Neofiti

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Una semana había transcurrido y mi cabeza seguía doliendo, no tenía una herida grave, nuestro doctor, el señor Morelli, aseguró que mejoraría en unos días, y ciertamente lo he hecho, pero me harté de tomar pastillas por la molestia

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Una semana había transcurrido y mi cabeza seguía doliendo, no tenía una herida grave, nuestro doctor, el señor Morelli, aseguró que mejoraría en unos días, y ciertamente lo he hecho, pero me harté de tomar pastillas por la molestia.

No fui la única que salió herida ese día, Lucas recibió una bala que le perforó el brazo sin complicaciones, tuvo una salida limpia y él ha mejorado mucho más rápido que yo. Alek se disculpó por asignarnos una misión como esa solo a nosotros dos, por suerte Matthew decidió intervenir —que no era lo ideal—, y logramos el objetivo.

Bogdan tenía en su poder los planes de una gran red de contrabando que nos afectaba, pero ahora tendríamos un beneficio. Tenemos líneas y lugares específicos en los que se distribuye nuestro producto y se vende como pan caliente, esta red que habían inventado afectaba directamente nuestro tránsito, y nos ponía en el ojo del huracán con el gobierno. Ahora, podíamos utilizar eso para ampliar nuestro mercado, y mejorar los métodos de esparcimiento de una forma más discreta.

Estábamos en la cúspide, el Red Night generando dinero constántemente, el club privado de Bogdan en pleno apogeo y nuestras ventas estaban arrasando con todo.

Tomé un baño rápido y me arreglé para salir, no quería seguir en mi habitación. Al bajar me dirigí al estudio, y en cuanto estuve cerca escuché murmullos un tanto desesperados, distinguía la voz de Matthew y Bogdan discutiendo, un golpe aparentemente contra la madera y la voz de Alek.

—Se lo sapevi, avresti dovuto dirlo dal momento in cui è iniziato —el italiano en Alek sonaba gracioso cada vez que se enojaba, pero algo me llamó la atención.

¿Qué saben que les roba la calma?

—Alek, es algo muy serio y podría causar desesperación, no es seguro decirle a nadie, no aún —la voz grave y sévera de Mathew trataba de calmarlo—. Nuestro deber es actuar con prudencia.

—La prudenza non ti porterà da nessuna parte —Alek alzó la voz—. No me quedaré para ver otra masacre.

Entonces escuché unos pasos apresurados y me alejé sin huir, al abrirse las puertas la expresión de Alek que era bastante severa se suavizó, y Bogdan fue el primero en hablar.

—¿Qué estás haciendo ahí? —inquirió molesto.

Miré a Alek tratando de obtener una respuesta de él, lo que fuera, y en vez de eso, avanzó cerrando las puertas tras él enfrentándome solo a mí.

—Olvida lo que sea que hayas escuchado —espetó antes de darme la espalda.

Algo me pedía que entrara al estudio y enfrentara a Bogdan hasta que me dijera qué estaba pasando, pero no sabía si quería hacerlo, aveces saber la verdad no es necesario, no si no te sientes capaz de cargar con ella.

Tomé el pomo de la puerta, y sin querer discutir solo avisé: Iré a vigilar la producción y lo que necesiten.

Me dí la vuelta y salí de ahí, tomé las llaves de la camioneta y me marché.

Nova [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora