Final.

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3 años después...

El partido había culminado, y San Francisco había ganado gracias a una anotación de Chase.

El equipo entero celebraba sonoramente, mientras la prensa se aseguraba de grabar todo y se concentraban en entrevistar a la mayor cantidad de jugadores que les fuera posible. Las porristas se encontraban celebrando con el equipo, y todas querían abrazarlos.

Chase miró a lo lejos. Más allá de la multitud, se encontraba una chica muy hermosa sacando fotografías del suceso. Se veía tan linda con la cámara colgada al cuello. Sonrió y se sintió afortunado, porque esa chica era su novia.

Las porristas le sonreían con coquetería, y entonces Jailene volteó a mirarlo. Él le mandó un beso.

Ella le sonrió, las porristas lo dejaron en paz.

El entrenador les dio un par de indicaciones, y luego de darse una ducha y cambiarse pudieron irse.

—¿Lista? — Se reunió con ella.

—Claro. — Sonrió.

Habían quedado de ir a un juego de hockey luego del partido. A ambos les gustaba mucho.

El juego fue muy tenso, pero emocionante. De pronto, vieron que en la pantalla grande se proyectaba la imagen de una pareja.

—Danny, ¿Te casas conmigo? — Preguntó el tipo.

La chica se llevó las manos a la boca, sorprendida.

—Sí, sí, sí, claro que sí —Sonrió, y luego de que le pusieran la sortija, abrazó a su prometido.

Todos aplaudieron.

—Fue lindo, ¿No te parece? — Preguntó Chase.

—No lo sé, delante de tanta gente... — Dudó.

—¿Crees que fue inapropiado?

—No me hagas caso, sabes que las cosas cursis en parejas ajenas me dan alergia.

Chase rio forzado. Introdujo una mano en el bolsillo de su chaqueta, y nervioso comenzó a sentir la pequeña caja que se encontraba dentro. En ésta, había un anillo.

El partido terminó y comenzaron a caminar a casa, pues el auto estaba en el taller.

—¿Quieres hacer algo más? — La tomó de la mano.

—Estoy cansada, quiero llegar a casa y dormir abrazados.

—Me gusta la idea.

Esa ruta les gustaba, porque por ahí nunca pasaba gente. Así, nadie reconocía a Chase, y no eran interrumpidos.

—¿Cómo está Justin? El otro día me dijo que estaban teniendo problemas.

—No es nada grave, es sólo que él y Lola no pueden ponerse de acuerdo para elegir las cosas de su departamento. Justin quiere todo blanco, y lola no.

—Como toda pareja de recién casados —Rio.

—Exactament... ¡OH POR DIOS! — Interrumpió, mirando hacia un costado de la calle.

Reproduzcan la canción. < 3

Chase observó lo mismo que ella. Era un parque.

—¡Hay columpios! — Lo miró suplicante, como una niña pequeña mirando a su padre y a los algodones de azúcar.

A 1,000 yardas de tu corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora