró sobre sus talones y llegó a la puerta, la cual cerró con rabia.
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Cuando te perdí T.JdP Libro 1 (gay +18)
Romance"No hay nada peor que un inocente en prisión, no hay nada más aberrante que expiar las culpas de un asesino impune en manos de bestias sádicas cansadas del encierro. Esta es mi historia, la historia del joven que fui y en el que me convertí". Alan...