A 1,000 yardas de tu corazón.

Capítulo 11.

Los chicos se habían reunido en las gradas durante el descanso, estaban sentados charlando sobre el misterio. ¿Quién quería destruir al equipo?

—Bien, entonces ahora el problema es ¿Cómo comprobamos si el padre de Aquiles estaba en su casa el jueves a las 7 de la noche?— Dijo Adolf

—Gracias, no lo sabíamos — Respondió su hermano con sarcasmo.

—Déjenmelo a mí— Dijo Jailene mientras se ponía de pie.

—¿Qué harás? — Preguntó Lola.

—Haré que me diga sin preguntarle.

—¿El para qué cosa de quién? — Preguntó Justin, confundido, mientras Jailene se alejaba en busca de Aquiles.

—¡Jailene! — Gritó Chase y ella se dio la vuelta.

—¿Sí?

—Te acompaño.

—Bien.

Buscaron y buscaron por todas partes hasta que lo encontraron en la cafetería.

—Hola. ¿Ya sabes lo que hizo tu padre?— Le dijo Jailene en tono amenazante.

—La hija de Char...

—Sí, sí, soy la hija de Charlie Brown, contéstame— Interrumpió con brusquedad.

—¿Qué hizo de qué?

—No te hagas. O si no, ¿por qué no estaba en tu casa el jueves a las 7 de la noche?

—Porque... porque a esa hora trabaja, tonta.

—¿En dónde trabaja?

—¿Pero qué mierda te pasa? ¿Esto es un interrogatorio? No tengo necesidad de responder a tus preguntas— Dijo con tono tajante y se fue.

—Estaba muy nervioso— Observó Chase y ella asintió con aprobación.

—Entonces, fue su padre.

—¿Y qué vamos a hacer ahora?

—Descubrir para quien trabaja.

—¿A qué te refieres?

—Su padre fue quien dejó el papel en la oficina de correos y quien amenazó al director por teléfono el día del segundo juego. Aún no sabemos quién dejo el disco de la grabación allí ni quién es el que le da las instrucciones.

—Pero, él fue quien amenazó al director en persona también ¿No?

—No. El padre de Aquiles no pasa de 1.70 por mucho, el director dijo que quien lo amenazó había sido un hombre muy alto.

—¿Y cómo hacemos que nos diga?

—No le preguntaremos, solo mantengámoslo vigilado. Quedan 2 juegos más y se acaba la temporada, haremos lo posible para proteger al equipo.

—Bien, entonces ¿Lo vamos a seguir? ¿Acamparemos fuera de su casa y esperaremos a que salga?— Preguntó sarcástico.

—Algo así.

—Se te da bien esto de jugar al detective. Es divertido.

—No se trata de diversión, es para cuidar al equipo.

—Aun así, es divertido— Insistió.

—Hola, Chase— Lo saludó Mandy y se detuvo junto a él, lanzando una mirada de asco a Jailene.

—Ah... buenos días— Respondió él, confundido.

—¿Por qué le hablas a Jailene? No creo que debas juntarte con ella, trata a todos como un experimento para sentirse bien consigo misma, y ni siquiera lo hace bien, ¿A caso quieres terminar como Zack?