¿Importa?

¿Querías verme?

20 de julio, 2009

¿Es normal desear ver a alguien con quien solo has hablado una vez y apenas sabes su nombre?

Nadie sabe, pero Ava anhelaba ver esos iris azules que le quitaban el sueño.

Pero no por las razones que piensan. 

Sino porque sentía la necesidad de ayudarlo y sacarlo de ese profundo estado de melancolía en el que parecía encontrarse.

Ava sabía qué era no tener a nadie en momentos difíciles; a sus 11 años, sus padres se fueron del país por un trabajo que, según ellos, era muy importante y la pobre chica empezó a tener trastornos alimenticios sin razón alguna, al mismo tiempo que menstruaba por primera vez.

Sola, completamente sola con su hermana de 18 años, que estaba muy concentrada en saber a qué antro debería ir y con quién pasar la noche.

Si, ella conocía ese sentimiento y no se lo deseaba a nadie, así que, si podía ayudar a John, lo haría.

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Eran las 7 de la mañana y Ava se estaba arreglando para ir a su trabajo.

Ya había sobrevivido la primera semana sin más problemas, lo que la hacía sentir muy orgullosa de sí misma.

Su progenitora le había dicho que pasaría a recogerla cuando terminara de trabajar, para que la acompañe a hacer algunas compras.

Y ella aceptó gustosa; adoraba escoltar a su madre en el supermercado.

...

-Buen día, Ava- Saluda Samuel, quien al parecer estaba teniendo un buen día.

-Hola Samu y... ¿ha venido?- Pregunta la joven.

Ella le había contado a su jefe que tenía interés (cero romántico) en un muchacho que llegó al establecimiento hace apenas 6 días atrás; él prometió decirle si lo veía, ya que se quedaba hasta el segundo turno.

-No, lo siento- Le dijo Samuel con una mueca.

-¡Oh, está bien! No te preocupes, supongo que el destino no quiere que nos volvamos a encontrar- Le dijo la muchacha sonriendo pero con un deje de desilusión en su voz.

Destino...

Esa cosa sí que es terca.

Fue toda una casualidad que John haya llegado con su tío a ese restaurante; ellos vivían al otro lado de la ciudad, pero necesitaban conseguir un medicamento nuevo para el chico urgentemente y resultó que la única farmacia en donde aún estaba disponible, era justo a unas cuadras de "Alha Burguer". El hambriento adulto decidió hacer una parada para satisfacer sus tripas y fue así como llegaron a ese preciso lugar.

Pero el destino los quiso juntos, sin importar la distancia o el tiempo que pasara, se volverían a encontrar en esta y en otras vidas.

...

-Hola cariño ¿Qué tal tu día?- Preguntó la madre de la muchacha cuando entró y cerró la puerta del vehículo.

-Bastante bien, hoy me autocontrolé con los clientes perezosos y Samu me felicitó por ello- Respondió la castaña con una sonrisa engreída.

-Me alegro- Contestó la mujer luego de soltar una risita.

Ava iba mirando la ciudad por la venta cuando lo vio...

Saliendo del hospital "San Ignacio" , lo vio de nuevo.

John salía de dicho sitio con su madre por detrás, empujando la silla de ruedas en donde el estaba sentado (como siempre), mientras oía las quejas de su progenitora sobre los precios de las terapias que requería.