Nada es lo que parece

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Después de cenar Clarke se fue a su casa y yo me quede en mi cuarto estudiando, bueno, mas bien haciendo el intento, no podía dejar de pensar en todo lo que pasó en tan solo unas horas. Mi madre nos había descubierto, pensé que Clarke huiría ya que creí que el mayor problema de mantenernos en secreto, era que aun no estaba preparada para que los demás lo supieran, y aunque casi se muere del susto, tomó coraje y hasta se enfrentó a mi madre por defender lo que sentíamos. Me sentía totalmente orgullosa de ella, moría por pedirle que fuera mi novia, cuando eramos mas chicas ella había dado el primer paso, y se que como estaban las cosas, ella no se animaría a pedirme nada, no hasta que yo no diera aunque sea un paso que la hiciera sentir segura, así que decidí dar ese paso yo, si bien no hemos aclarado todo, no queria ponerme a pensar en nada, queria disfrutar cada momento con ella, estaba claro que la amaba, y se que ella también lo hace, me lo demostró desde el primer momento, luego enfrentándose a mi madre y cada vez que la miro a los ojos, es imposible no ver lo que siente por mi, dicen que los ojos son la ventana del alma y los suyos eran la ventana a la felicidad, una felicidad de color del cielo, ese cielo que tanto amaba mirar y que me mirara.

Siento que golpean la puerta, sacándome de mis pensamientos y de mis intentos fallidos por estudiar.

- Pasa ma - digo cuando se que es ella la única que puede golpear, claro, ahora si lo hace, pienso para mi.

- Perdón hija, ¿estas estudiando? - me pregunta. Niego con la cabeza.

- De todos modos, ya sabes que me se todo lo que hay para la prueba - le confieso, no es por dármelas de sabelotodo, para que negarlo, si lo era. Me saco las gafas y las coloco en la mesa de estudio, mi madre se sienta en la cama, y yo me doy vuelta para mirarla, se de que quiere hablar.

- Siempre tuviste esa facilidad para aprender todo - me dice mientras sonríe.

- Si, y si dios quiere voy a ganarme la beca, iré a la universidad, me recibiré y volveré a poner un estudio aquí, a tu lado, y tu al fin podrás descansar ma - le digo muy confiada y sincera.

- Sabes que no me importa trabajar doble horario, al menos nos da para vivir el día a día hija, no tienes ninguna obligación que cargar en tus hombros, quiero que lo tengas claro Lexa, quiero que hagas lo que vos quieras, no lo que te sientas obligada hacer, tu hermano también aporta su ayuda y creo que nos hemos manejado bien hasta ahora de esta manera, no quiero que hagas eso - me dice con ojos llorosos. Me acerco a ella, sentándome a su lado, le agarro ambas manos.

- Lo se ma, pero es algo que siempre quise hacer, siempre soñé con eso, aparte de querer hacer lo que me gusta, mi sueño siempre estuvo ligado a algún día poder ayudarte yo también, y que tu puedas descansar como te lo mereces, eso no es un peso para mi, eso simplemente me motiva aun mas a seguir adelante, no te preocupes por mi, yo voy a lograr todo lo que me propuse, desde que papá se fue - digo esto ultimo con la voz entrecortada, se cuanto ella se ha sacrificado para que jamas nos falte nada, y cuando papá nos dejó, ella simplemente sacrificó su tiempo para sacarnos adelante, ¿porque no podía hacer yo lo mismo? ella se merecía eso y mucho mas. Acaricia mi mejilla con dulzura.

- ¿Cuando fue el momento exacto en el que creciste tanto? - me pregunta con un deje de tristeza. Gustus cuando creció, se fue y prácticamente lo vemos muy poco, ella teme que me pase lo mismo ¿que padre no sentiría ese miedo?

- Yo me iré, pero vendré a verte en cada oportunidad que tenga, no te dejare sola, no te libraras de mi tan fácilmente - digo ésto ultimo con una leve sonrisa, ella sonríe también.

- Es lo que menos querría pequeña - dice - y... ya que estamos hablando - la miro con atención, se que tema viene ahora - así que Clarke ¿he? - dice sonriendo, contagiándome su sonrisa.