Capítulo 9.

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7 meses después.

*1er partido de la temporada. Hilanders de Kelso High School vs Bulldogs de Pensilvania. *

El juego estaba por comenzar, era cuestión de minutos. Chase estaba tan emocionado que por la mañana casi salió en pijama de su casa. Había esperado ese día con ansias.

—¡Salgamos a aplastar a esos bulldogs!—Los animó el entrenador, recibiendo por respuesta un grito lleno de entusiasmo.

—Lo siento... lo siento... me quedé atrapada entre la multitud—Dijo Jailene mientras entraba a los vestidores jadeando.

—Chicos, un minuto y salen. Déjenles bien claro quiénes son los Hilanders, que nunca olviden el día en que les dieron la paliza de sus jodidas vidas, ustedes tienen talento, pero más importante que eso, tienen pasión, actitud y entusiasmo. Disfrútenlo y no olviden poner en práctica los 7 meses de entrenamiento. Suerte—Se despidió el entrenador.

Se juntaron en círculo para darse ánimo.

"Nosotros podemos" "No sabrán ni le los golpeó" "Más nos vale darles una paliza o Jailene nos la dará a nosotros"

—¡Salgamos a patear Bulldogs!—Gritó Justin y todos le hicieron coro.

—Bueno, no literalmente—Intervino Jailene y todos la miraron con fastidio.

Ella amaba a los animales y se obsesionaba con ese tema. Una vez discutió por tres horas seguidas con Chase sobre la agresividad de los perros cuando uno lo mordió en la pierna. Ella defendía que ningún perro nacía siendo agresivo y él trataba de explicarle que cuando había dicho "¡Los perros de hoy en día son tan agresivos!" se refería únicamente al que lo había herido.

—Suerte, chicos. Yo seré la que grita.— Se despidió y les dio un beso en la mejilla a sus amigos.

Al principio, a Jailene le costaba trabajo ser más amable con Chase, pero conforme pasó el tiempo, lo comenzó a tratar mejor y mejor hasta alcanzar la amistad que tenían ahora.

—¿Y para nosotros qué hay?— Preguntó un chico llamado Harry, dirigiéndose a ella.

—¿Quieres que te golpee?—Bromeó Chase.

Todo el equipo juntó sus manos y exclamaron, fuerte y claro:

—¡Hilanders!

Y ahora, los anfitriones... ¡Los Hilanders de Kelso High School!— Anunciaba el conductor por medio del micrófono.

Salieron al campo, todo el Kelso High School victoreaba desde las gradas, Jailene estaba junto al entrenador y, tal como había dicho, gritaba mientras sacaba fotos para el periódico escolar.

Chase, aún sabiendo que no estaría allí, giró la cabeza hacia las gradas para buscar a su padre.

Se sintió muy tonto cuando comprobó que no había asistido, ¿Es que su respuesta no le había dejado en claro que no iría? "Tengo una sola cosa, Chase: Trabajo. No tiempo para partidos".

Apartó esa idea de su mente, no dejaría que nada ni nadie arruinara la emoción y alegría que le producía estar en el campo a nada de iniciar un partido, era la mejor sensación del mundo. Era su día, lo harían suyo.

—Nuestro campo, nuestro juego.

Luego de formarse, llamaron a los capitanes (en el caso de los Hilanders Justin Clark) para el volado. Ambos se estrecharon la mano.

Los bulldogs ganaron y eligieron recibir el balón.

Los árbitros se fueron hacia las orillas junto con los entrenadores despejando el campo y los jugadores tomaron sus posiciones, decidieron que fuera Adolf quien pateara.

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