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Cuando llego a casa, Clarke ya me estaba esperando en la puerta, nos sonreímos y una vez que llego a ella, la beso con todas mis ganas acumuladas, Clarke se sorprende y termina dando con la pared detrás de ella.

- Auch - se queja, pero sin separar mis labios de los suyos.

- Perdón - le pido sin soltarla, cuando disponemos a entrar, se frena.

- Espera, ¿y tu mama? - pregunta preocupada.

- Hoy le tocó turno a la noche, hasta las ocho de la mañana no llega - le digo tranquilizándola.

- Ohh, bien, entonces si - dice para acto seguido besarme y entrar a casa trastabillando con cada mueble, cada pared, cada cuadro. Subimos las escaleras, debo confesar que casi sufrimos un accidente, pero gracias a los buenos reflejos de Clarke nadie rodó por las escaleras.

Cuando al fin llegamos a mi habitación sanas y salvas, seguimos besándonos sin parar, ya nuestros labios pintados se habían mezclado tanto, que se había formado un nuevo color.

- Lexa - me dice mientras rompemos el beso - ¿que tal si antes me quito el maquillaje?, tu estas hermosa, pero yo ya me estoy pareciendo al Wason en estos momentos antes que a Hearley - dice divertida, las dos reímos. Asiento y ambas nos acercamos al mueble en el cual estudio, aprovechando que tiene un espejo grande, le alcanzo a Clarke las toallitas desmaquillantes y comenzamos a sacarnos todo rastro de pintura que vemos, yo también ya que al besar a Clarke también me manche la cara.

Nos echábamos miradas cómplices a través del espejo, mientras nos íbamos limpiando la cara. Termino ya que lo mio no era tanto y doy pasos hacia atrás mirando al espejo, hasta que puedo ver casi todo mi cuerpo en el, Clarke me seguía atenta con la mirada, esa mirada profunda que cargaba mas que deseos en ella.

- ¿Que haces? - me pregunta dudosa.

- Nada - le digo lo mas inocente posible a la vez que voy desprendiendo la parte de adelante de mi vestido, desabrochando lentamente botón por botón, mirándola seductoramente, veo que traga saliva con dificultad, mientras sigue sacándose la pintura, pero esta vez lo hacia mas lento y mas expectante a mi que otra cosa. Me saco la chaqueta que iba por encima del vestido he inmediatamente llevo mis manos detrás para bajar mi cierre, dejando posteriormente el gran vestido en el suelo, quedando solamente en un corset negro con blanco como ropa interior. La cara de Clarke se desfiguro, tenia la boca abierta de la sorpresa y por su cara, creo que le estaba gustando lo que veía - yo que vos, me apuraría con eso - le digo señalándole lo que tenia en la mano, ella mira sus manos he inmediatamente comienza a apurarse.

- Espérame - me suplica desesperada hasta que da por terminada la tarea de limpieza y se gira mirándome seriamente - eso es jugar sucio, Lexa - me dice, señalándome con su dedo acusador. Me acerco a ella y me toma de la cintura, observando todo mi cuerpo.

- Es que te estabas demorando mucho - le confieso divertida.

- Ahhh ¿si? - me dice mientras me gira y me da contra el mueble en el que antes estaba ella - ahora me voy a demorar, pero contigo - dice seductoramente en mi oído, pasando su mano por un costado de mi cuerpo, haciéndome erizar.

Se aleja de mi, comienza a sacarse lentamente su camiseta, quedando en sostén, me quede admirando toda su anatomía, ¿era real esta chica o era producto de mi imaginación?, suelta su pelo rubio, muerde su labio inferior.

- ¿Te gusta lo que ves? - me pregunta, a la vez que se baja el short, sentí que me faltaba el aire, mi garganta se iba secando, estaba totalmente excitada, no podía hablar, solo asentí con la cabeza a lo que ella sonrío maliciosamente. Termina de sacarse todas las prendas en frente de mi, yo aun no podía creer, el ser hermoso y perfecto que tenia delante, totalmente desnuda, dejando que mis ojos la recorran entera, conociendo cada parte de su cuerpo, acariciándola con mi mirada, que no podía apartar de ella. Se acerca despacio agarra mi mentón y me planta un beso húmedo y profundo, dando lugar de inmediato a que nuestras lenguas jueguen sin cesar. Mis manos bajan hacia la parte baja de su cadera, acercándola mas. Suelta mi boca para dirigirse a mi cuello, mordiéndolo levemente, chupándolo después. Suelto un gemido que venía reteniendo hace un buen tiempo. Se aparta de mi cuello y me hace dar vuelta, apoyo mis manos en el escritorio, empieza a desprenderme el corset, muy pero muy lento, haciendo que me remueva impaciente en el lugar - ¿apurada Lexa? - me dice mirándome por el espejo, con una voz sumamente calmada, aprieto mis labios y asiento. Cuando al fin se libra de mi última prenda.

Nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora