Cuando la persona que alguna vez fue tu mejor amiga, hoy día se ha transformado en tu mayor enemiga, es sinónimo de problemas, me llamo Lexa Woods, y esta es la historia de mi vida.
Había llegado el día del entierro de Costia. No podía creer que se había ido, que ya no la veríamos más, en casa habitaba un silencio absoluto, lo podía sentir cuando salía de la recámara al baño, era todo el trayecto que hacía, mi madre respetaba mi sentir, mi dolor, quería hablar pero yo no le daba conversación.
Clarke venía todos los días a pasar un rato conmigo, no me decía nada, no necesitaba hacerlo, ella sabía mi proceso en estos momentos y le agradecía por eso.
Esa tarde estaba sentada frente a mi guardarropa, hipnotizada mirando dentro de el, mi madre entra para avisarme que Clarke había llegado. No respondí seguía mirando un punto ciego dentro de aquel viejo armario.
- Lexa ¿Estás bien? - pregunta mientras toca mi brazo lentamente obteniendo mi atención. - Sabes, es raro que desde siempre me gustara vestir de negro, ahora que debo vestir así no se que ponerme, porque sea cual sea lo que elija, lo veré como el atuendo con el cual le dije adiós a una de mis mejores amigas, a la que decidió dar su vida por mi - volví mi vista al armario, mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, aún no entendía el porque actuó así, porque hizo lo que hizo - no quiero ir, no quiero despedirme... - confieso con la voz entrecortada. Mi madre se me acerca, se sienta a mi lado, tomando mi mano entre las suyas. - Hay cosas de las cuales no tenemos ningún control amor, son cosas inexplicables, el ser humano actúa muchas veces por impulso, y aunque agradezco al cielo de que estés viva, también se que una madre perdió a la única luz de sus ojos, se que no quieres ir, pero esa madre te necesita allí, necesita saber que su chiquita era querida y ufff... Costia sí que lo era ¿Verdad? - asiento. - ¿Con que cara voy a mirar a Jane? ¿Sabes lo difícil que debe ser para ella verme ahí, la cara de la chica por la que su hija decidió pararse frente a una bala por ella? No creo que quiera verme - estaba muerta de miedo, las últimas palabras que cruce con Jane fue cuando nos dio la noticia de que Costia no había sobrevivido, y aún retumbaban en mi cabeza. - No te culpa Lexa, hemos estado hablando éstos días, y agradece que Costia haya encontrado amigas de verdad - Esa confesión hizo que las lágrimas que estaba intentando contener cedieran, tenía que ir aunque me resultará difícil, a veces uno quiere vivir por siempre en esa burbuja segura que se construyó, evadiendo la realidad, pero la vida misma se encarga de sacarte de donde sea que te escondas para que reacciones y muchas de esas veces es poniéndote justo en esas situaciones que por tanto tiempo tratabas de evitar.
Llegamos al cementerio, enseguida pudimos ver a Octavia junto a Raven, se que O. es una de las que peor la está pasando, enseguida se acerca a darme un fuerte abrazo.
- Hey, hola O. ¿Cómo lo estás llevando? - le pregunto de forma cariñosa.
- Cómo se puede, Lexa - respuesta corta, Raven me mira levantando sus hombros. Me había estado mandando mensajes donde me decía que estaba preocupada por Octavia, porque desde que se enteró de la muerte de Cos no ha llorado ni una vez.
Fuimos entrando de a poco, había mucha gente, también había otros entierros de otros chicos que lamentablemente nos dejaron el mismo día que perdimos a Costia.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.