Increíble.

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El amanecer desde la ventana de mi habitación se veía hermoso, apenas unos rayos de sol iluminaban el jardín, y los tonos naranjas y rosados combinados con el cielo azul bastante claro dejaban atrás la oscuridad y mostraba las curvas de las colina...

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El amanecer desde la ventana de mi habitación se veía hermoso, apenas unos rayos de sol iluminaban el jardín, y los tonos naranjas y rosados combinados con el cielo azul bastante claro dejaban atrás la oscuridad y mostraba las curvas de las colinas en la distancia. La maravilla de vivir en una zona montañosa: todo se aprecia mejor.

Llevaba ya dos horas despierta, caminé de lado a lado por un rato, luego me recosté y al final decidí esperar el amanecer. Mentiría al decir que todo está bien, estábamos más al borde del colapso que nunca antes, y me refiero a todos, todos en esta casa.

La información que trajimos solo despertó el caos, el miedo y mucha histeria; Bogdan no nos hablaba, no emitía palabra alguna hacia nosotros, Alek estaba más distante y preocupado que nunca antes, y Matthew... él era una sombra últimamente.

Habían pasado dos semanas y nuestra misión no había resultado tan bien como habíamos planeado.

Taya estaba ciertamente afectada, mentalmente no estaba lista para este trabajo, decidió alejarse de nosotros en cuanto volvimos. Fabio se está quedando aquí en la mansión, y es increíblemente callado, apenas cruza palabras con Bastián. Baggio estaba herido, su abdomente vendado por una bala que salió de su propia arma, irónico. José hablaba de la misión todo el tiempo, repetía lo que había visto, lo que vivió, lo que le decían, pero era un inútil intento de ayudar. Por otra parte, Renzo... él permanece al lado de mi padre todo el día tratando de arreglar el desastre.

¿Y yo?  Luego de que perdiera la consciencia, la historia que cuentan Lucas, Renzo y José, es que tuvimos un encuentro con aquellos policías, y que luego de un accidente —chocaron una patrulla—, tuvieron que pedir ayuda a Bogdan mientras luchaban por sus vidas, y la mía, en un tiroteo. Nadie salió herido ahí, pero Lucas ya tenía un golpe en la cien, Renzo estaba magullado, José traumatizado, y yo inconsciente.

La herida en mi nuca se abrió, el doctor tuvo que suturar de nuevo, y en mi abdomen hizo el mismo procedimiento. Estaba sentenciada a un mes o más de reposo, y eso no estaba bien, en estas circunstancias no era lo mejor. Nos habíamos quedado sin defensa, aunque los guardias nos cuidaran, todos sabían que éramos lo más importante, nadie podría defender a la familia mejor. Los hombres que están afuera solo saben disparar.

Apesar de todo, sabíamos que no había nada que pudiese evitar lo que iba a pasar. Se acercaba un enfrentamiento, y nadie estaba haciendo nada por pararlo, al contrario.

Estábamos condenados a seguir este curso hasta que alguien cayera y no se levantara más, y en todo caso, entre rusos e italianos, nosotros perdemos. Apesar de nuestra creencia, de nuestro empeño y fuerza, los rusos tienen un ársenal contra el que solo los Genovese no podrían, pero no estamos en condición de aliarnos con nadie, asique, tal vez lo que Bogdan piense sea en nuestra caída. La mayor derrota.

Nova [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora