5

4.3K 340 62
                                    


"Una noche mientras dormía, escuche un ruido de una ventana que se abría, no tenía que ser muy inteligente para saber que era ella, solo nosotras usábamos las escaleras para entrar o salir de la habitación, ya que no siempre teníamos permiso de nuestros padres para salir, por eso nunca les poníamos trabas. Esperé a que entrara, y me incorpore en la cama, cuando alzo la vista, vi que tenía la mirada triste".

- ¿Ya no me quieres? - fue lo primero que me dijo, con un nudo en la garganta.

- Claro que te quiero Clarke ¿Por qué me preguntas eso? - le dije en un tono tranquilo, comenzó a caminar de un lado a otro, en frente de mi cama, como queriendo acomodar sus pensamientos.

- No quieres verme, no quieres hablar conmigo, no contestas mis llamadas - haciendo referencia a la campana - ya ha pasado una semana Lexa, y no dejas que me acerque a ti, te extraño - dijo esto último en un susurro, sus ojos brillaban y sus lágrimas caían por sus mejillas. Me sentí completamente culpable, seguía siendo egoísta, seguía autocompadeciéndome, sin darme cuenta a cuanta gente le importaba, a cuanta gente dañaba en el camino.

- Ven acá - le dije señalando un lugar a mi lado en la cama, nos acostamos juntas, yo sobre su pecho, mientras ella acariciaba mi pelo.

- Perdón Clarke, perdón por empujarte aquel día, perdón por no querer verte, perdón, perdón por todo - dije, comenzando a llorar de nuevo, pero esta vez no estaba sola, la tenía a ella. Me apretó más contra su cuerpo, agarrándome fuerte.

- No tengo nada que perdonarte Lexa, tranquila, pero entiende, ya no soy una niña débil de 9 años, que no era capaz de defenderse, no tienes que cuidar de mi todo el tiempo, yo también quiero cuidarte, no es necesario que entre nosotras siempre seas tú la fuerte, se vale estar roto a veces, se vale ser humana Lexa.

Lloramos juntas un buen rato, cuando al fin nos calmamos, aún seguía acariciando mi pelo, me separé levemente de ella y la miré, era completamente hermosa, estaba comenzando la adolescencia, y era inútil no sentir algo raro en el estómago cuando estaba a su lado.

- Gracias por esto Clarke - le dije susurrando, la tenía tan cerca, que lograba que no pudiera respirar. Ella me miro y por un segundo bajo su mirada a mi boca, e instintivamente yo hice lo mismo. Se acercó lentamente hacia mí y depositó un casto beso en mis labios, haciendo que mi cuerpo temblara. No sabía que era ese enorme cosquilleo en la panza, pero no se sentía nada mal. Nos separamos, nos sonreímos, pero de pronto Clarke se levanta de golpe.

- Me tengo que ir Lexa, mi, mi madre no sabe que estoy acá - dijo con voz temblorosa. Éramos unas niñas, pero sabíamos lo que había pasado, cuantas veces hablamos de como queríamos que fuese nuestro primer beso. Se dio vuelta para irse y yo me levanté de un salto, quedándome detrás.

- ¿Estas bien Clarke?, hago de cuenta que esto nunca pasó, si es lo que quieres - se frenó en seco - estoy dispuesta a olvidar todo, pero no quiero que esto cambié nuestra amistad, no quiero perderte - dije todo rápido totalmente desesperada - Se quedó un rato dándome la espalda, a mí me faltaba el aire, tratando de controlar el nudo que se me había formado en el estómago, luego se gira, me mira y camina en mí dirección, hasta quedar una frente a la otra.

- Yo no lo quiero olvidar Lexa - dijo por lo bajo, se acercó nuevamente a mí, acortando toda distancia, sabíamos cómo se debía hacer, habíamos visto un montón de películas y novelas donde las parejas se besaban, agarro mi cara con sus manos, y yo me agarre de su cintura, verdaderamente no sabía dónde poner mis manos. Inmediatamente que nuestros labios se tocaron, abrimos la boca al mismo tiempo, dándole paso a nuestras lenguas que iban explorando la boca de la otra tímidamente, siempre pensé que hacer eso, me iba a causar repelo, claro me lo imaginaba con un chico, pero Clarke no era un chico, Clarke era especial, el beso fue lento y tierno a la vez, sus labios se sentían esponjosos y suaves.

Nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora