Raven me llevo a su casa, luego de haber llorado todo con mi cabeza apoyada en sus piernas, mientras ella acariciaba mi pelo, de a poco me fui calmando, al rato se levanta y me pregunta si quiero algo para tomar, afirmo, me siento en su cama y a los minutos veo que viene con dos vasos de limonada, un plato lleno de galletitas y unos paquetes de pañuelos.
- Gracias - le digo, aun con la voz entrecortada.
- De nada ¿estás mejor? - me pregunta, apoyando una mano en mi pierna, niego con la cabeza a la vez que le sonrío inútilmente, toma asiento a mi lado y ambas nos giramos para hablarnos de frente - ¿ahora me vas a decir que pasa entre él y vos? - me pregunta directamente Raven. Si había alguien que no le daba vueltas a los asuntos, esa era ella.
- Ya te dije que no puedo - siento como suspira.
- Clarke ¿cuando vas a permitir que te ayude con tu mochila? tienes que dejar de llevar todo el peso tu sola, sabes que podes confiar en mi ¿verdad? - asiento, pero estoy tan acostumbrada a llevarla sola que no me permitía compartirla con nadie, y menos faltando tan poco.
- Lo se, pero no... - no me deja terminar.
- No Clarke, no acepto ni un no, ni un pero ¿sabes lo que es verte así de caída rubia? cuando salí del baño y te vi como le gritaste, ese odio no puede ser algo de ahora... quiero saber la verdad, o me vas a perdonar, pero sabes que soy capaz de ir y preguntarle personalmente - suspiro vencida, se de lo que es capaz de hacer, y eso solo significa cuanto le importo.
- No Raven, no es necesario que hables con él, yo - tomo aire - yo te voy a contar la verdad - digo sincera, ella se acomoda y me mira atentamente, dándole la importancia que yo también le daba a todo este asunto.
- Soy toda oídos rubia - me dice, invitándome a que comience a contarle todo, cosa que hago a continuación.
... Flashback ...
Estábamos con Lexa mirando un atardecer juntas en la playa que está cerca de su casa, habíamos llevado una manta porque cuando bajaba el sol refrescaba, unos aperitivos para cuando el hambre nos llamara y unas botellas con jugo para calmar la sed, por ser día entre semana, había poco y nada de gente, y el que comenzara hacer frío, ayudaba a que esa minoría se fuera yendo de a poco. Nosotras estábamos en nuestra propia burbuja, si bien tratábamos de mantener nuestra relación entre las cuatro paredes de su habitación y la mía, de vez en cuando nos daba por salir y hacer vida de pareja, cuando bajaba el sol, sin que nadie pudiera reconocernos, nos abrazábamos y besábamos, no es que nos avergonzáramos de estar juntas, si fuera por nosotras ya se lo hubiéramos gritado al mundo entero, pero entendíamos que nuestras familias y amigos por mas que nosotras tuviésemos muy claro nuestro amor, el que fuéramos menores y dos chicas, nos hacia retroceder, daba miedo que alguno se lo tomara mal y quisiera separarnos y la verdad no estábamos preparadas para eso, así que preferíamos esperar.
Lexa estaba sentada detrás de mi, con sus piernas a mi costado y abrazándome por la cintura a la vez que sostenía la manta, tapándonos a las dos, con su mentón apoyado en mi hombro, de vez en cuando me daba pequeños besos en el cuello que hacían erizar todo mi cuerpo. Podíamos pasar horas enteras mirando el mar, sin siquiera decir una palabra y a la vez poder sentir que estas teniendo la mejor conversación de toda tu vida, porque hablar no solo es emitir un sonido, también hablan los hechos, los actos, el sentir su piel contra mi piel, el rozar de su mano con la mía, el aroma que desprende ella cuando esta a mi lado, el sentirse amada sin tener que decirlo, poder cerrar los ojos y no necesitar imaginar un mejor lugar que ese, el abrirlos y ver a la única persona que me completa.
- ¿Tienes frío? - me pregunta Lexa, mientras me arropa mas a ella.
- Contigo nunca siento frío - le contesto sincera y se que ella está sonriendo, giro mi rostro para mirarla, efectivamente sonríe, agarro su cuello delicadamente y la acerco hacia mi para besarla, un beso sin ningún tipo de apuro, sin necesidad de acelerar el momento, porque la verdad era que quería hacer todo lo contrario, quería congelar este instante, como postal y de por vida. Nuestras lenguas se tocaban, se rozaban bien despacio, como si este beso pasara en cámara lenta frente a nosotras. Me doy vuelta y me siento sobre sus piernas para quedar frente a ella, aun tapadas pero mirándonos a los ojos, esos ojos verdes que me miran y hacen que pierda el sentido del tiempo y del espacio, esos ojos que brillan en la oscuridad que nos esta acechando, agarro su cara entre mis manos y ella cierra sus ojos a la vez que sonríe, acaricio el contorno de su cara, la brisa apenas golpeando y desordenando un poco su pelo, era un momento perfecto.
- Te amo Lexa - suelto de repente, no era la primera vez que lo decía y seguramente no sería la última, ella abre los ojos y me mira, sin parar de sonreír. Posa su mano en mi mejilla e instintivamente ladeo mi cabeza buscando su calor.
- Que lástima que no exista otra palabra mas grande que el "te amo" porque siento que lo que llevo aquí dentro - se señala el pecho - es mucho mas grande que esas dos palabras, pero, yo también te amo Clarke - me dice finalmente y yo sentía que mi corazón salia de mi pecho y se metía en el suyo. Volvemos a besarnos porque ya no había mas que decir y no lo necesitábamos tampoco.
Vimos la puesta del sol, en completo silencio mas que el ruido de las olas rompiendo en las rocas, se respiraba tranquilidad, paz y mucho amor, eran uno de esos momentos que uno cree que solo pasan en las películas, así pasamos unos cuantos minutos que luego se hicieron horas.
- Ay, no, no, no, no, Clarke - la miro espantada - ¿que hora es? - me pregunta asustada.
- Las nueve Lexa, ¿porque? ¿que pasa? - veo que se agarra la cabeza y se levanta rápidamente.
- Mi madre me va a matar Clarke, prometí hacer la cena para cuando ella llegara de trabajar o sea en media hora - me dice exaltada, me río porque pensé que era algo mas grave.
- Pues yo que vos me iría ya, yo junto esto y me voy - le digo.
- No, no, te ayudo y vamos - niego.
- Tic, tac, tic, tac, el tiempo se va Lexa, ve, corre, tampoco es que estemos tan lejos - al final asiente y se va corriendo.
Me dispongo a guardar la comida, las botellas de jugo, doblo la frazada y meto todo en la mochila que había traído, de repente escucho unas pisadas detrás de mi, me giro.
- Ah Bellamy, eres tú, me asustaste...
... Continuará...
No me maten, se que es un cap corto, y mas que hacia rato que no actualizaba, pero necesitaba cortarlo ahí, no se alarmen ya estoy escribiendo la continuación.
Si me aguantan capaz a la noche suba el que sigue.... no actualice antes por un hermoso bloqueo sumado a las fiestas y el viaje que hice para visitar a mi flia... pero este cap a pesar de ser corto significa que salí de ese momento jajjaja, espero no defraudarlas!!! besotes!!!

ESTÁS LEYENDO
Nada es lo que parece
FanficCuando la persona que alguna vez fue tu mejor amiga, hoy día se ha transformado en tu mayor enemiga, es sinónimo de problemas, me llamo Lexa Woods, y esta es la historia de mi vida.