Cuando la persona que alguna vez fue tu mejor amiga, hoy día se ha transformado en tu mayor enemiga, es sinónimo de problemas, me llamo Lexa Woods, y esta es la historia de mi vida.
Una vez dentro lo que vi a continuación era algo para lo que realmente no estaba preparada, gente en el suelo, cuerpos, eran chicos y chicas, me acercaba a cada uno para verificar si aún respiraban pero era inútil, no los conocía pero se que son los hijos, hermanos, amigos de alguien, pensar eso hizo que por mi cuerpo corriera un escalofrío.
Éstas cosas no suceden en Virginia, son cosas que le suceden a otra gente lejos de acá, esas que uno ve por la televisión, no las vive en carne propia. Era una situación desesperante, Bellamy es un ser despreciable que nos hizo la vida imposible a Clarke y a mi, pero de ahí a que pudiera hacer todo ésto no entraba en mi cabeza, creer que pudiera matar gente inocente como si de un estúpido juego se tratase era totalmente perverso, macabro eh inhumano.
Escuché gritos, lo reconocía, era su voz ¿y la de Raven? Intenté encontrar donde estaban hasta que llegué al aula de música, mi corazón comenzó a acelerarse, sentía como mi pecho se cerraba haciendo que me costara respirar, cierro mis puños fuertemente para salir de lo que parecía ser un ataque de pánico. Ya un poco más calmada me asomé por el rabillo de la puerta.
Adentro pude ver a Costia sentada en el suelo agarrada a sus piernas, llorando y temblando, a una Raven por el contrario parada, la veía entera, intentando calmar a Bellamy y Bell apuntaba con un arma la cabeza de Octavia, totalmente fuera de sí. Octavia simplemente tenía los ojos cerrados.
La escena era por demás complicada no quería entrar y que se le escapara un disparo, así que golpeé cuidadosamente la puerta, anunciando mi llegada, sabía que de esa manera su objetivo ya no iba a ser Octavia.
- ¿Quién es? - grita Bellamy con tono de voz temblorosa.
- Soy Lexa - escucho que ríe.
- ¿Estás sola? - pregunta.
- Si, si, claro - contesto, siento que saca la lleve de la puerta, se asoma para verificar que le haya dicho la verdad para luego dejarme entrar.
- Pasa, pasa, eres bienvenida - dice en forma de burla, sin dejar a Octavia. Vuelve a poner la llave una vez que ingreso. Había corrido todas las cortinas para que desde afuera no lo vean. Lo tenía todo preparado, ésto no era un acto improvisado - ¿como estás Lexa? - habla como si le importara. No le contesto, no porque no quisiera, sino porque no me salían las palabras.
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- ¿Que haces acá? - me recrimina Raven furiosa.
- No iba a dejarte sola - digo bajo mientras Bellamy tarareaba lo que parecía una canción sin soltar a O. espiando de vez en cuando por los ventanales. Raven niega notablemente molesta.
- Eres como el ratón que entra intencionalmente a la casa del feroz y hambriento gato - bufa. Costia estaba en un rincón sin decir absolutamente nada absorta en sus pensamientos, en estado de shock.
