49 Triple X🔥💖

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—Irina, ¿te quedas con nosotros? —La abogada asintió frente a la pregunta de Jonathan, quién descendió del vehículo de Caleb

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—Irina, ¿te quedas con nosotros? —La abogada asintió frente a la pregunta de Jonathan, quién descendió del vehículo de Caleb.

—¿Habías venido antes? —preguntó Caleb.

—Nunca.

—Bienvenida entonces.

La mujer sonrió y Stephen abrió la puerta de la casa, para que ella y Jonathan ingresaran. Caleb venía un poco más atrás, había encendido un cigarrillo. Irina quiso regresar a él y su primo la detuvo.

—No le gusta que lo molesten cuando fuma.

—¿Quién te ha dicho eso?

—¿Quién crees?

—Gracias por el aviso —pronunció Irina y siguió el camino.

La casa era bastante amplia para dos personas, dos sofás ubicados uno frente al otro, un enorme televisor, y una mesita ratona junto a un par de joystick. Irina se acercó y los tocó.

—Infaltables.

—Un hombre y su video juego, ¿qué más? —gritó Jonathan, alejándose de ella.

Una escalera de madera que daba a los dormitorios supuso la mujer, a la sala de madera rústica que también contaba con una chimenea le seguía un pasillo y de allí, a la cocina comedor. Una mesa, seis sillas, un refrigerador, una cocina. Había también una pequeña alacena que albergaba algunas antigüedades, platos, vasos y demás. Nada fuera de lo común. El hogar de personas trabajadoras, sin grandes lujos.

Irina acarició la madera de la escalera y volvió a observar hacia el primer piso, cuando Caleb entró a la casa. Ella se apoyó en la barandilla y sonrió. El hombre se acercó a ella.

—¿Tu dormitorio está arriba?

—Sí, el mío y el de Stephen.

—Quiero conocerlo.

—Primero, vamos a estar un rato con los chicos, beber algo. —Caleb le rozó la punta del cabello castaño y luego, sus dedos tocaron el escote.

—Ya he tomado demasiado.

—No has probado la cerveza artesanal que yo preparo.

—¿Tú elaboras cerveza?

El rubio asintió y la llevó de la mano hacia uno de los sofás, cuando su hermano y Jonny traían botellas del famoso líquido.

—Prueba Irina, cortesía de la casa Emerson —agregó Stephen, dándole la botella.

La chica tomó la botella y bebió un trago, sintiendo el sabor fresco y un poco amargo.

—Está buena.

—¿Buena nada más? —indagó Caleb.

—Oye, soy muy exigente en cuanto a bebidas, si te digo que está buena es un siete sobre diez.

Cuando te perdí T.JdP Libro 1 (gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora