Diosa Griega

248 19 3
                                    

12 de octubre, 2016

Los antiguos griegos eran fanáticos de la belleza; veneraban el cuerpo humano y de ahí todas las estatuas célebres que no hacen más que promover lo digno de admirar.

Ava era bella y un griego encuentra belleza en todo, pero no sería considerada una criatura extravagante con mucho que ofrecer a la vista.

La pelirroja subió los escalones de dos en dos, con sus tacones de aguja y su pequeño bolso.
Traía un peinado sencillo pero elegante; un maquillaje cargado y bonito; un vestido azul marino hasta la mitad del muslo, pegado de arriba y suelto de abajo. Se veía preciosa.

Llegó a la habitación número 288 y tocó la puerta. Escuchó un "Pase" e irrumpió en ese pequeño cubículo.

-Hola- Su morocho estaba recostado en la dichosa camilla del hospital, con varios cables conectados a su delgado y frágil cuerpo- ¿Como te sientes?-

-Mejor- Sonrió casi forzadamente. Quizá ya no sentía lo mismo que antes al ver a Ava- ¿Quién te dijo que estaba aquí?-

-Le hablé a tu mamá para ver si estabas en casa ayer y me dijo lo de tu ataque... Así que decidí venir hoy- Mirna le había dicho a la ex- castaña por teléfono que John sufrió una ligera taquicardia, que lo llevó directo al hospital, debido a que para nada fue ligera; su corazón casi elige abandonar la batalla.

-Que bueno... ¿Te quedarás mucho tiempo?- No quería sonar grosero, pero lo hizo.

-John- Su madre lo riñó- Ava sólo vino a visitarte-

-Si no quieres que me quede, no te preocupes, me iré- La sentimental Ava estuvo apunto de dejar salir sus primeras lágrimas del día.

-No quiero que te vayas- Exclamó viéndose obligado por la fulminante mirada de su madre.

-Pues entonces... No me iré!- Pegó un brinco hasta la delicada cama de John y se acurrucó a su lado- Te he extrañado tanto, mi morocho favorito- ¡Muack! Sonó su brusco beso contra la escuálida mejilla del joven.

-Si... yo igual- Susurró.

John estaba en estado de negación hacia cualquier tipo de relación con la nueva, inteligente y bella Ava. ¿Por qué? Pues porque se fue y su vida continuó... Ella era una lapa y, al parecer, lo seguía siendo; eso afectaría en enormes cantidades  su carrera.

Ahora la pequeña pelirroja tenía un problema... De nuevo John no había notado ni alagado su belleza, como hacía con las Francis.

"Ava: 1   Las Francis: 1000000"

-Traje unos panqueques de una tienda dietética, no es de la de siempre porque...-

-Cerró, lo sé, hace año y medio- Terminó en tono indiferente.

-Oh... Bueno... Eh...- El momento se tornó incómodo y aunque él pecoso seguía queriéndola mucho, ya nada era igual- Disculpa si te molesto o algo, pero no siento que me quieras aquí-

-Las cosas han cambiado, Ava, es todo-

Un cambio puede tardar tres años o un día; un cambio avisa con anticipación, aunque aveces no; un cambio puede ser malo o bueno; un cambio, por más pequeño que sea, deja un impacto...

-Lo veo- Torció su boca. Tal vez ya era hora de que se fuera, pero tenía la leve esperanza de oír un...

-Te ves muy bonita, Ava-

¿Importa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora