¡No me toques!

469 24 0
                                    

22 de agosto, 2011

-Tenemos unas 10 rampas en toda la escuela más dos enfermerías que cuentan con todo lo necesario. Le repito señora Mirna, John estará bien aquí- Volvía a decir la directora del instituto "Monte Real" a la preocupada madre.

-Si pero...- La señora ya no sabía que pretexto inventar para no dejar a su retoño ahí.

-Mamá, ya dijo que estaré bien- John estaba ansioso; quería ver a su amiga de una buena vez.

Mirna exhaló sonoramente.

-Bien, cuídate mucho y por favor no te separes de Trini o de Ava ¿estamos?- Pidió la angustiada mujer.

-Estamos- Con eso se retiró y la directora procedió a guiarlo a su nuevo salón de clases.

-¡Buen día, alumnos!- Saludó la señora de edad avanzada.

-Buen día, directora- Respondieron los muchachos y la profesora.

Pero de repente toda su atención se desvió al flacucho que se atoró en la puerta con su silla de ruedas.

-Déjame ayudarte, John- Se acercó la anciana a su rescate.

-Gracias- Susurro.

"Vaya manera de iniciar el colegio" Pensó el pecoso.

-Bueno chicos, él es John y empezará el curso con ustedes desde hoy. Espero lo traten como se debe- No lo dijo de mala manera ni como una referencia, más bien, era lo que siempre decía cuando había un estudiante nuevo.

John avanzó lo más rápido que pudo hasta una mesa al fondo, donde una pelirroja corrió el asiento y le cedió el lugar amablemente.

-¡Hola! Mi nombre es Vicky- Se presentó la pelirroja con enormes gafas.

-Mmh... Hola- Tímidamente le devolvió el saludo a la chica.

Ella le sonrió y lo admiró por unos segundos.

-Me gustan tus ojos, son bonitos- Alagó como boba mirándolo.

-Gracias- Su respuesta fue muy seca para ser sinceros.

-Eh... ¿Te gustaría ser mi amigo?- Preguntó el doble de tímida que él.

Vicky era bonita... pero demasiado nerd; no en el sentido de "cerebrito", sino en el de la vestimenta y actitud; por ende no tenía muchos amigos, por no decir ninguno, así que... ¿Por qué no hacerse amiga del chico lindo en silla de ruedas?

A John lo conmovió... pero no lo suficiente.

-No- Contestó tajante.

Los ojos verdosos de la pelirroja se humedecieron.

-Oh... está bien- Su voz salió débil, lo cual hizo que el morocho la observara.

"Rayos, otra llorona" El joven revoloteo los ojos y cuando iba a disculparse, alguien lo interrumpió...

-¡¿Pero qué esperabas, Vicky?! Eres la basura del salón, ¿pretendías que el nuevo se fije en ti? ... Debes tener pésima suerte, no creo que el niñito invalido tenga muchas pretendientes, pero mejor solo que mal acompañado ¿cierto, flacucho?- Se burló Bárbara, la "Reyna" del instituto.

-Déjame en paz, Barbie- Pidió la pelirroja en un murmuro, sus lagrimas ya estaban fuera.

"Dios, por esto odio la escuela" Seguía hablando John en su mente.

-¿Como? ¿Dijiste algo? ¡Oh! Lo siento, no habló idioma sumiso- Vicky era el juguete de todos, siempre tenía que hacer lo que los demás le pedían para no acabar en algún bote de basura o con la mochila colgada en la torre de la escuela.

¿Importa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora