Irina estaba aturdida, sin poder creer lo que estaba escuchando, hacia donde había llegado esta conversación tortuosa y llena de dolor en diferentes matices.
Nada de lo que había pasado con los Emerson era un hecho feliz, parecía que el alma de vidas pasadas había confluido para darles solo angustia a tres hombres que seguían luchando para, alguna vez, conquistar la felicidad.
—«Búscalo, está vivo en algún lugar».
—¿Ella te dijo eso? —Alan llevó las manos y sujetó las de Christian, quien temblaba.
—Fueron sus últimas palabras antes de morir. Recuerdo que, la primera vez que hicimos el amor, no solo sexo desenfrenado, también se acordó de ti. «Hubiera sido lindo conocer al verdadero Christian, no a la sombra que Alan dejó». Siempre estuviste presente en mi vida. Todos saben que un amor como el que teníamos es inolvidable. —Los ojos de Alan, Jonathan y también los de Irina se llenaron de lágrimas—. Irina tiene razón —reconoció Christian con dolor—. Somos peligrosos. Ahora, con la llegada de ustedes y la abogada buscando información, es cuestión de tiempo para que debamos marcharnos de Alaska.
—No me iré.
—Caleb.
—No estoy dispuesto a seguir huyendo, papá.
—Van a matarte. —La voz de Christian era una súplica.
—Pues que lo hagan —agregó Caleb, sin un mínimo de duda.
—No digas eso.
—¿Y eso por qué, Stephen? Tú ahora tienes un motivo para luchar, papá también, yo no. Lo único que me da algo de cordura es ese maldito bar, mis amigos, la gente que espera cada día a que yo abra. No, lo lamento. No los voy a seguir, esta vez, cuando la cosa se ponga fea.
—Caleb. —Stephen se levantó y lo sujetó de los hombros—. Sé a qué viene esto, la conversación te ha dejado débil, no lo permitas.
—Ella me destruyó, Stephen. —Caleb recordaba el inmenso sufrimiento que había atravesado—. De la misma forma que a papá cuando lo alejaron de Alan, a ti cuando mataron a tu madre. Ella no puso una bala en mi corazón, sin embargo, me quitó la esperanza. La niña era mi pequeña, ¡yo por fin tenía una razón para vivir! —La voz se le entrecortó e Irina se acercó a él.
—Perdóname, de verdad, no fue mi intención.
—Lo fue —replicó Caleb, con resentimiento—. Querías llevarnos a un punto de quiebre. Bien hecho, lo lograste.
—Quería la verdad —se justificó la mujer.
—Pues la tienes. —Caleb levantó las manos—. Estamos condenados frente a un enemigo que tiene tantas cabezas como una hidra. Desconocemos el momento, pero todos los que aquí estamos sabemos qué llegará. Esto no tendrá un final feliz, es imposible que así sea.
—Tengo contactos en Nueva York, puedo hacer que la investigación en cuanto al senador avance. ¿Sabes cómo se llama?, ¿o estamos entre sombras?
—Emanuel Ferguson —interrumpió Christian—. Me sucede lo mismo que a Alan. No hay forma en que olvide a mi verdugo. Y resulta que ahora están juntos y van a catapultar a Devon Shepard al Senado.
—No se lo voy a permitir.
—A ti te gusta jugar con fuego, ¿verdad? —indagó Caleb.
—Mis padres siempre se burlaron de mí diciendo que me gustaban las causas perdidas —explicó Irina.
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Cuando te perdí T.JdP Libro 1 (gay +18)
Romance"No hay nada peor que un inocente en prisión, no hay nada más aberrante que expiar las culpas de un asesino impune en manos de bestias sádicas cansadas del encierro. Esta es mi historia, la historia del joven que fui y en el que me convertí". Alan...