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LEXA POV


A la mañana siguiente, después de la fogata, terminé regresando a la casa de Octavia con un sentimiento de alivio. Esa noche mientras volvíamos con ella y los demás chicos, me miró con un gesto de sorpresa, yo solo pude bajar la mirada, no podía volver el tiempo atrás, me dio impotencia no poder lograr lo que había ido a hacer, pero las cosas sucedieron así, ya nada podía cambiar, la fogata estaba apagada junto con mis esperanzas de olvidarme de Clarke.

El encuentro con ella me había dejado triste, ¿porque no dejaba que la olvidara? ¿porque cada paso que me hacía dar hacia atrás, alejándome de ella, lo cambiada por uno que daba ella acercándose hacia mí? No entendía que le pasaba, ver como rompió a llorar entre mis manos, me hizo sentir tan mal, tan impotente, ¿por no podía saber que era lo que le pasaba? ¿qué era lo que me ocultaba? Su llanto no fue fingido, eso estaba claro, llegue a pensar que se iba a partir en pedazos en ese mismo momento, fue horrible. Pensar que antes éramos tan amigas, tan inseparables, y ahora no podíamos ni hablar ni siquiera por la amistad que una vez tuvimos. Tal vez nuestro error fue cruzar esa línea, dar ese paso que lo cambia todo, arriesgando lo que teníamos, perdiendo una batalla que creíamos ganada.

Lincoln nos acompañó a casa de Octavia esa noche me quedaba a dormir en su casa, ya que, al otro día, no teníamos clases. Entre rápidamente, para que O. y Lincoln se pudieran despedir. Me puse un pijama que siempre me presta cuando me quedo con ella, y me voy al baño a lavarme los dientes y la cara. No daba más, no tanto físicamente, sino mentalmente, mi mente no podía dejar de pensar en todo lo que había pasado esa noche, sentía que me iba a explotar la cabeza de un momento a otro.

En ese momento Octavia entra al cuarto con una enorme sonrisa en su cara, era obvio el motivo de su sonrisa boba, llegó, cerró la puerta y suspiró.

- ¿Tan mal te tiene O.? - dije de forma divertida.

- Siiii - admite con euforia - ¿viste lo que es? Es perfecto y besa como los dioses - dijo aun embobada. Yo me reí y negué con la cabeza.

- Parece un buen chico, y se nota que le gustas - dije sinceramente.

- Créeme que el también a mi - dijo risueña - bueno ya basta de hablar de mí, mejor dime ¿qué haces con esa caja todavía? - suspire al notar el cambio drástico de conversación.

- No pude hacerlo, me acobardé al último segundo - mentí olímpicamente.

- ¿Segura Lexa? - dice con una mirada triste - ¿no entiendo porque no me quieres contar la verdad? ¿crees que soy ciega? - me quedo estupefacta, las palabras de O. me toman por sorpresa - está bien que entre Clarke y yo nunca hubo mucha relación, yo realmente le tenía celos, parecía que cuando ella estaba cerca, tu solo tenías ojos para ella, no te reprocho nada Lexa, eso quiero que quede claro, éramos una niñas, aunque ahora no seamos muy grandes tampoco - sonríe, yo no sabía que decirle - te miré todo el camino hasta que llegaste a la fogata, me quedé vigilando por si me necesitabas, se lo difícil que era para vos, vi como Clarke se te acercó, hasta que un momento dado, ella te estaba llevando - la mire con miedo, ¿Nos habrá visto besarnos? ella sabía que me gustaban las chicas, yo misma se lo confesé el año pasado, una noche que ella se quedó a dormir en casa. Mas no le pude confesar lo mío con Clarke, en ese momento aún tenía la herida en carne viva - pensé en seguirlas - continúo hablando - pero supuse que era algo que tenían que hablar ustedes, no quise meterme, total ya me lo contarías más tarde ¿verdad? - le aparte la mirada, no me daba la cara para mirarla, sentía mucha vergüenza. Ella solo quería ayudarme y yo lo único que hacía era mentirle. Apoyo mis codos en mis piernas y me agarro la cabeza.

- Lo siento O. no era mi intención lastimarte, dios ¿por qué soy tan mala amiga? no te merezco - dije entre sollozos, ella se acercó a mí, sentándose en frente, corrió mis manos de mi cara y me obligó a mirarla.

- Hey, hey, hey, no vuelvas a decir una cosa así Lexa, eres una excelente amiga, nos conocemos de toda la vida, pero lo que no entiendo es ¿por qué no confías en mí? - preguntó con un deje de tristeza.

- Si lo hago, pero es que esta situación con Clarke es, es mucho más compleja de lo que te imaginas - admití.

- ¿Y crees que no lo sé? - la mire con el ceño fruncido - ohhh vamos lexa, hasta un ciego se daría cuenta, tú no eres muy discreta que se diga, ¿te crees que no sé qué entre ustedes dos siempre hubo algo más que una simple amistad? - me quedé helada ante sus palabras, vuelvo a taparme la cara con las manos.

- Dios que vergüenza - exclamé - ¿por qué nunca me dijiste nada? ¿por qué dejaste que te siguiera mintiendo en tus narices?

- Porque quería que tú me lo dijeras porque querías hacerlo, no porque te sintieras obligada, pero ya ves, a ti hay que sacarte las palabras con un gancho Lexa - confesó sincera.

- Perdón - no tenía nada más para decirle - tendría que habértelo dicho en cuanto tuve oportunidad, perdóname O.-

- No tengo nada que perdonar, sino me lo dijiste fue porque no estabas preparada todavía, todo el mundo tiene secretos, yo no soy nadie para tirarte la primera piedra Lexa. Solo deseaba que me lo contaras, y así poder ayudarte, no se toda la historia, pero sé que debes ser muy fuerte, para aguantarte todo esto sola - me dijo con pena, apoyando una mano sobre mi pierna.

- No te creas O. no soy tan fuerte como lo pensaba - dije con un nudo en la garganta, comenzando a llorar.

Octavia se levanta y se sienta a mi lado, suelta mis manos que aún seguían en mi cabeza.

- Ven aquí pequeña nerd - dice abrazándome - ahora ya no estás sola, aquí estoy para ayudarte, siempre lo he estado y no pienso irme a ningún lado ¿entiendes?-

Sus palabras me alivian el alma, poder contar con ella a pesar de que no me comporte realmente como se merecía, me da tranquilidad, no sé porque temía tanto a su reacción, a lo que pudiera pensar, sumándole su mala relación con Clarke, ya una vez que empecé a ocultárselo, no pude parar. Muchas veces quise hablar con ella, sobre todo cuando mi corazón estaba dolido, pero una vez que una empieza con una mentira cuesta el doble de valentía, ponerle el pecho a las malas decisiones que uno toma y decir la verdad, en ese momento me era mucho más fácil seguir mintiendo. Hoy el tiempo me comprobó lo equivocada que estaba, me arrepiento tanto de haberlo hecho, su amistad y su apoyo son un gran regalo para mí, aunque no lo merezca.

Después de estar un rato abrazadas, nos separamos y me seco de a poco las lágrimas. Ella me mira como queriendo decir algo, sospecho inmediatamente sobre qué.

- Y... ¿me contaras lo que ha pasado entre ustedes? o sea, la versión real Lexa - me dice alzando una ceja, advirtiéndome. Así es O. su sinceridad es lo que siempre admiré de ella. Me siento a lo indio en la cama, dispuesta a decirle toda la verdad, esa que nunca le tuve que haber escondido en un principio.

- A ver ¿por dónde empiezo? -

- Por el principio seria genial - me mira y me saca la lengua, sonrió.

- Uff bueno, este, yo - balbuceaba incoherentemente.

- Lexa - me llama la atención - habla - me dice autoritaria, suspiro.

- Bien, bien, ¿pensarías que estamos locas si te digo que con Clarke nos dimos nuestro primer beso a los 13 y que nos pusimos de novias a los 14? - le dije mirándola con temor, que ella sospechara o supiera lo que pasaba entre nosotras, no hacía que fuera más fácil contárselo.


... Flashback ...


Continuará...



¿De qué tratara el nuevo Flashback? bueno como soy tan pero tan buena, no las haré esperar mucho más... espero no estarlas aburriendo con el fic, cualquier cosa ya saben que pueden comentarme... cero drama!!! besotes =)


Nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora