Hola me llamo Natalia, pero estamos en confianza, así que pueden llamarme Naty, bueno paso a explicarles rapidito, porque no quiero aburrirlos. No soy escritora, nunca escribí nada en mi vida, salvo para alguna materia del colegio, y alguna que otra ayuda a una amiga que tiene ya varios fanfic en su haber. Pero poco y nada, a ella le tocaba la peor parte, escribir, Sabri hablo de vos jajaja. Ella fue la que me puso la semilla de ¿porque no escribía una historia? y desde ahí me dije ¿porque no? ¿qué puedo perder? y aquí estoy. Ok, aquí les dejo lo que considero mi primer capítulo de mi primer fic... adelante mis valientes!!!
Hola mi nombre es Lexa Woods, tengo 17 años y gracias a dios estoy cursando el último año de la secundaria. Este año no se me ha hecho nada fácil, tener que aguantar los malos tratos, y las palabras hirientes de una persona que, en algún momento, hasta estaba dispuesta a darlo todo por ella, no, no era tarea fácil. Quisiera poder odiarla, dios, no saben cuánto lo he intentado, y créanme que me ha dado motivos de sobra para hacerlo, pero el pasado que tuvimos, los años de amistad, han pesado más en mi balanza, y ese es justamente el problema, que mi balanza da un resultado muy diferente a la suya.
Clarke Griffin, así se llama mi amiga, bueno, ahora ex-amiga, es capitana del equipo de porrista de la escuela a la que concurrimos, obviamente es la típica rubia, ojos azules, buen cuerpo, muy buena posición económica, excelentes notas, en definitiva, si eras un chico/a y no babeabas por ella o por alguna de sus amigas, no eras normal. Era el sueño de todos, que al menos una de ellas se fijara en ti, aunque sea solo para dedicarte una mirada, así sea por error. Lo mio era la excepción, contrariamente, no había día en el que no me notaran, mayormente Clarke, que era la que me tenía entre ceja y ceja. Me dolía verla, ver odio y rencor en sus ojos, y no entendía cómo era que había cambiado tanto en 1 año, son tan solo 365 días ¿no? pero para mí desgracia lo hizo.
Se había convertido en esa persona despiadada y cruel, junto a su grupo de amigos, se creían los dueños de la escuela, y como tal, se comportaban como amos y señores de la institución, molestaban a todos aquellos que los miraran mal, o que simplemente no les caían bien, así fuera a todos o a sólo uno de ellos, obviamente yo entraba en esta categoría.
Ustedes se preguntarán ¿cómo fui a ser tan amiga de ella? pues bien, Clarke no siempre fue así, ella era una gran amiga, nos conocíamos desde pequeñas, sus padres se habían mudado a mi barrio cuando ella tenía apenas 9 años.
...Flashback...
Un día cuando volvía de la casa de una vecina, con la cual mamá me dejaba ir a jugar, vi que 3 niños estaban burlándose de una niña de pelo rubio, pequeña como yo, le habían sacado su muñeca y se la estaban pasando entre ellos, mientras la niña lloraba y pedía que se le devolvieran. Yo conocía a esos chicos, no eran de muy lejos, vivían unas cuadras arriba nada más. Mi madre siempre me había enseñado que debía de ponerme en el lugar del menos aventajado, y esa niña, sí que estaba en desventaja, así que me arme de todo el valor que una nena de 9 años podría tener, y fui a enfrentarlos. Yo no tenía un aspecto que hiciera temer, solo era un poco más alta que ella, flaca, pelo oscuro y ojos verdes, pero tenía un hermano mayor Gustus, y por ende sabia como defenderme. Llegue hasta ahí pronunciando el nombre de Bellamy que era al único chico que conocía.
- Bellamy deja de molestar y devuélvele su muñeca!
- ¡Las bebés juegan con muñecas, ella es una bebé! - dijo riéndose, refiriéndose a la niña que seguía llorando.
- Tú no eres muy grande tampoco, tienes nuestra misma edad - dije enojada, yo también era una niña, y era obvio que también jugaba con muñecas, me sentí ofendida.
- ¡Pero yo no juego con muñecos, ni me pongo a llorar por ellos! - dijo con voz burlona, mientras sus 2 amigos le festejaban.
- Si no se lo das, tendré que pedirle a mi hermano que te de una lección - Dije de manera desafiante, sé que mi hermano le aterra, no es que él le vaya a pegar o algo por el estilo, pero Gustus trabajaba para su padre y era medio rebelde. No era la primera vez que lo usaba de escudo, Bellamy era conocido por molestar a más de un chico, pero frecuentemente a las niñas, cosa que mi hermano odiaba. Él decía que solo él podía molestarme, no sé si eso era una buena noticia o no, pero en esos momentos me servía.
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Nada es lo que parece
FanficCuando la persona que alguna vez fue tu mejor amiga, hoy día se ha transformado en tu mayor enemiga, es sinónimo de problemas, me llamo Lexa Woods, y esta es la historia de mi vida.