El bar del hotel estaba realmente bien abastecido de toda la clase de bebidas que uno se pudiera imaginar. Habían pedido a la gente que saliera, para darle uso exclusivo al equipo y a los fotógrafos.
Un mesero estaba tomando pedidos cuando Jailene y Patrick llegaron.
—Parker— Dijo Hilda a quien aparentemente debía ser el entrenador— Ellos son mis chicos. — Estiró la mano para indicarles que se acercaran.
Patrick tuvo que darle un empujón a Jailene discretamente para hacerla mover los pies.
—Un gusto conocerlos— Sonrió Patrick.
Jailene sintió que el estómago se le iba a salir cuando todo el equipo los volteó a mirar a ellos dos.
—El gusto es nuestro— Dijo Patrick, ya que su amiga era incapaz de pronunciar palabra.
Justo cuando Jailene pensó que se había salvado, el entrenador dijo:
—Chicos— Se dirigió a su equipo— Quiero que le den la bienvenida al equipo de fotografía. Ellos cubrirán su juego el jueves.
Todos los miraron mientras sonreían. Jailene ni siquiera fue capaz de mirar a nadie, no quería saber si Chase los estaba mirando, el corazón le latía demasiado rápido, y estaba nerviosa.
—Bien, en ese caso, podemos empezar— Sonrió.
Patrick tomó a Jailene de la mano, y ambos se dirigieron hacia los chicos.
—Mi nombre es Jailene Brown— Se presentó con el primer chico que encontró, para evitar a los demás.
El tiempo pasó lentamente, pero antes de darse cuenta, estaban a tan sólo 10 personas de terminar.
—Puedes hacerlo— Susurró Patrick a Jailene, mientras la empujaba hacia Chase. — Acaba con esto de una vez.
"Tierra, por favor trágame y escúpeme en Cancún" — Pensaba Jailene.
Antes de darse cuenta y por ir renegando, estaba frente a él.
Él levantó la mirada, y sus ojos se encontraron.
Jailene ni siquiera le dio tiempo de asimilar nada, simplemente se sentó frente a él y comenzó a hacer preguntas.
—¿Qué expectativas tiene de este super tazón?
—...
—¿Qué podemos esperar?
—....
—¿Podrías responder a alguna de mis preguntas? — Lo miró de mala gana.
Sentía calor en la cabeza, y sentía como si tuviera espinas.
—Eres... — Tenía una expresión de asombro. — ¿Eres tú?
—Sí, soy yo. ¿Quién más voy a ser?
—No, no, pero qué estupidez acabo de preguntar. Es obvio que eres tú... es sólo que — La miró detenidamente— Eres distinta.
—Claro— Sonrió— En 7 años una persona cambia bastante.
—Veo que sigues siendo sarcástica.
—¿Puedo seguir con la entrevista? — Lo cortó.
—¿Qué? Oh, claro, sí, sí, lo siento —Se ruborizó.
Chase.
Jailene hablaba, pero yo no la escuchaba. Solamente era consciente del movimiento de sus labios, y de sus ojos fijos en la hoja en donde estaba anotando.
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A 1,000 yardas de tu corazón.
RomanceStrauss y Brown; Agua y Fuego. Un amor bastante complicado, nacido en turbulentas aguas y sobre todo en el césped perteneciente al campo de fútbol de la preparatoria. Para ambos, perseguir sus sueños siempre ha sido lo más importante. ¿Qué pasaría s...