Irina llegó a Nueva York, lista para incendiar cada puto estandarte de guerra del enemigo. Bien, si querían problemas con la amazona los tendrían, sobre todo, Carson.
—Hola, Irina. ¿Cómo estás?
—Bien, Sam, ¿y tú?
—¿Seguro estás bien?
—Sí, me tomé algunos días de vacaciones en la casa de mi tío.
—Carson dice que renunciarás.
La mujer se arregló el saco de diseñador y los anteojos. Bajó del avión y de ahí, directo a las oficinas centrales en donde estaba la firma Rowan & Sellik; donde había trabajado primero como pasante y luego, como abogada. El viaje sería breve, dos días como mucho, y ya tenía reservada una habitación de hotel.
El deportivo se estacionó frente al enorme edificio vidriado. Las letras metálicas sobre una de las escasas paredes de concreto le trajeron un mar de sensaciones y recuerdos.
«Puedes hacer esto».
Se dijo a sí misma, para tomar fuerzas frente al enorme vendaval que desataría.
Los ojos azules de Carson casi se desorbitaron cuando la mujer caminó en tacones de quince centímetros por los pasillos de la compañía, rumbo a la oficina de su padre. Dio pasos hacia ella y la sujetó del brazo.
—¿Qué haces aquí?
—¿Perdón? Soy socia de esta firma y tengo más derecho que tú a estar aquí, así que, ¿cuál es el problema?
—¿Te vas a ir?
—¿Qué te importa? —Irina frunció el ceño, el rostro de Carson era ilegible.
—Escucha, debemos hablar sobre algunos temas que han quedado pendientes.
—Seguro, dime, ¿cuándo vas a dejar mi departamento, por ejemplo?
—¿Tú qué? —indagó el hombre, alzando una ceja—. No es tuyo, nada más.
—Sí, lo es. La escritura está a mi nombre.
—Yo pagué la mitad de él, maldita.
—¿Sí? No recuerdo. Yo solo sé que me transferiste dinero que me debías ese día.
—¿Qué te debía? ¿De dónde sacaste esas ideas?
—Es lo que voy a alegar y, como la escritura está a mi nombre. Lo lamento, bombón, perdiste. —Irina le dio una sonrisa, y un golpecito en el brazo.
—Ese departamento vale diez millones de dólares.
—Lo sé, hice una gran inversión. —Le guiñó el ojo, y caminó rumbo a la oficina de su padre. La mujer estaba dispuesta a dejar en claro lo que deseaba de ese sitio.
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Cuando te perdí T.JdP Libro 1 (gay +18)
Romance"No hay nada peor que un inocente en prisión, no hay nada más aberrante que expiar las culpas de un asesino impune en manos de bestias sádicas cansadas del encierro. Esta es mi historia, la historia del joven que fui y en el que me convertí". Alan...